Diferencia entre revisiones de «Coronación de la Virgen (Velázquez)»

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La composición de las figuras es [[triángulo|triangular]], con el vértice invertido, siguiendo la moda de la época, dando la sensación de un gran equilibrio y armonía de líneas. El protagonismo es para la imagen de María cuyo rostro se presenta con los ojos bajos, la nariz recta y los labios perfilados. La expresión es de modestia, de reverencia y emoción. La composicion del cuadro en conjunto, tanto por el color como por la forma, te recuerda un corazon. La actitud de la Virgen, senalando con su mano derecha su propio corazon, refuerza esta idea y mueve a la piedad.
 
A la derecha del espectador está Dios Padre, representado con gran dignidad como un viejo bondadoso. No debemos perder de vista, sin embargo, que Dios no tiene sexo, es decir, no es varón ni mujer. A la izquierda está [[Jesucristo]], con largos cabellos, en actitud de coronar la cabeza de la Virgen. Y en el centro, la representación del Espíritu Santo, bajo la forma de una paloma blanca. Estas tres Personas, a la misma altura, a lo lago de una hipotética línea que define la base del triángulo (representando el mismo rango de supremacía en la Divinidad).
 
Los tonos empleados por Velázquez son los azules, violetas, carmines (carmín veneciano). No emplea los rojos tradicionales. Sigue los consejos de su maestro Pacheco, escritos en el libro ''Arte de la Pintura'', pese a que en estos momentos Velázquez es ya un autor consagrado y está muy lejos del alumno que fue.