Diferencia entre revisiones de «Miguel Grau»

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Era hijo del [[teniente coronel]] [[Gran Colombia|grancolombiano]] (más tarde nacionalizado [[Perú|peruano]]) Juan Manuel Grau y Berrío, natural de [[Cartagena de Indias]], que llegó al [[Perú]] formando parte del ejército del Libertador [[Simón Bolívar|Bolívar]], y de María Luisa Seminario y del Castillo, [[Región Piura|piurana]] de nacimiento. Antes de entrar a la [[guerra del Pacífico]], logró una [[Congreso de la República del Perú|curul en el parlamento peruano]] como representante por [[Departamento de Piura|Piura]].
 
== Contexto ==
A poco del nacimiento de Miguel Grau, vienen años turbulentos para el [[Perú]]. Intrigas [[política]]s provocan levantamientos y divisiones, imperando la [[anarquía]]. Para refrenar intentos [[Revolución|revolucionarios]] del [[mariscal]] [[Ejército del Perú|EP]] [[Agustín Gamarra]] en el sur, el [[Presidente del Perú|presidente]] [[Luis José de Orbegoso y Moncada|Luis José de Orbegoso]] se dirige al [[Cusco]]. En su ausencia el sargento Pedro Becerra se amotina en el [[Callao (Perú)|Callao]], en la madrugada del [[1 de enero]] de [[1835]], apoderándose del [[6 de enero]] de [[1842]], expresa al teniente coronel Grau que acepta sus servicios "''con entusiasmo''" y lo llama a la capital.<ref>[[:s:Carta de respuesta del general Gutiérrez de La Fuente al coronel grancolombiano Manuel Grau y Berrío|Carta de respuesta del general Gutiérrez de La Fuente al coronel grancolombiano Manuel Grau y Berrío]]</ref>
 
En abril de ese año el teniente coronel Grau y Berrío se incorpora a la Secretaría del general Gutiérrez de la Fuente, quien lo destina a [[Ayacucho]]. En junio se celebra la paz con Bolivia por el [[Tratado de Puno]], pero se enciende la guerra civil. El general Francisco Vidal, segundo vicepresidente del Consejo de Estado, ejerce el poder desde la muerte del mariscal [[Agustín Gamarra|Gamarra]] en Ingavi. En el mar la barca ''Limeña'' y la corbeta ''Yungay'' se baten a la vista de [[Provincia de Paita|Paita]].
 
En noviembre el general Vidal, que ejerce el mando supremo como jefe del Poder Ejecutivo, después de derrotar a [[Juan Crisóstomo Torrico]], el [[17 de octubre]], en la [[batalla de Agua Santa]], cerca de [[Provincia de Pisco|Pisco]], nombra a Grau y Berrío vista de aduana de Paita.
 
== Carrera naval ==
=== Primeros contactos con el mar ===
En Paita la actividad marítima es grande. Todos los navíos que hacen el tráfico entre [[Panamá]] y el [[Callao (Perú)|Callao]] tocan en su rada. Funciona en el puerto la escuela náutica que, para formar pilotos capaces de dirigir con acierto la marina mercante nacional peruana, había fundado el vencedor de Yungay, el mariscal Agustín Gamarra. Al pequeño Miguel, que sólo tenía ocho años, le fascina la inmensidad del océano. Su vocación naval comienza a despertar.
 
Mas la anarquía sigue. El general [[Manuel Ignacio de Vivanco]] se subleva en Arequipa en enero de [[1843]] y marcha sobre la capital de la república, con el reconocimiento de casi todo el sur. Vidal en Lima, al comprobar la fuerza del movimiento revolucionario, deja el Palacio de Gobierno para dirigirse al extranjero y, el [[16 de marzo]] asume el Gobierno [[Justo Figuerola]], primer vicepresidente del Consejo de Estado. El [[20 de marzo|20]] de ese mes un golpe militar que se hace en la capital a nombre de Vivanco depone a Figuerola.
 
Miguel Grau tiene nueve años y sigue los primeros cursos de instrucción primaria. El muchacho, listo y resuelto, ha sido educado con dureza por el padre para conseguir con ello templar su carácter y acerar su voluntad. Como siente la atracción del mar, obtiene en marzo de 1843, tras continuos ruegos, el permiso paterno para embarcarse en un bergantín dedicado al tráfico marítimo entre Paita y otros puertos del litoral peruano y de los países del norte hasta [[Panamá]]. El capitán del buque es Manuel Francisco Herrera, gran amigo de Juan Manuel Grau y Berrío. La profesión está decidida y el niño de nueve años logra imponer su voluntad y se hace marino. En casa quedan los padres y tres hermanos más: Enrique, Dolores y Ana.
 
El comienzo de su carrera naval no tiene buenos augurios. El buque zozobra y el aspirante a grumete se salva de forma milagrosa, retornando al hogar para volver al colegio.
 
En [[1844]], Grau, que siente la nostalgia del mar, ruega al padre que le de autorización para regresar a bordo. Su padre vuelve a acceder. Esta vez queda definitivamente consagrada la carrera náutica de Grau, que se embarca en diferentes buques, a veces con breves retornos al patria y al hogar paterno de Paita. En esos viajes recorre todos los mares y los puertos más importantes del mundo, así como otros que recién se abrían a los marinos occidentales.
 
Igualmente visita las lejanas y entonces desconocidas islas oceánicas. El mismo almirante ha dejado una relación circunstanciada y concisa de los azares de ese período de su existencia.<ref>El relato que el propio Grau hace de sus viajes, entre marzo de [[1843]] y agosto de [[1853]] está en [[:s:Relación de los buques en que ha navegado MIguel Grau|Relación de los buques en que ha navegado MIguel Grau]]. ''El Comercio'' de Lima, en su edición del [[13 de marzo]] de [[1954]] incorporó una copia fotográfica de esta relación</ref>
 
[[Archivo:Miguel Grau Statue Pucallpa Plazuela Grau.jpg|thumb|250px|Estatua de Miguel Grau en [[Pucallpa]], Ucayali.]]
=== Guardiamarina ===
Durante estos viajes aprende la ciencia y el arte de la navegación y conoce a hombres de muchos países que hablan distintos idiomas. De regreso al Perú, el piloto Grau, que ya es un lobo de mar, se establece en Lima, donde reanuda sus estudios a fin de prepararse para ingresar a la [[Marina de Guerra del Perú]].
 
En el mismo año, 1853, en que Grau deja la marina mercante para convertirse en aspirante a oficial de la Marina de Guerra, su padre, ya cesante, enfermo y atravesando una angustiosa situación económica, consigue que, en atención a sus méritos militares y leales servicios prestados al Perú, las Cámaras Legislativas asignen a su favor una pensión de gracia, de por vida, de cuarenta pesos mensuales. Aprobada en la Cámara de Diputados el otorgamiento de dicha pensión, la Comisión Militar del Senado la aprueba, igualmente, con un honroso dictamen, en que se califica al teniente coronel Juan Manuel Grau y Berrío como "''viejo soldado de la independencia americana''".<ref>[[:s:Dictámen del Senado de la República del Perú a favor del coronel grancolombiano Juan Manuel Grau y Berrío|Dictamen del Senado de la República del Perú a favor del coronel grancolombiano Juan Manuel Grau y Berrío]]</ref>
 
Durante los viajes del joven Grau, la Marina de Guerra del Perú se había incrementado. Permanente preocupación del presidente [[Ramón Castilla y Marquezado]], el militar y gran organizador del Perú, ha sido la de reforzar la [[Armada|escuadra]]. El Perú cuenta ahora con más buques: el ''Rímac'', construido en [[Nueva York]], de 1.300 toneladas y armado con cuatro cañones, la [[fragata]] ''Mercedes'', los bergantines ''Guise'' y ''Gamarra'' y las goletas ''Peruana'' y ''Héctor''.
 
El [[14 de marzo]] de [[1854]], gobernando el Perú el sucesor de Castilla, general [[José Rufino Echenique]], libremente elegido en comicios públicos, Miguel Grau, de 19 años, ingresa en la Marina de Guerra como [[guardiamarina]]. Ha logrado su viejo anhelo de servir a su patria en el mar.
 
=== Alférez de fragata ===
[[Archivo:Miguel Grau Statue Trujillo Ovalo Grau.jpg|thumb|250px|Estatua de Miguel Grau en [[Trujillo]].]]
El guardiamarina Grau desempeña eficientemente sus obligaciones. Destaca entre sus compañeros como excelente práctico y conocedor de todo lo relacionado con la navegación. Es un hombre franco, sincero, de reposado temperamento, con la tranquilidad de la propia suficiencia, competente y hábil, valeroso, decidido y enérgico. Se distingue asimismo por su carácter reflexivo, moral austera y acendrados principios religiosos.
 
Grau a los 20 años es un hombre formado. Y es que de la niñez pasó de un salto a la edad de la propia responsabilidad. Se hizo hombre a los nueve años, forjando en las rudas faenas de a bordo, junto con una vigorosa contextura física, una recia personalidad espiritual.
 
El guardiamarina sirve primero en el ''Rímac'' por espacio de 6 meses y luego pasa, el [[2 de octubre]] de [[1854]], al pailebot ''Vigilante'', en el que permanece más de 10 meses para ser trasladado a continuación al vapor de ruedas ''BAP Ucayali''.
 
Estando Grau embarcado en el ''Vigilante'' ocurre un hecho revelador de su espíritu humanitario, al igual que de su preocupación por cumplir sus deberes de marino. El 10 de junio de 1855, cuando el pailebot navegaba rumbo a Paita, entre [[Máncora]] y Punta Sal, con mar gruesa y el horizonte nublado, el aspirante de marina Manuel Bonilla, que se hallaba en el castillo de proa de la nave, cayó al agua. Grau, que en esos momentos se desempeñaba como oficial de guardia, dispuso que el buque se detuviera de inmediato y se echaran al agua algunos cabos y un bote, en el que se lanzó con seis tripulantes, con la decisión, que resultó infructuosa, de salvar al náufrago. En el parte que Grau pasó ese mismo día al comandante del buque, dando cuenta del suceso, expresa que "todos sus esfuerzos resultaron inútiles, pues el mencionado pilotín no sabía nadar". Y agrega: "Sin embargo de esto me mantuve en su busca tres horas, por si conseguía siquiera su cadáver". Concluye el parte con las siguientes palabras, que traducen su pesar por esa desgracia: "después regresé a bordo sin ninguna esperanza".<ref>El parte al que se hace referencia corre en original en el Archivo del Ministerio de Defensa, Comandancia General de la Marina, año [[1855]], que se conserva en el Museo Naval del Callao</ref>
 
Por aquella época Ramón Castilla ha vuelto al poder, luego de derrotar en la [[Batalla de La Palma]], el [[5 de enero]] de [[1855]], al general [[José Rufino Echenique|Rufino Echenique]].
 
Pese al ambiente revolucionario y a los cambios de gobierno, la escuadra ha mejorado con la adquisición de nuevas unidades. Castilla compró, al concluir su primera administración, la fragata ''[[BAP Amazonas|Amazonas]]''. Echenique siguió el empeño de su antecesor en fortalecer el poderío naval peruano con la adquisición en [[Inglaterra]] de la fragata mixta ''[[BAP Apurímac|Apurímac]]'' y las goletas ''[[BAP Loa|Loa]]'' y ''[[BAP Tumbes|Tumbes]]''.
 
El [[4 de marzo]] de [[1856]] Grau recibe su primer ascenso. El [[10 de marzo|10]] de ese mes el comandante general de Marina devuelve al ministro del ramo, con el "cúmplase y anotaciones de ordenanza", los despachos de los oficiales ascendidos. En esa relación figura el [[Alférez de Fragata|alférez de fragata]] [[Marina de Guerra del Perú|AP]] Miguel Grau Seminario, a quien se destina al ''Apurímac'', el mejor buque de la escuadra, que comanda el experimentado [[Capitán de Navío|capitán de navío]] José María Salcedo.
 
A los ocho meses de servir Grau en el ''Apurímac'', y cuando este buque se encuentra en el sur, estalla en Arequipa, el [[10 de noviembre]] de [[1856]], la revolución que proclama al ex presidente de la República General [[Manuel Ignacio de Vivanco]]. La insurrección, que gana pronto el departamento de [[Región Moquegua|Moquegua]], es de franca tendencia conservadora, de abierta oposición, por tanto, a la Constitución liberal promulgada el mes anterior, así como a las leyes de exagerado extremismo votadas por la Convención en las que, por ejemplo, se prohíbe el establecimiento de la [[Compañía de Jesús]] en el territorio de la república.
 
El movimiento de Vivanco gana adeptos y la escuadra peruana se pronuncia a su favor. En el ''Apurímac'' el [[teniente segundo]] [[Lizardo Montero|Lizardo Montero Flores]] promueve la sublevación. Grau, que sin duda juzgó peligrosos los principios liberales de la Carta de [[1856]], siguió con otros oficiales a Montero, su amigo y paisano. Al ''Apurímac'' se unen muy poco después el ''Tumbes'', el ''Loa'', el ''Guise'' y el ''Izcuchaca''.
 
El levantamiento a bordo del ''Apurímac'' ocurre en la rada de [[Arica]] el [[16 de noviembre]] de [[1856]]. En oficio de [[20 de noviembre|20]] de ese mes (que se encuentra en el archivo de la Comandancia General de la Marina), el comandante del buque, capitán de navío José María Salcedo, da parte a la Comandancia General de Marina "de la inesperada sublevación de la fragata acaecida la tarde del 16" y encabezada por "el teniente segundo Juan Lizardo Montero". En la nota se explican los pormenores de la sublevación, realizada cuando "bajó a tierra con el objeto de visitar al señor coronel Nicolás Freyre, Comandante General de la Dirección de Observaciones del Sur". Dice enseguida cuáles eran los oficiales que quedaron a bordo de guardia y menciona, entre otros, al "alférez de fragata don Miguel Grau". Concluye el comandante Salcedo informando que los sublevados habían "desconocido la autoridad del Gobierno"; que se reunieron con los presos políticos de los pontones ''Caupolicán'' y ''Highlander'', y que proclamaron al general Vivanco "supremo regenerador de la República".
 
Pero la revolución, que adquiere los caracteres de una guerra civil, fracasa. La escuadra vivanquista pasa por el Callao en enero de 1857 y luego sigue al norte del litoral peruano. Los insurrectos toman [[Trujillo]] y luego, [[Chiclayo]], de donde se retiran perseguidos por Castilla, para embarcarse en Paita y caer en el Callao el [[22 de abril]], donde libran furiosa batalla en las calles del puerto. Derrotado Vivanco, se retira al sur y se atrinchera en Arequipa, ciudad que resiste un largo asedio y que finalmente es dominada en marzo de [[1858]], después de sangriento combate. Los marinos complicados en el pronunciamiento entregan los buques y son separados del servicio. La fragata ''Apurímac'', última en rendirse, fondea en el Callao el [[25 de marzo|25]] de ese mes de marzo y se pone a disposición del Gobierno.
 
=== Separación del servicio ===
[[Archivo:Miguel Grau Statue Arequipa Puente Grau.jpg|thumb|250px|Estatua de Miguel Grau en [[Arequipa]].]]
Separado del servicio, Miguel Grau no forma ya parte de la Marina de Guerra del Perú, pero vuelve al mar. Regresa a la marina mercante como capitán de una barca inglesa y hace viajes entre América y Asia, que sirven para afirmar sus conocimientos náuticos.
 
Casi a los dos años, y mientras navega en buques mercantes por países lejanos, surge en el Perú un conflicto internacional. El [[Ecuador]], para arreglar sus deudas con acreedores [[Gran Bretaña|británicos]], ha cedido extensos territorios de la región fronteriza, pero ubicados dentro de los límites del Perú. Ramón Castilla anula todos esos actos al ocupar sin combate el puerto de [[Guayaquil]] en enero de [[1860]], y convoca después un Congreso Constituyente que dicta, en noviembre de ese año, una nueva Constitución, que suprime algunas de las liberales reformas de la Carta de 1856. El mariscal Ramón Castilla y Marquezado evoluciona radicalmente y pasa del liberalismo al conservadurismo, justificando así, quizá, en esta última etapa de su segunda administración, el pronunciamiento de Vivanco de noviembre de 1856, al que Miguel Grau prestó concurso. La Constitución de [[1860]] va a regir en el Perú, salvo pequeñas interrupciones, hasta [[1920]].
 
=== Reincorporación ===
El [[11 de abril]] de [[1861]] el Congreso Nacional expide la ley de reparación, ordenando que se inscriba en la lista militar a todos los jefes y oficiales del Ejército y de la Armada que fueron borrados de ella en virtud del decreto dictado el [[15 de enero]] de [[1855]], diez días después de la [[Batalla de La Palma]]. Al mes siguiente, el [[25 de mayo]], el mismo Congreso promulga otra ley por la cual quedan comprendidos en los efectos de la anteriormente citada los "Generales, Jefes y Oficiales, que hallándose o no en servicio, tomaron parte de la revolución que terminó el año 1858".
 
Al cabo de tres años de ausencia, Grau, comprendido en los efectos de las mencionadas leyes de reparación, vuelve al Perú. En diciembre de 1861 se presenta al Gobierno y pide que se declaren los goces que le corresponden como indefinido. El recurso que lleva fecha de [[6 de diciembre]] y que corre en original en su expediente de reconocimiento de servicios<ref>[[:s:Solicitud de Miguel Grau pidiendo los goces que le corresponden como indefinido|Solicitud de Miguel Grau pidiendo los goces que le corresponden como indefinido]]</ref>).
 
En observancia de las disposiciones citadas por Grau, el [[24 de abril]] de [[1862]] se resuelve favorablemente su solicitud, ordenándose inscribir al "alférez de fragata Miguel Grau" en el "Escalafón General de la Armada" con "7 años y 27 días de servicios" y, a la vez, se le expide "cédula de licencia indefinida".<ref>En el libro V, titulado ''Nombramientos y ascensos (1854–1864)'', del archivo del ex Ministerio de Marina, que se conserva en el Museo Naval del Perú, en el Callao, página 17</ref>
 
Solucionada su situación en la Marina de Guerra, como oficial en retiro, Grau continúa en la marina mercante todo el tiempo que dura la segunda administración del mariscal Castilla, que concluye su gobierno el [[24 de octubre]] de [[1862]] y entrega la banda presidencial al mariscal [[Miguel de San Román]]. Fallecido el nuevo presidente el [[4 de abril]] de [[1863]], asume transitoriamente el poder el segundo vicepresidente, general [[Pedro Díez-Canseco]], hasta el [[5 de agosto]] de ese año, en que regresa de [[Europa]] el primer vicepresidente, general [[Juan Antonio Pezet]]. Al mes siguiente, en septiembre, Grau es llamado al servicio activo y ascendido.
 
Efectivamente, el [[12 de septiembre]] de [[1863]], el comandante general de Marina, capitán de navío José María Silva Rodríguez transcribe al señor Ministro de Estado en el despacho de Guerra y Marina la siguiente orden general de la Armada:
{{cita|"Por decreto supremo de fecha de ayer, se ha llamado al servicio activo al alférez de fragata don Miguel Grau, que se hallaba en la condición de indefinido, expidiéndole al mismo tiempo despachos de teniente segundo de la Armada". Y al día siguiente se dicta una resolución que dice: "Su señoría el Comandante General del Departamento, se ha servido destinar a la dotación del vapor Lerzundi al teniente segundo de la Armada, don Miguel Grau."}}
 
Menos de tres meses después, el [[4 de diciembre]], Grau es ascendido a teniente primero graduado.<ref>Ibid., página 122</ref>
 
=== En comisión a Europa ===
[[Archivo:Miguel Grau S..jpg|thumb|200px|Fotografía de Miguel Grau.]]
En el ''Lerzundi'', de 850 toneladas con 6 cañones, construido en [[Filadelfia]] en [[1853]], y reincorporado a la Marina de Guerra del Perú después de cuatro años de ausencia, Grau permanece a bordo sólo cuatro meses, durante los cuales estrecha su amistad con el comandante del buque, el prestigioso marino [[Capitán de Corbeta|capitán de corbeta]] [[Aurelio García y García]], intimidad que permanecerá inalterable hasta el día de la muerte de Grau.
 
En la revista de comisario que mensualmente se realiza en todos los buques de la escuadra, y cuya relación se remite a la Comandancia General de Marina, figuran por última vez los nombres de García y García, como comandante del ''Lerzundi'' y de Grau, como su segundo, en enero de [[1864]]. Y es que el Gobierno envía con premura a Europa a ambos jefes, así como a otros marinos, con el encargo de construir y adquirir modernas unidades navales que permitan reforzar la escuadra y hacer frente a cualquier agresión. Días antes de partir, el [[8 de enero]], se concede a Grau la efectividad del grado de teniente primero.<ref>Ibid., página 129</ref>
 
La decisión del presidente de la república, el general Pezet, de comprar nuevos buques se justifica no sólo porque los que existen carecen de los más modernos elementos de combate, sino porque las relaciones con [[España]] se tornan delicadas y difíciles (de acuerdo con las condiciones de la [[:s:Capitulación de Ayacucho|Capitulación de Ayacucho]], el gobierno del Perú, cuya independencia España seguía sin reconocer, reconocía ciertas deudas con España, que aún no se habían pagado; la presión de los tenedores de bonos españoles, unido a la política de [[Leopoldo O'Donnell|O'Donnell]], tendente a incrementar el prestigio exterior de España, habían exacerbado las tensiones hispano-peruanas). Fragatas españolas de primera línea surcan costas peruanas desde julio del año anterior, causando alarma y recelo a los gobiernos de Perú y [[Chile]], no obstante que la expedición, según se asegura, tiene un carácter exclusivamente científico.
 
Empero, los temores de un conflicto se confirman a raíz de las reclamaciones diplomáticas efectuadas por la flota española, fondeada en el Callao al saberse que, en la hacienda Talambo, en Chiclayo, había surgido un incidente entre campesinos, en el que resultó muerto un ciudadano español. Tomando como excusa un incidente diplomático (el gobierno español envió a un representante dotado de un título de la época de la colonia, cuya llegada fue considerada una intromisión en la soberanía interna peruana y, por tanto, no fue recibido por ninguna autoridad), el [[14 de abril]] de [[1864]] la escuadra española, integrada por las fragatas ''Resolución'' y ''Triunfo'' y la cañonera ''Covadonga'', ocupa las [[islas Chincha]] y arría el [[Bandera del Perú|pabellón peruano]].
 
Para explicar la agresión, el comandante de la escuadra española, brigadier Luis Pinzón, habla de perentorios reclamos de súbditos españoles y en circular al cuerpo diplomático afirma haber ejecutado un acto de reivindicación de derechos usurpados a la Corona de España desde la [[batalla de Ayacucho]] del [[9 de diciembre]] de [[1824]].
 
De inmediato, los representantes extranjeros acreditados en Perú secundan las protestas del gobierno peruano por la ocupación de parte del territorio nacional y expresan que "se seguirá considerando a las Islas Chincha como pertenecientes a la república peruana".
 
El Congreso Americano que reúne en Lima a plenipotenciarios de gobiernos amigos del Perú apoya también con toda decisión la enérgica actitud del gobierno peruano, de rechazo a la ocupación de las islas, y dirige una nota al jefe de la escuadra española, con fecha de [[31 de octubre]], defendiendo la soberanía del Perú sobre las islas. En uno de sus párrafos la nota dice:
{{cita|"Esta ocupación a que no precedió la negativa por parte de Perú a satisfacer reclamos clara y expresamente individualizados; que no fue consecuencia de una declaración de guerra hecha con arreglo a las prescripciones de la ley internacional; que se ejecutó bajo el amparo de un derecho de reivindicación y de un estado de tregua inconciliable con la independencia indisputada de la República del Perú, hiere los derechos de todos los estados del continente e introduce justas y fundadas alarmas en orden a los designios de la España sobre su condición de naciones independientes."}}
 
Mientras estos hechos ocurren y las gestiones diplomáticas se tramitan, los marinos peruanos en Europa han intensificado sus actividades para la compra de buques, con resultados positivos. La misión confiada a ellos ha sido cumplida, tras examinar y reconocer las naves más apropiadas que pueden adquirirse de inmediato, y se activan a la vez los trabajos de construcción de dos blindados.
 
[[Archivo:Miguel Grau Statue Acequia Alta Avenida Grau.jpg|thumb|250px|Monumento de '''Miguel Grau''' en [[Acequia Alta]], [[Arequipa]].]]
En efecto, dos semanas antes de la ocupación de las islas Chincha, el [[30 de marzo]] de [[1864]], se firma en [[Londres]], con la casa J.A. Samuda & Brothers, la construcción de la fragata '' [[BAP Independencia]]'', cuyo costo se estipuló en 108.000 [[Libra esterlina|libras esterlinas]]. Los firmantes por Perú fueron el cónsul, Enrique Kendall, y el capitán de fragata Aurelio García y García.
 
En agosto, se decide en Europa la adquisición de dos [[corbeta]]s francesas y los delegados fiscales en Londres, Manuel Pardo y José Sevilla, escriben al capitán de navío José María Salcedo para que proceda sin demora a la compra de los buques franceses, que se hallan en [[Saint-Nazaire]] y en [[Nantes]], y que han sido examinados por el comandante García y el teniente Grau. Se trata de las corbetas ''Shangay'' y ''San Francisco'', mandadas construir durante la [[Guerra de Secesión de Estados Unidos]] por el gobierno de la Unión. Se trataba de buques de mucho andar, movidos a hélice, con fuerza de 500 caballos, 1.600 t y armados con 14 cañones de a 70 libras. En la mencionada carta se expresa que la resolución se adopta "después de tomar en consideración las opiniones de los señores García y García y Grau".<ref>La carta a que se hace referencia, corre en el archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores, legajo de la correspondencia con la legación en Gran Bretaña, año 1864</ref>
 
No obstante estar resuelta la compra de las corbetas, la adquisición de la ''Shangay'', a la que se re rebautizó como
[[BAP Unión]], no se produce hasta fines de noviembre de [[1864]] y la de la ''San Francisco'', rebautizada
[[BAP América]], hasta mediados del mes siguiente. Federico L. Barreda, nombrado ministro en [[París]] y Londres, había llevado a cabo gestiones para dotar a la Marina de Guerra con las unidades y fue el encargado de la compra.
 
Al particular, en carta que el [[1 de septiembre]] de 1864 escribió el señor Barreda a Mariano J. Sanz, su antecesor como ministro en Londres, le dice que había reunido al comandante Salcedo "''con los señores García y García y Grau''" para decidir sobre la compra de las naves examinadas (''Unión'' y ''América'') y que después de una larga discusión resultó el acuerdo unánime para la compra de los buques.<ref>Esta carta corre en el archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores, legajo de la correspondencia con la Legación en Gran Bretaña, año 1864</ref>
 
Adquiridas las corbetas, el teniente primero Miguel Grau es nombrado comandante de la [[BAP Unión]] . Inmediatamente Grau se dirige a Saint-Nazaire y se hace cargo del buque el [[15 de diciembre]] de 1864.
 
Al día siguiente, García y García escribe al ministro de Guerra y Marina en Lima dando cuenta de los nuevos armamentos y buques comprados por el ministro Barreda y se refiere, en seguida, a la necesidad de "oficiales idóneos para llenar esas dotaciones", lo que obliga al ministro, dice, a solicitarle que "pusiese a su disposición al teniente primero Miguel Grau Seminario que se hallaba a sus órdenes, cosa que en el acto he verificado, pasando ese Oficial al continente". Agrega que se ha quedado privado de los muy importantes servicios de Grau y que necesita "oficiales inteligentes", para conservar "la mayor vigilancia en los diversos trabajos del buque, armamento y máquinas", en atención a que se "construyen en puertos separados por largas distancias".<ref>Esta carta corre en original en el archivo del ex Ministerio de Marina que se conserva en el Museo Naval del Callao, legajo del año 1864</ref>
 
Meses antes, el [[12 de agosto]], admitió el Perú la propuesta de la casa Laird de [[Birkenhead]], frente a [[Liverpool]], para construir un buque sólido con aparejo de bergantín. Ese otro blindado, cuya construcción va a vigilar el capitán de navío José María Salcedo, será el ''[[monitor Huáscar|Huáscar]]'', el buque donde encontraría honrosa muerte Miguel Grau.
 
El [[31 de diciembre]] de 1864, el capitán de fragata Ignacio Dueñas, de la Comisión de Construcción Naval en Londres, escribe al ministro de Guerra y Marina en Lima y le confirma que Barreda ha dado la comandancia de los nuevos buques [[BAP América]] y [[BAP Unión]] al capitán de corbeta Pardo de Zela y al teniente primero Miguel Grau.
 
=== Detenido en el Reino Unido ===
La corbeta ''Unión'' sale de Saint-Nazaire enarbolando [[Bandera del Perú|pabellón peruano]] el [[18 de diciembre]] de [[1864]], tres días después que Grau tomara su mando, y fondea en el [[Támesis]] el [[22 de diciembre|22]] de ese mes. El [[5 de enero]] de [[1865]] el conde Russel, canciller de Su Majestad Británica, escribe al ministro peruano en Londres, Federico L. Barreda, para exponerle que se ha informado de la existencia en el Támesis de un buque de guerra bajo bandera peruana y le pregunta si la legación lo reconocía como perteneciente a la Marina de Perú.
 
De inmediato el ministro Barreda contesta al conde y le indica que el buque a que se refiere es "la corbeta de guerra peruana Unión, construida en Francia, y mandada por el teniente de navío don Miguel Grau". Y como Barreda comprende que la nota obedece al propósito del gobierno [[Reino Unido|británico]] de mantener neutralidad en el diferendo entre Perú y España, agrega en su comunicación el siguiente párrafo: "El Gobierno de S.M. debe descansar en la seguridad de que si desgraciadamente entrase mi país en guerra con alguna potencia amiga de la Gran Bretaña, el que suscribe no olvidaría ese deber ni permitiría que lo olvidasen sus nacionales".
 
El [[13 de enero]] de [[1865]] zarpa Grau con la ''Unión'' de [[Greenhithe]], donde se encontraba fondeada y el [[17 de enero|17]] está en [[Plymouth]]. Es en este puerto británico donde Grau sufre arresto de 48 horas, por orden de las autoridades británico, bajo sospecha de haber violado la ley que regula el enrolamiento de gente de mar. Su segundo, el teniente Felipe Pardo, dirige una nota al ministro del Perú en Inglaterra y Francia dando cuenta del suceso, acaecido cuando Grau salía de casa del almirante jefe del apostadero de Plymouth.<ref>[[:s:Carta del teniente segundo A.P. Felipe Pardo al ministro del Perú en Inglaterra y Francia|Carta del teniente segundo A.P. Felipe Pardo al ministro del Perú en Inglaterra y Francia]]</ref>
 
Informado de lo ocurrido el ministro Barreda, que se encontraba en París, se traslada a Londres encargando la defensa de Grau, con la celeridad que el caso requería, al abogado de Plymouth Tilfourd Slater, a quien advierte que debe presentarse al juzgado de Dartford a exigir que el comandante de la ''Unión'' sea puesto en libertad sin condiciones. Por su parte, Barreda dirige al canciller británico una nota de protesta por la arbitraria prisión de Grau, denunciando la grave falta cometida por las autoridades de Plymouth, y solicita la libertad del marino peruano.<ref>[[:s:Nota de protesta del Ministro Plenipotenciario del Perú en Inglaterra y Francia, embajador Federico L. Barreda|Nota de protesta del Ministro Plenipotenciario del Perú en Inglaterra y Francia, embajador Federico L. Barreda]]</ref> El canciller británico contestó en seguida al Ministro del Perú expresando su profundo sentimiento por lo ocurrido con el comandante de la ''Unión'', que ya se encontraba en libertad, y otorgó las más amplias satisfacciones.
 
Efectivamente, el [[20 de enero]] el abogado Slater encuentra en Dartford al comandante Grau preso y acusado de que dos operarios, contratados para trabajar en clase de carboneros a bordo de la corbeta ''Unión'', se habían quejado de malos tratos. De las investigaciones hechas, resultó, en la audiencia, que el comandante Grau había despedido a los quejosos por insubordinados.
 
El cónsul del Perú en Londres, Enrique Kendall, en comunicación dirigida a Barreda, dando cuenta de los hechos realizados le informa de que, ventilado el juicio y sentada la protesta del Gobierno del Perú por al atropello cometido contra el comandante Grau, el Juez expresó que "encontraba el testimonio insuficiente para la formación de causa" y declara "que no había lugar para la detención", por lo que ordena la inmediata libertad del comandante de la ''Unión''. Grau, en carta de 23 de enero dirigida a Barreda explica la forma como fue arrestado y las incidencias que pasó durante su detención.<ref>[[:s:Carta de Miguel Grau al ministro Barreda explicando la forma cómo fue detenido|Carta de Miguel Grau al ministro Barreda explicando la forma cómo fue detenido]]</ref> Solucionado el incidente, Grau apresura sus preparativos para regresar al Perú.<ref>Los datos y documentos referidos en este título provienen de los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, legajo de la correspondencia con la legación en Gran Bretaña, [[1865]]</ref>
 
=== La revolución restauradora ===
 
[[Archivo:Combate naval.jpg|300px|thumb|''Combate Naval de Iquique'', de Thomas Somerscales (1842-1927).<br />Representación del enfrentamiento entre el monitor peruano ''Huáscar'', al mando del capitán de navío Miguel Grau, y la corbeta chilena ''Esmeralda'', al mando del capitán de fragata [[Arturo Prat]].]]
 
Mientras el Gobierno del Perú compra corbetas en Francia y apresura en el Reino Unido las gestiones para la construcción de dos blindados, continúan con España las representaciones diplomáticas, conversaciones a fin de obtener la devolución de las islas Chincha y el otorgamiento de una amplia satisfacción por lo que el gobierno peruando considera un acto de [[piratería]] internacional. Al tiempo, el Congreso expide la ley de [[9 de septiembre]] de [[1864]] que autoriza al Ejecutivo para que "haga la guerra el gobierno de España" y expulse a los españoles de las islas Chincha.
 
Pero el tiempo transcurre sin que se restituyan las islas y el conflicto se agudiza. Y cuando más arrecia la excitación pública, el Gobierno del Perú, por intermedio de su comisionado, el general Manuel Ignacio de Vivanco, celebra con el almirante español José Manuel Pareja, que ha reemplazado a Pinzón en el mando de la flota española, el tratado conocido con el nombre de Vivanco–Pareja; mas el pacto, suscrito a bordo de la fragata ''Villa de Madrid'' bajo la presión de un ultimátum, resulta inaceptable. No obstante que expresamente se desaprueba la ocupación de las islas y el alegado título de reivindicación de derechos, el arreglo hiere el orgullo nacional de los peruanos y hace que se intensifique la indignación popular. Y es que por el tratado, además de aceptar el Perú el reconocimiento de los créditos que pudieran existir a favor de súbditos españoles desde la época de la [[Independencia del Perú|independencia]], con la intervención de un comisario regio en las discusiones, se conviene en el pago de tres millones de pesos fuertes a favor de la Corona de España; suma que se abona de inmediato para cubrir, en concepto de indemnización, los gastos que la escuadra agresora ha soportado desde que ella misma promovió el conflicto ocupando las islas el 14 de abril de 1863. Se consigna también en el tratado el hecho inexacto de que el Perú se había negado a aceptar la devolución de las islas.
 
La situación se agrava con el repudio del tratado por la opinión pública. No se concibe cómo el país que ha sido víctima del atropello pueda acabar indemnizando al agresor. Las explicaciones del gobierno de que al devolver las islas se ha saludado a la bandera y que el arreglo pactado constituye un sacrificio que salva al país de los horrores de la guerra son insostenibles, en el caldeado ambiente político, propicio a la revuelta, que no se hace esperar.
 
El [[28 de febrero]] de [[1865]] estalla en Arequipa la revolución que encabeza el prefecto coronel [[Mariano Ignacio Prado]]. En [[Chiclayo]] el coronel [[José Balta]] secunda el movimiento y se levanta en armas el [[12 de abril]]. La revolución se organiza y el coronel [[Mariano Ignacio Prado|Prado]] asume el cargo de comandante en jefe de la Revolución Restauradora y el coronel [[José Balta|Balta]], el de segundo comandante. El jefe político al que corresponde gobernar el país, en su carácter de segundo vicepresidente de la República, es el general [[Pedro Díez-Canseco]].
 
La insurrección progresa en todos los frentes y las tropas restauradoras del norte y del sur avanzan sobre la capital y ganan nuevas poblaciones. Parte de la escuadra peruana, al mando del capitán de fragata Lizardo Montero, se adhiere al movimiento. La ''Amazonas'', el ''Tumbes'' y el ''Lerzundi'' obedecen sus órdenes.
 
Entre tanto, Grau, que ha dejado el Reino Unido el [[5 de febrero]], se dirige con la ''Unión'' hacia las islas Madeira, junto con la ''América'', comandada por el capitán de corbeta Juan Pardo de Zela. El [[12 de febrero|12]] siguen los dos buques a [[Cabo Verde]] donde tocan el [[20 de febrero|20]] y el [[22 de febrero|22]] continúan viaje a [[Río de Janeiro (ciudad)|Río de Janeiro]], puerto al que arriban el [[6 de marzo]]. Aquí Grau se dedica a componer la máquina de la corbeta que ha sufrido desperfectos en la travesía. El [[26 de marzo|26]] parte en convoy con la ''América'' pero, al siguiente día, después de navegar más de 100 millas, Grau se ve obligado a regresar a puerto. Un furioso temporal causa graves daños a la ''Unión'' en su arboladura, al extremo de tener que ser remolcada por la ''América''. De vuelta en Río de Janeiro las reparaciones de la ''Unión'', entorpecidas por incesantes lluvias, demoran dos largos meses. Recién el [[6 de junio]], Grau puede hacerse a la mar. Un mes después, el [[6 de julio]], fondea la ''Unión'' en [[Valparaíso]].
 
Ya desde el 1 de mayo, el presidente Pezet había ascendido a los comandantes de las dos corbetas. El artículo único de la orden general de la Armada, transcrita en oficio de [[6 de mayo]] dice:
{{cita|"Su Excelencia el Presidente con fecha 1º del actual, y con abono a la antigüedad del 31 de marzo último, ha expedido a favor del capitán de corbeta don Juan Pardo de Zela, despacho de capitán de fragata efectivo; para el teniente primero don Miguel Grau el de capitán de corbeta" (corre en el libro respectivo del escalafón de Marina, en la página 70) "y al alférez de fragata don José E. Castañón el de teniente segundo."}}
 
[[Archivo:Angamos2.jpg|thumb|300px|right|[[Combate naval de Angamos]], óleo de Thomas Somerscales.]]
En Valparaíso Grau se informa de la grave situación que atraviesa el Perú y expresa a la oficialidad del buque su firme resolución de combatir al lado de las fuerzas de Prado y de Balta. Nada vale ante él la solicitud que en nombre del Gobierno de Lima le formula su anciano padre, que ha hecho viaje a [[Chile]] con el sólo propósito de entregarle un mensaje personal del presidente de la República en el que le pedía sumisión al régimen constitucional. La ''Unión'' se une así a la escuadra rebelde y presta todo su apoyo a los ejércitos que combaten al gobierno.
 
Grau, como comandante de la ''Unión'', realiza las operaciones que más convienen al éxito de la revolución. Patrulla las costas, traslada tropas, vigila puertos, transmite informes y ejecuta distintas comisiones para la causa que defiende. En premio a los méritos efectuados y en pleno período revolucionario, es ascendido, el [[22 de julio]], a la clase de capitán de fragata por el segundo vicepresidente de la República, el general Pedro Díez-Canseco, que se encuentra esos días en la [[Cordillera de los Andes|sierra del centro]] en unión del coronel Mariano Ignacio Prado, después de dominar todo el sur. Es interesante el parte, escrito por Miguel Grau, que eleva a la Comandancia General de Marina el [[5 de octubre]] de [[1865]], estando al ancla en el puerto [[Chincha|chinchano]] de [[Distrito de Tambo de Mora|Tambo de Mora]].<ref>Original en el archivo del ex Ministerio de Marina: [[:s:Parte elevado por Miguel Grau a la Comandancia General de Marina el 5 de octubre de 1865|Parte elevado por Miguel Grau a la Comandancia General de Marina el 5 de octubre de 1865]]</ref>
 
El Gobierno de Lima, por su parte, da de baja del cuerpo de la Armada, por orden general de [[16 de agosto]], a Grau junto con otros marinos que se habían adherido a la revolución. La revolución prosigue y los combates se suceden en todas partes, con resultados favorables a los insurrectos. El coronel Balta en el norte obliga a rendirse a las tropas adictas al régimen: [[Piura]], [[Chiclayo]], [[Trujillo]], [[Cajamarca]] y [[Huaraz]] reconocen la autoridad de Balta. Ganado el norte, gran cantidad de tropas viaja del norte a [[Provincia de Pisco|Pisco]], para unirse con las del sur en [[Chincha]] y emprender en conjunto un más vigoroso empuje sobre la capital. Los ejércitos revolucionarios entran en Lima el [[6 de noviembre]] y obligan a capitular a las fuerzas del general Pezet.
 
Organizado el nuevo gobierno por el general Pedro Díez-Canseco, se realiza en la capital el [[26 de noviembre]] un gran mitin popular en el que con aceptación de jefes del ejército se propone la dictadura, que el presidente rechaza. La dictadura es aceptada por el coronel Mariano Ignacio Prado, jefe de la revolución triunfante.
 
Se prepara sin demora al país para la [[Guerra Hispano-Sudamericana|guerra con España]]. El [[15 de diciembre]] el Perú firma con Chile, que ya se encuentra en guerra con España desde el [[6 de octubre]], un tratado de alianza ofensiva y defensiva, al que después se adhieren Bolivia y Ecuador, y el [[14 de enero]] de [[1866]] se formula de declaración del estado de guerra con España como culminación de los ideales de la revolución restauradora.
 
=== Guerra Hispano-Sudamericana ===
{{AP|Guerra Hispano-Sudamericana}}
Ajustada la alianza con Chile por el tratado de [[5 de diciembre]] de [[1865]] y en víspera de la declaratoria de guerra a España, el Gobierno del Perú apresura la formación de una División Naval, bajo las órdenes del capitán de navío Manuel Villar, la que queda integrada por las fragatas ''Amazonas'' y ''Apurímac'' y las corbetas ''Unión'' y ''América'', recién llegadas de Europa. A fines de diciembre salen hacia el sur para unirse a la escuadra chilena, compuesta por la ''Esmeralda'' y la ''Covadonga'', ésta última capturada poco antes a los españoles entre [[Coquimbo]] y [[Valparaíso]]. La escuadra navega rumbo al [[Estrecho de Magallanes]] para dar encuentro a los blindados peruanos ''Independencia'' y ''Huáscar'', recientemente construidos, que se esperaba ya hubiesen salido de los astilleros británicos rumbo al Callao.
 
El [[15 de enero]] de [[1866]], al día siguiente de la declaratoria de guerra a España, la división del Comandante Manuel Villar llega a [[Chayahué]], apostadero de la escuadra chilena en [[Chiloé]], al abrigo de la [[isla de Abato]]. Ese mismo día la ''Amazonas'', al introducirse por uno de los estrechos canales de Abato, naufraga, quedando su casco varado en la playa.
 
Días después, el [[21 de enero]], las fragatas españolas ''Villa de Madrid'' y ''Blanca'' salen de Valparaíso en busca de la Escuadra aliada para empeñar combate. En la tarde del [[7 de febrero]], las fragatas españolas se aproximan resueltamente a los canales de Abtao. Se baten por parte de Perú, la fragata ''Apurímac'', a órdenes del Jefe de la Flota peruana capitán de navío Manuel Villar y las corbetas ''Unión'' y ''América'', a órdenes de los capitanes de fragata Miguel Grau Seminario y [[Manuel Ferreyros]]. Interviene también la goleta chilena ''Covadonga'' al mando del capitán de corbeta [[Manuel Thomson]].
 
Luego de dos horas de intenso fuego, las fragatas españolas abandonan los canales de Abtao con serias averías y el convencimiento de que no era posible forzar la resistencia naval de la escuadra aliada. A los pocos días después del combate naval de Abtao, la escuadra aliada se traslada a [[Huito]], cuyo canal de acceso tiene mejores defensas que el apostadero de Chayahué.
 
Atestiguando la valía de las corbetas peruanas, el comandante de la ''Villa de Madrid'', Claudio Alvear Gonzáles, en el parte que sobre el combate de Abtao pasó al Jefe de la Escuadra española decía, lo siguiente: “Los tiros más certeros, de más alcance y de más efecto fueron los de las dos corbetas peruanas ''América'' y ''Unión''”. Por su parte el Jefe de la Escuadra chilena [[Juan Williams Rebolledo]], saludando los resultados del combate de Abtao, felicitó al capitán de navío Manuel Villar con la siguiente carta:
 
{{cita|"Aproximándose la salida del vapor de la carrera y deseando imponer al Supremo Gobierno el hecho de armas que tuvo lugar el 7 del actual y que V.S. con tanto acierto dirigió, espero que V. S. me dará los pormenores a fin de comunicarlos.
 
Esta oportunidad me permite congratular a V. S. y a los Jefes, Oficiales y tripulaciones peruanas, por el arrojo y serenidad que han manifestado durante las dos horas que duró el combate, bajo un fuego sostenido por ambas partes y por el resultado favorable que se ha obtenido, el cual se debe a la Escuadra del Perú.
 
V. S. sabe bien cuanto importa la derrota que han sufrido las naves enemigas y la prueba que han dado sus subordinados es un motivo poderoso para esperar más tarde un espléndido triunfo."||#GGC11C}}
 
[[Archivo:Genova-Boccadasse-Statua a Miguel Grau-DSCF1227.JPG|thumb|250px|Monumento de Miguel Grau en [[Genova]], Italia.]]
 
Después del resultado favorable del combate, las corbetas ''Unión'' y ''América'' salen el 25 de marzo nuevamente en dirección sur al Estrecho de Magallanes, para encontrarse con los nuevos blindados peruanos, que con toda seguridad estaban en viaje al Perú. De retorno, sin encontrar a los blindados, Grau al mando de la ''Unión'', fondea en Valparaíso, puerto desguarnecido que había sido bombardeada el [[31 de marzo|31]] de ese mes por la escuadra española. Recogiendo en este puerto al almirante [[Manuel Blanco Encalada]], nuevo Jefe de la Escuadra chilena y algunos otros marinos, la ''Unión'' retorna a Huito, en donde permanece hasta el [[15 de mayo]] en que se dirige nuevamente a Valparaíso. De este puerto, vuelve al sur hacia [[Ancud]], para reunirse con el resto de la flota aliada, en espera de los [[acorazado]]s peruanos.
 
En el norte, la guerra continúa y el almirante español [[Casto Méndez Núñez]], al mando de siete navíos, decide incendiar el Callao, así como lo ha hecho con Valparaíso. Cumpliendo su anuncio, el [[2 de mayo]] rompe los fuegos de 300 cañones sobre el puerto peruano. Después de más de cuatro horas de intenso bombardeo, en el que dos fragatas españolas tuvieron que retirarse tras ser alcanzadas por las defensas costeras, la escuadra española se retira sin haber cumplido sus objetivos, para no regresar jamás. En dicho combate muere el ministro de Guerra y Marina, [[José Gálvez Egúsquiza|José Gálvez]], tribuno liberal.
 
La fragata ''Independencia'' y el monitor ''Huáscar'', que el Perú esperaba ansiosamente, salieron de sus respectivos astilleros del Támesis y del Mersey, en enero de [[1866]], al mando de los comandantes Aurelio García y García y José María Salcedo. Los buques se juntan en [[Brest]] el [[20 de febrero]] y el [[27 de febrero|27]] dejan ese puerto con rumbo a las [[Azores]], donde arriban el [[4 de marzo]]. El [[7 de marzo|7]] zarpan rumbo a San Vicente, en el archipiélago de [[Cabo Verde]], en donde anclan el [[12 de marzo|12]]. El [[1 de abril]], después de un accidentado viaje, fondean en Río de Janeiro. El [[24 de mayo]], son avistados por la ''América'' en el Estrecho de Magallanes. Y el [[7 de junio]] arriban a [[Ancud]], donde se reúnen con el resto de la escuadra peruana. El [[11 de junio]], la escuadra peruana, sale con rumbo a Valparaíso, puerto en el que permanecen anclados cerca de dos meses, a órdenes del capitán de navío Lizardo Montero, que ha sucedido en el mando al almirante Salcedo. La flota espera en Chile, órdenes del Gobierno de Lima.
 
=== Arresto en la isla de San Lorenzo ===
Mientras la escuadra peruana se movilizaba, el Gobierno de Lima, después del combate naval del 2 de mayo, tenía en proyecto una expedición naval a [[Filipinas]] con los nuevos blindados, a fin de desalojar de esas islas a los españoles. Para realizar esa audaz empresa el Gobierno peruano contrata en [[Estados Unidos de América]] al contralmirante de la marina estadounidense John R. Tucker, quien arribó a Valparaíso a principios de julio, asumiendo sus funciones de Jefe de la Escuadra. La insignia fue izada precisamente en la ''Unión'', la nave que Miguel Grau comandaba. Sin embargo, antes que el almirante John R. Tucker asumiera el mando, los marinos peruanos, noticiados que la escuadra peruana iba a ser comandada por un almirante extranjero, escribieron al Gobierno de Lima, expresando la penosa impresión que les causaba esa resolución que, en buena cuenta, significaba dudar de su lealtad y competencia y solicitaron que el nombramiento del almirante Tucker fuera revocado o, en su defecto, que se accediera al relevo de sus puestos.
 
El Gobierno de Lima desechó la petición de los comandantes y jefes de los buques anclados en Valparaíso y, el [[23 de julio]], expidió una resolución suprema, por el ramo de Guerra y Marina, disponiendo que el Secretario de Estado en el despacho de Hacienda y Comercio, [[Manuel Pardo]], viajara a Valparaíso, investido de amplias facultades, para arreglar todo lo concerniente al servicio de la Marina. Dos días después en el transporte de guerra ''Callao'', parte el Secretario de Estado, llevando consigo a los jefes y oficiales de Marina que debían llenar las plazas vacantes, de conformidad con las instrucciones recibidas.
 
Al arribar a Valparaíso, el Secretario de Estado Manuel Pardo transcribe al capitán de navío Lizardo Montero, Comandante de la Flota, la resolución del 23 de julio. Como los marinos insistieron en su renuncia, el señor Pardo les dirigió una nueva comunicación, el 3 de agosto, en los siguientes términos:
{{cita|En virtud de la nota que he tenido el honor de poner en manos de U. S. y de las órdenes supremas, sírvase U. S. disponer que se haga reconocer como comandantes de los buques de guerra a los siguientes jefes: al capitán de navío don José María Salcedo, como Comandante del monitor ''Huáscar''; al capitán de navío don José María García, como Comandante de la fragata ''Independencia''; al capitán de fragata, don Juan Pardo de Zela, de la corbeta ''América''; y al capitán de corbeta don Camilo Carrillo, de la corbeta ''Unión''.}}
 
Dos días después se remitió a los marinos la siguiente orden circular: “Que los jefes, oficiales y guardiamarinas se presenten en 24 horas a bordo de los buques a donde harán renuncia, por el conducto regular, los que no quisieran continuar en el servicio. Los que no cumplieses con venir quedarán declarados desertores de la armada al frente del enemigo”. Luego, se ordenó a los renunciantes que se embarcaran en el transporte ''Callao'' en el que serían llevados el primer puerto de la república del Perú.
 
Los jefes y oficiales de los buques surtos en la rada de Valparaíso se sometieron a las disposiciones del Gobierno peruano, y entregaron los buques a los marinos embarcados en el transporte ''Callao'' para reemplazarlos. Miguel Grau dejó la ''Unión'' al capitán de corbeta Camilo N. Carrillo. Los marinos renunciantes, llegados al Callao el [[15 de agosto]], fueron llevados a la [[isla San Lorenzo]], frente a [[Distrito de La Punta|La Punta]], Callao, en condición de arrestados. Sumaban más de treinta los marinos arrestados. En el diario ''El Comercio'' del [[16 de agosto]] de 1866, se inserta un telegrama del Callao del día anterior, que dice así: "A las 5 ½ ha fondeado el vapor de guerra nacional ''Callao'', procedente de Valparaíso, de donde salió el 8 del presente. Vienen a su bordo el comandante Montero y todos los jefes y oficiales que se negaron a reconocer al contralmirante Tucker. El ''Callao'' fue puesto en incomunicación”. El 24 de septiembre]] de 1866, desde Valparaíso el contralmirante John R. Tucker agradece el despacho de contralmirante de la [[Marina de Guerra del Perú|Armada del Perú]], que le confiere el Gobierno “durante la guerra con España”.
 
En la isla San Lorenzo los marinos fueron sometidos a juicio acusados de insubordinación, deserción y traición. Rosendo Melo, en su libro ''Historia de la Marina del Perú'', editado en Lima, en [[1907]], cuenta que esta detención fue sólo nominal, lo mismo que el sumario y dice:
{{cita|El cautiverio no impedía pasar la mayor parte de su tiempo en Lima o en paseos por la isla, cuando no lo empleaban a bordo en ejercicios de esgrima, de tiro o de natación. Montero florete en mano no se dejaba tocar. Grau, nadando era un pez.}}
[[Archivo:CuatroAses.jpg|thumb|right|250px|Los "Cuatro Ases de la Marina": Grau, Montero, García y García, Ferreyros.]]
El juicio duró seis meses. El [[24 de enero]] de [[1867]] los jefes y oficiales detenidos fueron llevados de la isla San Lorenzo al puerto del Callao, en donde quedaron presos, teniendo la ciudad por cárcel. Al día siguiente, entró en funciones el Consejo de Guerra, en el local de la extinguida Comandancia General de Marina, presidido por el mariscal Antonio Gutiérrez de la Fuente e integrado por los generales de división, Manuel Martínez de Aparicio, y José Rufino Echenique y por los generales de brigada, Pedro Cisneros, Baltasar Caravedo, Luis La Puerta y Nicolás Freyre. El comandante Miguel Grau Seminario tuvo como defensor al orador e insigne abogado de la segunda mitad del siglo XIX, Luciano Benjamín Cisneros. La defensa de Cisneros se basó en que no hubo insubordinación, por cuanto Grau había acatado las órdenes del Gobierno al embarcarse en el transporte ''Callao'', que no hubo rebelión, por cuanto “sólo había planteado una renuncia y finalmente, que no podía ser desertor, por cuanto el Gobierno lo había separado de su cargo”. Además el hecho de indisciplina quedaba descartado, al haber presentado su petición antes de que el comodoro Tucker se hiciera cargo de su puesto.
 
El [[9 de febrero]] de [[1867]] culminaron las defensas y el Consejo pasó a sesión secreta. El [[11 de febrero|11]] se dictó sentencia y, por unanimidad de votos, el Consejo declaró inocentes a todos los procesados.
 
Repuesto en sus derechos y prerrogativas y salvado su honor de marino, Miguel Grau pide licencia a la Comandancia General de Marina, en oficio de 30 de marzo de 1867 para ocuparse en la marina mercante “en ejercicio de su profesión naval”. El 2 de abril la licencia es concedida y, cuatro días después, Grau formula otra en que solicita, de conformidad con las ordenanzas navales, permiso para contraer enlace con la distinguida dama [[Lima|limeña]] Dolores Cabero y Núñez. Otorgada la autorización, el matrimonio se realiza en la parroquia del Sagrario en Lima el [[12 de abril]] de ese año. Apadrinan la boda el general Miguel Medina y la señora Luisa Núñez de Cabero. Los testigos son tres íntimos amigos del novio, marinos también: Manuel Ferreyros, Aurelio García y García y Lizardo Montero. Ya se les conocía por ese entonces como ''los Cuatro Ases de la Marina''.
 
A poco de los hechos relatados, el contralmirante John Tucker cesó en el mando de la escuadra, recibiendo en cambio, una comisión para exploraciones en los ríos de la [[selva amazónica]] peruana, volviendo el comando de los buques a marinos peruanos.
 
=== Miguel Grau en el monitor ''Huáscar'' ===
El [[31 de agosto]] de 1867 se promulga en el Perú una nueva Constitución, que reproduce las reformas liberales de la Carta de 1856, abolidas por la Constitución de 1860. Su espíritu, excesivo para la época, hace que estalle la insurrección, acaudillada en el sur por el general Pedro Díez-Canseco y en el norte por el Coronel José Balta. El ambiente popular exaltado favorece la causa revolucionaria que, en Arequipa y [[Chiclayo]], triunfa después de sangrientos combates.
 
Miguel Grau, que desde mayo de 1867 sirve en la marina mercante, en un barco británico, es llamado a reincorporarse a la Armada del Perú por el General Pedro Díez-Canseco, que ha vuelto a la Presidencia de la República el [[22 de enero]] de [[1868]].
 
El 27 de febrero Grau es nombrado comandante del monitor ''Huáscar'', con el grado de capitán de fragata, cargo que va a retener más de ocho años consecutivos y que sólo dejará en [[1876]] cuando se incorpora al Congreso como diputado por Paita, para reasumirlo después en [[1879]] al empezar la [[Guerra del Pacífico]] que enfrentó a Bolivia y Perú de un lado y Chile de otro. El buque fue bautizado con ese nombre por designación expresa del General Pezet, que impartió con tal objeto una Orden General el [[13 de septiembre]] de 1865. La referida Orden justifica el nombre así "...nombre que por ser el del último Monarca legítimo que ocupó el trono de los Incas, encierra en sí grandes recuerdos históricos".
 
Fue estando en el ''Huáscar'', buque de su predilección, que Grau recibe el [[25 de julio]] de [[1868]] el ascenso a capitán de navío graduado, que le confiere el presidente de la República, el general Pedro Díez-Canseco. Grau sólo tiene 34 años de edad.
 
Una semana después del ascenso de Grau, el 2 de agosto de 1868, asume la Presidencia de la República, en elecciones libres, el Coronel José Balta, de limpia trayectoria militar y política y una de las figuras más puras y de mayor relieve de la [[Historia del Perú|historia peruana]]. Grau es amigo y gran admirador de Balta desde años atrás. Ambos han peleado en el mismo campo, en defensa de los mismos ideales, en 1865 contra el Tratado Vivanco–Pareja, y luego en la [[Guerra Hispano-Sudamericana|guerra con España]]. Balta, que aprecia a Grau y conoce sus cualidades, lo confirma en el mando del ''Huáscar'' durante los cuatro años de su periodo de gobierno.
 
Con el advenimiento de Balta al poder se inicia en el Perú una época de efectiva paz social y de auténtica prosperidad en todas las actividades nacionales. Se ejecutan grandes obras públicas, caminos, ferrocarriles, puentes, muelles, irrigaciones, puertos, progresando en infraestructura el país en forma que no tiene precedentes en la historia peruana. De lo que nadie se dio cuenta en aquella época es que la aparente bonanza de que gozaba el país era producto de los empréstitos de la casa Dreyfus, producto del denominado [[Contrato Dreyfus]], por el que la casa Dreyfus adelantaba cantidades de dinero en metálico a cambio de la explotación y comercialización, en régimen de monopolio, del [[guano]] y el [[salitre]], a la sazón la mayor riqueza del Perú por esa época). La casa Dreyfus a cambio, debía pagar con las utilidades que le reportara al Gobierno peruano.
 
Por aquella época, ya Grau gozaba de alto prestigio internacional, como experto marino y hombre recto de imparcial criterio, que es designado árbitro para que se pronuncie sobre las responsabilidades derivadas de una colisión entre dos buques de guerra extranjeros, uno británico, ''Glaid Maiden'' y otro estadounidense ''Kit Carson'', pronunciando su fallo en noviembre de 1868. En relación a este hecho, el diario ''El Comercio'' de Perú publicó en sus ediciones del [[5 de noviembre|5]] y [[12 de noviembre]] de 1868 lo siguiente:
{{cita|Los Comandantes de ambas naves depositaron su confianza en el Comandante del Huáscar, abrigando la seguridad de que el fallo sería expedido con plena justicia. Grau, en el fallo que dicta, dice así: “Que los capitanes de ambos buques han tenido omisiones y descuidos en procedimientos y maniobras y no han obrado con el acierto que debían; que aunque los daños que se derivan de la colisión son recíprocos y mayores los de un buque respecto del otro, dichos daños no son sin embargo imputables al uno más que al otro capitán; y que cada uno reporte sus propias averías por haber sido, recíprocamente, causantes de los daños. Y por esta sentencia, en justicia, así lo resuelvo, pronuncio y firmo, en el Callao a 10 de noviembre de 1868. Miguel Grau, Comandante del Huáscar.||#GGC11C}}
 
El [[26 de enero]] de [[1869]], Balta promulga la ley de gratitud nacional a los vencedores del [[2 de mayo]] y [[Combate Naval de Abtao|Abtao]]. Grau, que comandaba la ''Unión'' en el Combate Naval de Abtao, recibe el título de benemérito a la patria en grado heroico. La condecoración que se le impone en el pecho, es de oro, esmaltada, con la siguiente inscripción en el anverso: “Fue uno de mis defensores”; y, en el reverso: “7 de febrero de 1866”. Ese mismo año, el Presidente Balta, con fecha 22 de octubre, expide una resolución en donde se reconoce a Grau como abono a su tiempo de servicios, el tiempo que estuvo navegando en buques mercantes después de promulgarse la ley de reparación del 11 de abril de 1861, así como el posterior periodo que pasó igualmente en la marina mercante británica al finalizar el juicio por la cuestión Tucker. Por su mérito se agrega a los servicios reconocidos tres años y cinco meses más a su favor.
 
Durante el Gobierno del coronel Balta, Grau se convierte en uno de los más eficientes colaboradores y obtiene varias comisiones como estudio de las condiciones hidrográficas de varios puntos de la costa peruana, a fin de habilitar nuevos puertos. Tampoco descuida la formación militar de la tripulación del buque a su mando. En febrero de 1869, se dirige al mayor de Órdenes del Departamento, en donde le dice, entre otras cosas: “Hace diez meses que la tripulación del buque de mi mando no ha hecho ejercicios de rifle a fuego, por lo cual espero que U. S., se sirva dar el correspondiente permiso para efectuarlo”, logrando conseguir la autorización respectiva para estos ejercicios de fuego.
 
En junio de 1870, Grau recibe una comisión para viajar a Chile con su buque, el monitor ''Huáscar''. Recorre los puertos del sur del litoral peruano y la costa boliviana, arribando a Valparaíso. La misión consistía en escoltar al bergantín francés ''Lucie'', que trae cargamento de armas para Perú, adquiridas por el Presidente Balta y llega al Callao el 27 de julio. En Chile, no sólo espera al buque francés sino que observa la escena político y militar y ya de retorno al país da sus personales informes al Presidente José Balta.
 
Aparentemente, la Marina de Guerra del Perú progresa. Sin embargo, el Presidente Balta adquiere los monitores fluviales ''Manco Cápac'' y ''Atahualpa'', de lento andar (no desarrollaban más de 2 [[nudo (unidad)|n]]), que tuvieron que llegar al Perú remolcados, con lentos cañones, si bien de 500 libras, pero de lenta avancarga y de hierro dulce que impedían sostener una cadencia de disparo, porque podían fundirse por el calor; en conclusión, compró chatarras para la Marina de Guerra del Perú. Lo grave es que aún sabiendo que eran monitores fluviales y que iban a ser usados en el mar, los compró. Por ello, es uno de los responsables que años más tarde el Perú con cara a la guerra, se encontrara en inferioridad de condiciones.
 
Lo peor es que los informes personales de Grau eran gravísimos, informes que fueron confirmados en enero de 1872 por el Cónsul del Perú en Valparaíso, coronel Adolfo Salmón. Esta confirmación del Cónsul peruano daba cuenta de la decisión del Gobierno de Chile de adquirir en el Reino Unido dos blindados, para aventajar al Perú en el mar. Balta, entonces, decidió incrementar la Armada peruana con dos acorazados de mayor blindaje y poder que los que contratara Chile, a fin de mantener la preponderancia naval sobre Chile. Es así que Balta con cargo a dar cuenta al Congreso, firma una resolución suprema, el 14 de febrero de 1872, con acuerdo del Consejo de Ministros, ordenando la construcción en el Reino Unido de poderosos acorazados con mayor poder de fuego que los que Chile pretendía adquirir, además de dos cañoneras guardacostas y armamento terrestre. Para este efecto envía a Londres una misión naval presidida por el capitán de navío Manuel J. Ferreyros, que se desempeñaba como Comandante General de la Marina.
 
La Comisión Naval llegó a concertar en mayo de 1872 los contratos para la construcción de dos acorazados de 3.000 t cada uno, 15 millas de andar, 9 pulgadas de blindaje y cañones de 500 libras, que eran de indiscutible superioridad a los dos blindados que mandó construir Chile, el ''Almirante Blanco Encalada'' y el ''Almirante Cochrane'', de 2.200 t cada uno, blindaje de siete pulgadas, andar de doce millas y cañones de 300 libras. Y aquí aparecen las consecuencias del Contrato Dreyfus: al enterarse de las negociaciones para la adquisición de los acorazados, la Casa Dreyfus, agente financiero del Perú en París, exige que antes de proporcionar los fondos para la construcción de los acorazados se arreglasen sus cuentas antes de proceder al adelanto de fondos para adquirir los buques. Lo anterior y el asesinato del coronel José Balta, ocurrido en julio de 1872, impidieron se llevara a cabo el proyecto trazado.
 
=== La revolución de los hermanos Gutiérrez ===
El Presidente Balta condujo el agitado proceso electoral del año 1872, resultando elegido [[Manuel Pardo]], distinguido estadista de reconocidos méritos; el coronel Tomás Gutiérrez a la sazón Ministro de Guerra y Marina, decidió oponerse a la voluntad popular y dar un [[golpe de Estado]], con el acuerdo y conformidad de sus tres hermanos, los coroneles Silvestre, Marceliano y Marcelino Gutiérrez. Organizada la revuelta, el 22 de julio, once días antes de la transmisión del mando, se ejecuta el golpe y se disuelve el Congreso, cuando ya éste había aprobado declararlos delincuentes de “''lesa patria''” y que se encontraban “''fuera de la ley''”.
 
La revuelta comenzó a fracasar ya que los únicos cuerpos que se unieron a Tomás Gutiérrez fueron los que mandaban sus hermanos. Para someter a la Escuadra, el Ministro de Guerra y Marina envía una orden al Comandante General de Marina, capitán de navío Diego de la Haza, que dice así:
{{cita|Señor Comandante General de Marina. Ordene Ud., que la Escuadra secunde el movimiento que se ha hecho en Lima. Se ha botado al Congreso y don José Balta está preso. Su afecto amigo Tomás Gutiérrez. Lima, julio 22 de 1872.}}
 
El telegrama anterior es rechazado por los jefes de la Armada, por lo que nuevamente Tomás Gutiérrez, ya instalado en Palacio de Gobierno en Lima, vuelve a enviar otro documento, ordenando a la Armada ponerse bajo la autoridad del nuevo Gobierno que él preside. A esta nueva orden, los jefes de la Armada vuelven a rechazarla incluyendo al capitán de navío Diego de la Haza, quien contestó en esos términos a Palacio de Gobierno.
 
{{cita|La noche del 22 de julio, los comandantes de los buques luego de reprobar unánimemente el golpe revolucionario y de negarse a prestar su concurso al Dictador, se reúnen en la Comandancia General de Marina.}}
 
Miguel Grau que había ordenado encender las calderas de su buque, indignado ante los acontecimientos sucedidos en la capital, sugiere que los comandantes de los buques se trasladen al vapor “''Marañón''”, con la finalidad de tomar una decisión sobre la actitud a tomar. En dicha reunión se acordó movilizar la Escuadra y zarpar rumbo a la isla San Lorenzo, para ahí, tomar con amplias libertades determinaciones definitivas. El día [[23 de julio]], los jefes y oficiales de la Escuadra, encabezados por Grau, suscriben una proclama contra el golpe revolucionario y reafirman su decisión de luchar por el restablecimiento del orden y la ley. Firman este documento los siguientes Jefes y Oficiales de Marina: Miguel Grau, Aurelio García y García, Samuel Palacio, Camilo N. Carrillo, Carlos Ferreyros, Miguel Ríos, Julio Sagasti, [[Manuel Melitón Carvajal Ambulodegui|Manuel Melitón Carvajal]], Simón Cáceres, Carlos Arrieta, F. M. Frías, Amaro G. Tizón, Ruperto Gutiérrez, Ramón Freyre, M. Espinosa, Darío Gutiérrez, Enrique Carreño, Pedro Rodríguez Salazar, Eugenio Rasgada, Serapio Tejerina, Arístides de la Haza, Antonio Jimeno, Andrés Rey, Manuel Dávila, Bernabé Carrasco, Miguel Dodamonte, A. Gerardo Carrillo, Carlos R. Colmenares, Manuel C. de la Haza, Agustín Arrieta, Froilán Miranda, José C. Valencia, Federico Delgado, Francisco León, [[José Melitón Rodríguez Pérez]], Manuel Valderrama, Máximo Tafur, Tomás M. Cárdenas, Manuel Aparicio, Julio Jiménez, Ezequiel Fernandini, Francisco Guerci, Francisco Flores, Manuel T. Reyes y Francisco Miranda. Firmada la proclama, se hace circular por el Callao y Lima y la Escuadra se retira del Callao y fondean el 24 en las islas Chincha, al sur del Callao y continúan viaje al sur. El 26 la Escuadra llega a [[Islay]]. Ese día, ya fracasada la revuelta, el Presidente José Balta es asesinado vilmente en el cuartel San Francisco, en donde estaba detenido.
 
Enterado el pueblo del asesinato del Presidente Balta, su reacción fue tremenda. Los coroneles Gutiérrez caen en mano de la furia popular exasperada por la desaparición del coronel José Balta, a quien todo el Perú admiraba y quería. Los Gutiérrez, ese mismo día, pagan con su vida el crimen cometido. Los disturbios se extienden por Lima. Mientras en Lima ocurren los sucesos descritos, en el sur, Miguel Grau, desde el “''Huáscar''”, fondeado en Islay, dirige una extensa circular encaminada al derrocamiento de la dictadura dirigida a los prefectos de [[Región Arequipa|Arequipa]], [[Región Cusco|Cusco]], [[Región Puno|Puno]], [[Región Moquegua|Moquegua]] y [[Región Tacna|Tacna]], a los subprefectos de [[Arica]] e Islay, a los Presidentes de las Cortes Supremas de Arequipa, Puno y Moquegua y a los alcaldes municipales de [[Tacna]] y [[Tarapacá]]. La circular da cuenta de los hechos ocurridos en Lima y la posición de rechazo a la dictadura asumida por la Escuadra. El 1 de agosto ya restablecido el orden y la normalidad, en el país, el comandante Grau, promotor de la resistencia, envía al señor Ministro de Guerra y Marina, el informe detallado de los sucesos acaecidos en la Armada Peruana, desde el 22 de julio en que estalló la revolución. En ese informa da cuenta que el día 29 de julio a las siete de la tarde, en el puerto de [[Pisco]], se enteró del asesinato del Presidente Balta y del restablecimiento del orden en la capital, por lo que zarpó inmediatamente con destino al Callao.
 
El 5 de agosto, restablecida la normalidad y estando ya en funciones el Presidente Electo Manual Pardo, el comandante Grau envía al Mayor de Órdenes del Departamento, capitán de navío [[José Ezequiel Otoya Correa|Ezequiel Otoya]], la nómina de todos los jefes, oficiales y tripulantes de los buques de la Escuadra, que se embarcaron en el “''Huáscar''”, la noche del 22 de julio, dispuestos a luchar contra la dictadura.
 
El nuevo Presidente de la República, Manuel Pardo, pocos días después de asumir el mando de la República, decide asesorarse por expertos consejeros en todo lo relacionado con las necesidades del Ejército y la Marina. Para este efecto expidió un decreto supremo, el 14 de agosto de 1872, creando Comisiones Consultivas de Guerra y de Marina. La Comisión de Marina quedó integrada por ocho jefes de la Marina de Guerra, uno de ellos fue el capitán de navío Miguel Grau. Esta Comisión se instaló el 26 de agosto y la conformaban los siguientes oficiales: contralmirante Domingo Valle Riestra, capitales de navío Manuel J. Ferreyros, Aurelio García y García, Miguel Grau, José R. Carreño, Camilo N. Carrillo, Juan Pardo de Zela y José Elcorrobarrutia. También concurrió especialmente invitado el capitán de navío Lizardo Montero, Senador por Piura.
 
=== El ''Huáscar'', rumbo al sur ===
[[Archivo:Capitán_de_Navío_Miguel_Grau.jpg|thumb|250px|Miguel Grau con uniforme naval de la Marina de Guerra del Perú, con insignias de capitán de navío. Museo Naval del Perú en el Callao]]
Luego de limpiar fondos el 29 de agosto de 1872, el 1 de septiembre el “''Huáscar''”, al mando de Miguel Grau, sale con rumbo sur del Callao conjuntamente con el “''Chalaco''” y llegan a [[Iquique]] el día 5. El comandante Grau tiene instrucciones precisas del Supremo Gobierno, va en busca de fidedignas informaciones sobre los sucesos que, por cuestiones limítrofes, ocurren entre las repúblicas de Bolivia y Chile y que comprometen las relaciones de buena vecindad.
 
Las dificultades limítrofes entre Bolivia y Chile provienen de la explotación del guano y el salitre por compañías chilenas, en los desiertos bolivianos de [[Desierto de Atacama|Atacama]]. Los incidentes fronterizos se suceden no obstante que la línea de separación es fácilmente identificable. Ya en [[1866]], luego del combate del Dos de Mayo, en un ambiente de paz y concordia, se fijó en un tratado de límites, suscrito el [[10 de agosto]], el paralelo 24 como línea divisoria entre ambos países. El artículo 1º de dicho tratado decía así: “''La línea de demarcación de los límites entre Chile y Bolivia en el desierto de Atacama, será en adelante el paralelo 24º de latitud meridional, desde el litoral del Pacífico hasta los límites orientales de Chile, de suerte que Chile por el sur y Bolivia por el norte, tendrán la posesión y dominio de los territorios que se extienden hasta el mencionado paralelo 24º, pudiendo ejercer en ellos todos los actos de jurisdicción y soberanía correspondientes al señor del suelo''”. Pero a su vez ese tratado estableció una absurda comunidad entre los dos países, autorizando la partición por mitad de la explotación de los depósitos de guano de [[Mejillones]] y de los existentes entre los grados 23º y 25º y sobre los derechos de exportación de minerales extraídos en esa extensa zona. Así lo expresaba el artículo 2º de dicho tratado, que tenía la siguiente redacción: “''No obstante la división territorial estipulada en el artículo anterior, la República de Bolivia y la República de Chile se partirán por mitad los productos provenientes de la explotación de los depósitos de guano descubiertos en Mejillones y de los demás depósitos del mismo abono que se descubriesen en el territorio comprendido entre los grados 23º y 25º de latitud meridional, como también los derechos de exportación que se perciban sobre los minerales extraídos del mismo espacio de territorio que acaba de designarse''”. Y por el artículo 3º se obligaba a Bolivia a establecer en el puerto de Mejillones una aduana, como única oficina fiscal, para percibir los productos del guano, pudiendo Chile nombrar interventores para inspeccionar las entradas de aduanas y recibir la parte que conforme al tratado le correspondía.
 
A la caída del dictador boliviano [[Mariano Melgarejo|Melgarejo]], en enero de 1871, el gobierno del general [[Agustín Morales|Morales]] que le sucedió anuló los actos de la administración depuesta y resolvió modificar el tratado de límites de 1866 celebrado con Chile, que el pueblo boliviano reprobaba, porque confería derecho a Chile para intervenir en el territorio de Bolivia y explotar el guano y las riquezas minerales existentes en el desierto de Atacama, zona exclusivamente boliviana desde que se constituyó esa república.
 
A fin de resolver, mediante negociaciones diplomáticas, la tensa situación creada entre ambos países, Bolivia designó como Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Santiago a Rafael Bustillo, quien conocía ampliamente el problema de límites con el vecino país. Las gestiones de Bustillo ante el Presidente de Chile [[Federico Errázuriz Zañartu]], en el sentido de confirmar el paralelo 24 como línea divisoria de ambos territorios y anular el artículo 2º del tratado, dejando sin efecto la comunidad de bienes entre los paralelos 23 y 25, fue materia de amplias discusiones, propuestas y consultas sin que se llegara a arreglo alguno. Al final Chile insinuó a Bustillo la compra del territorio comprendido entre los paralelos 23 y 24, lo que fue rechazado de plano por el representante boliviano. Chile, deseoso de llegar a un arreglo con Bolivia que no alterase las bases sustanciales del tratado de 1866, y viendo que esto no lo podría lograr con Bustillo en [[Santiago de Chile|Santiago]], envió a [[La Paz]], como su Ministro, a Santiago Lindsay, con las instrucciones de iniciar en La Paz las conferencias que fueron suspendidas con Bustillo.
 
Cuando Bustillo estaba próximo a regresar a Bolivia, en julio de [[1872]], el general boliviano [[Quintín Quevedo]], adicto a Melgarejo, armó en Valparaíso una expedición y desembarcó en Antofagasta avanzando hasta [[Tocopilla]], donde las fuerzas bolivianas lo rechazaron. Quevedo y sus hombres se refugiaron en un buque de guerra de Chile, la corbeta “''Esmeralda''”, anclada en el puerto.
 
Cuando ocurrían los acontecimientos descritos la escuadra chilena surcaba las costas bolivianas, lo que hacía suponer que Chile protegía las intentonas revolucionarias de Quevedo.
 
Desde Iquique, cumpliendo las órdenes recibidas, Grau escribe una nota el 6 de septiembre de 1872 al Ministro de Guerra y Marina, informándole del curso de los acontecimientos y dejando en ella constancia que la mayoría de los expedicionarios que acompañaron a Quevedo eran chilenos y que la Escuadra de Chile se encontraba en Mejillones.<ref>[[:s:Nota del 6 de septiembre de 1872 de Miguel Grau al Ministro de Guerra y Marina del Perú|Nota del 6 de septiembre de 1872 de Miguel Grau al Ministro de Guerra y Marina del Perú]]</ref>
 
Dos semanas después, el 24 de septiembre, siempre en Iquique, Grau informa que no tiene noticias de interés que comunicar y, el 30, al arribar al Callao, de regreso de su viaje al sur, dirige una nota al Ministro de Guerra y Marina expresando que, “''en respuesta a su oficio de 21 del presente, le es satisfactorio decir que no ha ocurrido novedad durante la navegación''” y agrega que, en el vapor que arribó de Valparaíso el día de su salida de Iquique, “''llegó al puerto de Arica el señor Bustillo, representante de Bolivia en Chile''”.
 
Fracasada la intentona de Quevedo y de regreso Bustillo a Bolivia, prosperan en La Paz las gestiones del Ministro chileno Lindsay para determinar nuevas bases de arreglo. Se llegó así a suscribir, el [[5 de diciembre]] de 1872, el protocolo conocido con el nombre [[protocolo Lindsay - Corral|Lindsay – Corral]], por el cual se confirma el paralelo 24 como límite de Chile y Bolivia. Se estipuló asimismo que los límites orientales de Chile eran las más altas cumbres de los [[Cordillera de los Andes|Andes]]; que la partición por mitad de los derechos de exportación se referían, aparte de a los metales, al [[salitre]], [[bórax]], [[sulfato]]s y demás sustancias inorgánicas; que Chile cubriría a medias con Bolivia los gastos de la administración del departamento de [[Cobija (puerto)|Cobija]] y que ambos gobiernos se comprometían a seguir negociando, a fin de revisar y abrogar el tratado de 1866, y sustituirlo por otro que consultara mejor los intereses de las dos repúblicas. Pero este arreglo en vez de mejorar la situación de Bolivia, la desmejoraba por los nuevos derechos y beneficios que se conferían a Chile, con facultades para intervenir mayormente en territorio boliviano y, como era natural, creó más serias resistencias en el pueblo de esta república, provocando reacciones que hicieron temer se afectara la tranquilidad en la costa occidental de América.
 
Como era de esperar, la Asamblea de Bolivia rechazó prestar su aprobación al citado Protocolo y ello trajo consigo que continuaran las dificultades, reclamos y divergencias entre Bolivia y Chile. Lo cierto, real y efectivo era que el desierto boliviano de Atacama había resultado ser una zona muy rica en guano, salitre y metales de plata y cobre, productos altamente cotizados en los mercados mundiales y que el país del sur codiciaba.
 
=== Crucero por el litoral boliviano ===
La suscripción del Protocolo Lindsay–Corral en vez de solucionar el problema limítrofe entre Chile y Bolivia, lo agravó, al extremo de temerse un conflicto armado; el gobierno ordenó al comandante del ''Huáscar'', zarpar nuevamente al sur, con la finalidad de conocer el curso de los acontecimientos y prevenir eventualidades. El 4 de marzo de 1873 el monitor emprende el nuevo crucero, que lo alejará del Callao por cuatro meses, rumbo a aguas bolivianas.
 
El 13 de marzo, estando en Iquique, Grau envía al Ministro de Guerra y Marina una comunicación dando cuenta de que existe tranquilidad en el litoral, sin que haya “nada que pueda amenazar una perturbación en el orden político”. Añade que, en cumplimiento de sus instrucciones ha tratado de investigar cautelosamente los sucesos que se verifican en Chile para darse cuenta “de cualquier apresto que pudiera hacerse con algún carácter bélico”; y agrega: “no descuidaré medida alguna conducente al mejor desempeño de mi comisión”.
 
Once días después, el 24 de marzo, el [[Monitor Huáscar|Huáscar]] llega a [[Cobija (puerto)|Cobija]] y permanece en el puerto tres días. El 28, ya en Iquique, Grau escribe al Ministro de Guerra y le informa de la cariñosa acogida de las autoridades bolivianas de Cobija: {{cita|Conforme indiqué a V. S., en mi oficio del 24 del presente he permanecido tres días en el puerto de Cobija, habiendo regresado a éste en la tarde de ayer. Durante mi permanencia en esas aguas me ha sido muy satisfactorio el recibimiento hecho por las autoridades bolivianas, las que me han dispensado toda clase de atenciones, no omitiendo circunstancia alguna para manifestar sus sentimientos de adhesión al Gobierno y pueblo del Perú.}}
 
El 4 de abril, desde Iquique, Grau vuelve a informar al Ministro de Guerra “que el sur continúa sin novedad”, además de comentar que desea que el ''Huáscar'' sea una unidad de primer orden en batalla sometiendo para ello a su tripulación a “faenas doctrinales, haciendo diariamente ejercicios a fin de conseguir en la marinería la disciplina y moralidad que son tan necesarias”.
 
Satisfecho el Gobierno peruano de la forma como Grau lleva adelante su comisión, lo autoriza para que continúe los reconocimientos al sur del litoral de la República en la oportunidad que lo juzgue conveniente. Estando Grau en estas comisiones, el gobierno expide la resolución legislativa del 23 de abril de 1873, por la que se le asciende a capitán de navío efectivo.
 
El 27 de mayo el ''Huáscar'' zarpa de Iquique rumbo nuevamente a Cobija, donde fondea el 28. Al día siguiente vuelve a escribir al Ministro, avisando su llegada a este puerto e informando que toda la costa se encuentra en perfecto orden. El 2 de junio da cuenta de la desfavorable acogida dispensada al protocolo Corral–Lindsay por parte del pueblo boliviano; además, vuelve a informar de los buenos tratos con que es recibido y que demuestran la sincera simpatía de ese pueblo por el peruano: "Por lo demás, la recepción hecha tanto por ese funcionario, como por las autoridades de este puerto, y las diversas circunstancias que he tenido la ocasión de hacerles atenciones cariñosas y agasajos, en cuanto me ha sido posible, no han hecho más que estrechar los vínculos y afecciones que dichas autoridades y pueblo boliviano manifiestan sinceramente por el Gobierno y pueblo del Perú, no omitiendo la ocasión de probarlo prácticamente, una vez que han tenido la oportunidad de hacerlo".
 
Por el tenor de las cartas, es indudable que Grau no conocía en marzo de 1873, cuando zarpó del Callao para el sur, el [[Pacto Secreto Perú – Bolivia y la declaratoria de guerra al Perú|Tratado Secreto de Alianza Defensiva]], suscrito en Lima por representantes de Perú y Bolivia, el 6 de febrero de ese año, por lo que tenía que llamarle la atención la cariñosa acogida de que era objeto por las autoridades de Cobija, en los meses de marzo y junio. Pero es justo reconocer, que las autoridades bolivianas de Cobija tampoco conocían el pacto y que las recepciones y muestras de cariño tributadas a Grau y al ''Huáscar'', comandante y buque de guerra de un país aliado, obedecían en parte a instrucciones del Gobierno de Bolivia impartidas con ese objeto.
 
De regreso en Iquique, Grau se dedica a otras tareas encomendadas para mejorar el puerto de Iquique a fin de facilitar el desarrollo de las actividades portuarias. En julio de 1873 termina el crucero a lo largo del litoral boliviano, una vez desaparecidos los peligros de más graves disputas en la zona salitrera y una vez aclarado el ambiente internacional. Sin embargo la presencia del ''Huáscar'' en el Callao es corta, ya que a fines del mes siguiente nuevamente el ''Huáscar'' es comisionado al sur del litoral.
 
== Jefe de la escuadra peruana ==