Diferencia entre revisiones de «Francisco Franco»

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→‎Conspiración: Calvo Sotelo fue asesinado por un pistolero militante del PSOE
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El triunfo de la derecha en las elecciones de 1933 propició que la coalición Radicales-CEDA emprendiera la anulación de las reformas que tímidamente se habían iniciado.<ref> ''La derecha entendió su éxito en las elecciones de noviembre de 1933 como una oportunidad para desmontar las reformas que había intentado poner en práctica durante los diecinueve meses anteriores el gobierno de coalición republicano-socialista. [...] Los patronos y terratenientes celebraron la victoria bajando los sueldos, reduciendo el número de obreros empleados (en particular despidiendo a los sindicalistas), desalojando a los arrendatarios y subiendo los alquileres''. Preston 1994, Pg. 127.</ref> Paralelamente, en la formación socialista los moderados fueron desplazados por los miembros más radicales. [[Julián Besteiro|Besteiro]] se vio marginado y [[Largo Caballero]] e [[Indalecio Prieto]] adquirieron todo el protagonismo.<ref name="TusellOctubre">Tusell 1999 II, Cap. ''La insurrección de octubre de 1934''.</ref> Los historiadores han denominado a este periodo hasta finales de 1935 "el bienio negro", ''para señalar que fueron años reaccionarios y marcados por el fascismo''.<ref>Bachoud 2000, Pg. 119</ref> El agravamiento de la crisis económica, el retroceso de las reformas y las radicales proclamas de los líderes de la izquierda crearon un ambiente de sublevación popular. En las zonas donde los anarquistas eran mayoría se sucedieron las huelgas y los enfrentamientos de trabajadores con las fuerzas de Orden Público. En [[Zaragoza]], un conato de insurrección, en el que se levantaron barricadas y se ocuparon edificios públicos, fue sofocado con la intervención del Ejército.
 
El 26 de septiembre de 1934 se anunció la formación de un nuevo gobierno presidido también por [[Lerroux]] al que se incorporaron tres miembros de la CEDA. La actitud revanchista del anterior gobierno Lerroux y la identificación de la CEDA con posiciones fascistas<ref>''La bajada de salarios, la lucha abierta entre el nuevo gobierno y la [[Generalidad de Cataluña|Generalitat]], y la anulación de la ley de arrendamientos de cultivos votada por el Parlamento catalán: todo esto, unido a las medidas vejatorias tomadas anteriormente por Lerroux, acentúa el descontento popular y agita a la izquierda revolucionaria, a la que le preocupa también el ascenso de las [[dictadura]]s en [[Europa]]''. Bachoud 2000, Pg. 120</ref><ref>''El movimiento juvenil de [[Gil-Robles]], la Juventud de Acción Popular (JAP) realizaba grandes convocatorias fascistas en las que Gil-Robles era saludado con el grito ¡Jefe! ¡Jefe! ¡Jefe! (el equivalente español a "Duce") con la esperanza de que iniciara una "marcha sobre Madrid" para conquistar el poder''. Preston 1994, Pg. 131.</ref> provocó la reacción de la izquierda. La [[UGT]], los comunistas y los nacionalistas catalanes convocaron una insurrección que se materializó en diversas zonas del país como [[Cataluña]], el [[País Vasco]] y, principalmente [[Asturias]], donde se unió la [[CNT]]. Si en otros lugares fue sofocada con relativa facilidad, no ocurrió así en Asturias. Los mineros asaltaron la fábrica de armas de [[Trubia]], ocuparon los edificios públicos (a excepción de la guarnición de [[Oviedo]] y la Comandancia de la Guardia Civil de Sama) y detuvieron la columna del general Milán de Bosch que acudió desde León. Se cometieron asesinatos, principalmente de sacerdotes y guardias civiles, se quemaron iglesias y se saquearon edificios oficiales.
 
Franco se había convertido en el general más valorado por los sectores de la derecha, el haber estado alejado del anterior gobierno de izquierdas, permitió que no se le identificase como adicto a la República, y, tras la formación del gobierno Lerroux, se vio privilegiado por su ministro del Ejército [[Diego Hidalgo]] (quien lo propuso para el ascenso de general de División). En septiembre se encontraba, invitado por Hidalgo, en las maniobras que se realizaron en la provincia de León. Cuando el 4 de octubre estalló la insurrección, Hidalgo requirió a Franco para que, como asesor y desde Madrid, coordinase las operaciones. Se hizo venir a la Legión y a los Regulares de África, una fuerza de 18.000 soldados que, al mando del coronel [[Yagüe]], se integraron con otras unidades traídas de [[provincia de León|León]], [[Galicia]] y [[Santander]] bajo el mando supremo del general López Ochoa. Las fuerzas traídas de África y dirigidas por Yagüe se distinguieron por su especial crueldad. ''La represión fue despiadada, y las tropas extranjeras, con el beneplácito de sus jefes, se dedicaron al pillaje, con una brutalidad que dejó atónitos a los mineros sublevados''.<ref>''La idea de enviar contra los insurrectos las tropas indígenas y los legionarios indudablemente también hay que atribuírsela a Franco''. ''Parece ser'' que la petición de Hidalgo y los tres miembros de la CEDA para que Franco fuese el máximo responsable de la ofensiva contra Asturias fue cuestionada por el presidente del Gobierno que hubiese preferido un general más moderado. Bachoud 2000, Pg. 121</ref>
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El 3 de Julio Mola dio el visto bueno al plan. El día 4 el financiero [[Juan March]], instalado en Biarritz, entregó un cheque en blanco al [[Juan Ignacio Luca de Tena|marqués de Luca de Tena]], propietario del diario [[ABC]], para financiar la operación. El avión se alquiló en [[Londres]], un ''[[De Havilland DH.89 Dragon Rapide|Dragon Rapide]]'' que el día 12 ya se encontraba en [[Casablanca]] en espera de concretarse el día del pronunciamiento. Ese mismo día Franco envió un comunicado cifrado a Mola en el que planteó su retirada alegando ''"geografía poco extensa"'', lo que significaba que no se unía al plan por considerar que no se contaba con suficientes apoyos. Cuando Mola leyó el mensaje, ''montó en cólera y furioso tiró el papel al suelo''. El general Sanjurjo sentenciaría: «Con Franquito o sin Franquito» el alzamiento va adelante.<ref>Preston 1994, Pgs. 174-175</ref>
 
El día 13, en Madrid, fue asesinado el lider de la oposicion [[José Calvo Sotelo|Calvo Sotelo]] por militantes del PSOE y miembros de la Guardia de Asalto, presuntamente como represalia por el asesinato de su mando el teniente [[José del Castillo Sáez de Tejada|José del Castillo]]. La noticia de estos asesinatos provocó la indignación general, sectores de la derecha se mostraron especialmente activos y convocaron a la sublevación militar como único medio de restaurar el orden. Numerosos indecisos se sumaron a la conspiración, los rumores de un inminente golpe de Estado se extendieron y, por la tarde, [[Indalecio Prieto]] visitó a Casares en nombre de los socialistas y los comunistas para pedirle que distribuyera armas entre los trabajadores ante la amenaza de pronunciamiento, algo a lo que éste se negó. El día 14 Mola recibe otro mensaje de Franco que le transmite su decisión de unirse a la conspiración. ''Es evidente que el general Franco no se distinguió por su rebeldía o resolución el 18 de julio de 1936, circunstancia que sus hagiógrafos se han encargado de silenciar debidamente''.<ref> "Franco no se sublevó porque la situación fuese insostenible sino porque comprendió que ya no había disyuntiva. El mismo general Sanjurjo había dicho: "Con Franquito o sin Franquito salvaremos a España"". ''¿Para qué...? De Alfonso XIII a Juan III '', Juan Antonio Ansaldo. En Reig Tapia 1996, Pg. 69.</ref>
 
{{cita|A pocas semanas del golpe de Estado, en el momento en que el general Francisco Franco Bahamonde está a punto de convertirse en Franco a secas, hubiese sido decisivo saber si actuaba movido por un sentido del deber o por estrategia. Pero ese general corriente posee un rasgo excepcional: a partir de 1936, hasta su muerte, es y desea ser impenetrable. Nunca, ni en conversaciones privadas ni en entrevistas públicas, revelará cuáles habían sido sus intenciones últimas aquel verano de 1936, y sólo ofrecerá sistemáticamente algunos datos contradictorios.<ref> Bachoud 2000, Pg. 132</ref>}}