Diferencia entre revisiones de «Bucólicas»

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*'''Égloga 2ª'''. Tiene una extensión de 73 versos. Un pastor, Coridón, intenta en vano conquistar al joven Alexis, que recibe las atenciones de su amo, Yolas. Coridón trata de presentarse de la forma más favorable posible al objeto de su amor. Para ello destaca sus rústicos bienes, su aspecto físico no despreciable y sus cualidades poéticas y musicales.<br/>Virgilio mezcló en la obra elementos de los idilios III, X, XI y XXIII de Teócrito.<br/>De varios testimonios antiguos se deduce que el personaje de Alexis corresponde a un joven esclavo que Polión le había regalado cuando en un banquete el poeta exteriorizó su admiración por él.<br/>Aprovecha Virgilio las palabras que dirige Coridón a Alexis para describir el universo rural característico del género bucólico, que sirve de escenario a la acción.
 
*'''Égloga 3ª'''. TienecampoTiene una extensión de 111 versos. Esta égloga imita los idilios IV y V de Teócrito. Dos pastores, Menalcas y Dametas son rivales en el canto y la poesía. Se encuentran en el campo cuando llevan a pastar los rebaños y en su conversación intercambian pullas y acusaciones hasta que deciden competir con su arte. Buscan el arbitraje de Palemón, un propietario de la zona.<br/>El debate se realiza en forma de [[canto amebeo]]. Alternativamente (dos versos por intervención de cada uno) los jóvenes pastores cantan sus amores por muchachos y muchachas y el ambiente rural en que se desenvuelven. La competición finaliza con la sentencia de Palemón que los juzga iguales en el arte. El último verso devuelve al lector a la realidad del campo cuando Palemón dice: «Cerrad ya las acequias, muchachos. Ya han bebido bastante los prados».<br/>Los versos 84-91 aluden a Polión, a su poesía y al apoyo que prestaba al proyecto literario de Virgilio. Los dos últimos versos de este grupo critican a otros dos poetas, malos, podemos suponer, Bavio y Mevio. Este último también suscitaba la aversión de [[Quinto Horacio Flaco|Horacio]], quien le dedicó su epodo X, donde le desea todo tipo de contratiempos en una travesía marítima. No deja de ser irónico que sean las críticas de Virgilio y Horacio lo único que ha salvado la memoria de ambos poetastros.<br/>Las alusiones a Polión parecen introducidas a contrapelo en el poema. Se ha pensado que Virgilio las incluyó después de haber finalizado el poema, en los momentos previos a la publicación de la colección. De hecho, si se suprimen los ocho versos que las contienen, la bucólica tercera no sólo no sufriría, sino que resultaría más coherente.
 
*'''Égloga 4ª'''. Tiene una extensión de 63 versos. La cuarta égloga escapa del concepto bucólico. La única referencia pastoril está al comienzo, donde el poeta invoca a las musas sicilianas, es decir, a las que inspiraron a Teócrito, y les pide que eleven su tono para que sus paisajes sean dignos de un cónsul, es decir, de Polión, al que se dirige el poema. Esta invocación ocupa los tres primeros versos: ya no habrá nada más que vincule la obra al género pastoril.<br/>La égloga celebra el nacimiento de un niño, que no se identifica directamente, al que habá de acompañar el regreso de la Edad de Oro propia del reino de Saturno, que había profetizado la [[Sibila de Cumas]]. Regresará con ella [[Astrea]], diosa de la justicia, que en edades menos favorables había ascendido al cielo y ocupado un lugar entre las constelaciones. El hombre recogerá sin esfuerzo los frutos de la tierra y dejará de afanarse en la agricultura o el comercio.<br/>Probablemente este poema misterioso y revestido de ropajes proféticos no sea otra cosa que un canto de gozo ante el fin de las guerras civiles y el futuro próspero que podía intuirse.<br/>Sobre la identidad y naturaleza del niño que se menciona en la égloga se han formulado hipótesis de todo tipo. Las dos más verosímiles son las que creen que el niño de cuya mano vendrá la edad de oro pudiera ser: