Diferencia entre revisiones de «Lamarckismo»
Contenido eliminado Contenido añadido
Revertidos los cambios de Nemo a la última edición de Rastrojo usando monobook-suite |
|||
Línea 129:
La progresión en la composición de la organización sufre aquí y allá, en la serie general de los seres, anomalías operadas por la influencia de las circunstancias de habitación [hábitat] y por la de sus hábitos adquiridos.|Filosofía zoológica, pp. 106-107.}}
[[Archivo:
«Es porque Lamarck sigue viendo una serie lineal en el mundo vivo por lo que puede ver en él el resultado de una serie cronológica de eventos. Es porque la naturaleza no da saltos por lo que las relaciones de vecindad pueden conectarse con las de descendencia. “La naturaleza sigue un orden fácil de reconocer, porque es exactamente el inverso del que observamos al recorrer los seres desde el más perfecto hasta el más simple”».<ref>Jacob, ''Lógica de lo viviente'', Cap. 3 - ''El tiempo''.</ref>Lamarck tuvo que enfrentarse, no solo al fijismo religioso, sino también al fijismo científico. Cuvier, desde su posición de autoridad como gran anatomista, formuló que la vida estaba constituida por grandes grupos perfectamente diferenciados, sin posibilidad de que desde un grupo se pudiese llegar a otro.<ref>{{cita|Cuvier fue todavía más lejos en su invalidación de la escala de la naturaleza. Usando su gran habilidad como anatomista, descrivió cuatro planes anatómicos generales diferentes para todos los animales que denominó Vertebrata (vertebrados), Mollusca (moluscos), Articulata(antrópodos) y Radiata (animales con simetría radiada). La escala natural estaba rota y era imposible pasar de un eslabón a otro por cambios adaptativos.|Antonio Fontdevila, Andrés Moya, 2003, p. 31.}}</ref> Lamarck consideró fundamental "conectar" todas las especies entre sí. Debía convencer a sus contemporáneos de la evolución de la vida auxiliado únicamente de la observación de las especies entonces conocidas y muy escasos datos paleontológicos. Desconociéndose todo sobre la herencia biológica y en ausencia de argumentos empíricos, tuvo que articular reglas que refutaran el figismo de Cuvier. Debía «conectar» todas las especies sin excepción, o justificar su falta de conexión. La constatación de una especie que no pudiera conectarse con el resto cuestionaría el hecho de la evolución. De ahí su obsesión en demostrar la gradación continua entre todas las especies y, esa gradación, trasladarla a su evolución en el tiempo.
|