Diferencia entre revisiones de «Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas»

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Las intenciones de Sarmiento al escribir el libro han sido motivo de varios debates entre sociólogos, críticos y expertos en política argentinos. Muchos piensan que Sarmiento quería dar a entender que la barbarie (representada por las figuras de Facundo y Rosas) no puede coexistir de ninguna manera con la civilización, por lo que es necesario deshacerse completamente de la primera.<ref>{{cita libro|título=El dilema argentino: civilización y barbarie|ubicación=Buenos Aires|editorial=El cielo por asalto / Imago
Mundi|año=1994|páginas=53}}</ref> [[Noé Jitrik]], el autor de ''[[Muerte y resurrección de Facundo]]'', escribe que en el libro Sarmiento se contradice a sí mismo, ya que en la primera parte se dedica a dilapidar la imagen de Facundo Quiroga y en la segunda, cuando profundiza más en su vida, lo describe de una manera diferente, sin tanta aversión, humanizando al caudillo.<ref>{{cita libro|título=Muerte y resurección de Facundo|apellidos=Jitrik|nombre=Noé|año=1983|página=59|ubicación=Buenos Aires}}</ref> Enrique Anderson Imbert explica esta contradicción explicando que la principal intención de ''Facundo'' es hundir a Rosas, y que para hacerlo Sarmiento debió valerse hasta del recurso de ''salvar'' en ciertas circunstancias a Facundo.<ref>{{cita libro|título=Genio y figura de Domingo F. Sarmiento|apellidos=Anderson Imbert|nombre=Enrique|ubicación=Buenos Aires|año=1983|páginas=64}}</ref> Sarmiento justificó su postura antirrosista afirmando que sólo cuando finalizase su gobierno, el país podría civilizarse y llegar a imitar a los pares europeos.<ref name=develacion>{{cita libro|título=El Facundo: ¿develación o debelación?|apellidos=Díaz|nombre=Honorio Alberto|ubicación=Buenos Aires}}</ref> El [[Comandante Che Guevara]] al referirse a Sarmiento, dirá "De Sarmiento se recordarán su obra educativa; como político, de su entrega de los trenes: ¡Pero será reconocido mundialmente por su Facundo, su obra majestuosa!"
 
Varios escritores han señalado que Sarmiento, además de contradecirse en la precisión de los hechos históricos, utilizó la exageración para describir la situación de las campañas y las ciudades, a las cuales caracterizó como opuestas e incapaces de convivir. Según Alberto Palcos, las campañas y las ciudades «convivían y se influenciaban unas a otras; la barbarie no era total en el campo ni la civilización en la ciudad».<ref>{{cita libro|título=Sarmiento|ubicación=Buenos Aires|editorial=El Ateneo|año=1983|página=56|apellidos=Palcos|nombre=Alberto}}</ref> Otras críticas a Sarmiento radican en su descripción de la figura del [[gaucho]], el cual actualmente es uno de los símbolos de la identidad argentina: en ''Facundo'', Sarmiento lo describe como «desocupado, despreocupado e irresponsable» además de «bárbaro y carente de civilización», basándose en las imágenes de Quiroga y Rosas, y propone desplazarlo de la sociedad hasta erradicarlo, apoyando la campaña en su contra que llevó a cabo [[Bartolomé Mitre]].<ref name=develacion />