Diferencia entre revisiones de «Porfirio Díaz»

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El historiador mexicano [[José López Portillo y Rojas]], en su obra ''Elevación y caída de Porfirio Díaz'', menciona que el avance nacional durante el Porfiriato también cambió la fisonomía del presidente. En [[abril]] de [[1881]], tres años antes de comenzar su segundo período presidencial, el general oaxaqueño contrajo matrimonio con [[Carmen Romero Rubio]], proveniente de las familias con mayor abolengo en la alta sociedad mexicana. Hasta ese año, —según los relatos de la época—, Díaz contaba con todos los rasgos de un militar formado en los campos de batalla: tosco en su modo de tratar con la gente, brusco, con un vocabulario adecuado para hacerse valer por encima de sus soldados, acostumbrado a escupir y sin mucho respeto por las formas sociales. Sin embargo, como el mismo Díaz relató años más tarde en sus ''Memorias'', su esposa Carmen se dedicó a formarlo dentro de la sociedad mexicana. Le enseñó el [[idioma inglés]], y nociones de [[idioma francés]], los modales de la alta sociedad, la forma de moverse y expresarse, el vocabulario adecuado para cada situación. Su fisonomía, como afirmó López Portillo y Rojas, en efecto, había cambiado. Del color moreno de su piel, pasó a tomar un tono más tostado. Como afirman varios testimonios de historiadores de la época, al regresar a la presidencia en [[1884]], Díaz ya no era Porfirio sino más bien "don Porfirio". Esta opinión la expresó el [[obispo]] [[oaxaqueño]] [[Eulogio Gillow]] a un diario de filiación [[católica]] en [[1887]]: ''"Carmelita Romero Rubio fue el alma sorprendente de la evolución del general Díaz hacia una existencia refinada y una política de conciliación de tan hondas consecuencias en la vida nacional."''<ref> Entrevista de Eulogio Gillow al semanario español ''El Heraldo de Cristo''. [[Barcelona]], [[España]], [[29 de diciembre]] de [[1887]]. </ref>
 
=== Economía ===
[[Archivo:Velasco Ferrocarril.jpg|thumb|300px|<small>El ferrocarril representó uno de los avances de la economía del Porfiriato y fue expuesto ante el mundo como símbolo de progreso. La cultura mexicana en la época de Díaz tuvo rasgos de la economía, como este cuadro de [[José María Velasco]], en que se refleja el ferrocarril del [[Valle de México]].</small>]]
 
La construcción de ferrocarriles fue uno de los puntos más importantes de la economía mexicana en el Porfiriato. El principal ferrocarril fue el que corría de la [[Cd. de México]] hasta [[Veracruz]], cuya construcción inició en [[1852]] y Lerdo de Tejada lo inauguró el [[3 de febrero]] de [[1873]]. Una vez que Díaz se consolidó en el poder comenzó la construcción de ferrocarriles en gran escala. Las principales rutas ferroviarias se dirigían hacia la frontera de [[Estados Unidos]], por lo que desde [[1880]] hasta [[1885]] las concesiones cayeron en manos de inversionistas norteamericanos. Sin embargo, entre [[1886]] y [[1895]] los empresarios provenientes del [[Reino Unido]] acapararon la totalidad de las concesiones ferroviarias, pero a partir de [[1896]] y hasta [[1905]] los estadounidenses comenzaron una contraofensiva para recuperar el control de los ferrocarriles mexicanos. Finalmente, en [[1909]] los ferrocarriles fueron nacionalizados y permanecieron en ese estado hasta [[1991]], cuando [[Carlos Salinas de Gortari]] los privatizó. Asimismo, el [[1 de junio]] de [[1880]] y el [[16 de diciembre]] de [[1881]] el [[Congreso de la Unión]] legisló en materia de ferrocarriles, sometiendo a jurisdicción del gobierno federal las concesiones a inversionistas, así como contratos, modificaciones, tendidos de vía y demás, garantizando así la injerencia del gobierno en la economía. Asimismo se estimuló el desarrollo de las compañías ferroviarias otorgando terrenos colindantes y estableciendo subsidios por cada kilómetro construido. Uno de los proyectos de las compañías norteamericanas era construir una línea entre México y Estados Unidos. Hacia [[1911]] el país contaba con más de 20.000 kilómetros de vías ferroviarias, cuando en [[1876]] apenas existían 800. Cuando en [[1908]] el [[periodista]] [[James Creelman]] le entrevistó, Díaz afirmó: ''"Los ferrocarriles han desempeñado importante papel en la conservación de la paz en México. Cuando por primera vez me posesioné de la presidencia en 1876,, sólo existían dos pequeñas líneas que comunicaban la capital con Veracruz y Querétaro. Hoy tenemos más de 19.000 millas de vías férreas"''.<ref name="Creelman"> Entrevista de James Creelman a Porfirio Díaz. [[Ciudad de México]], [[Distrito Federal]], [[18 de mayo]] de [[1908]]. </ref><ref> {{cita web
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|título = Estudio de los Ferrocarriles Mexicanos durante el Porfiriato
|fechaacceso = 19-11-2007
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|autor = Sandra Kuntz Ficker
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Otro factor que permitió el desarrollo del México porfiriano fue la [[inversión]] extranjera, ya que los empresarios de otros países<ref> En el México porfiriano destacaron los inversionistas provenientes de [[Alemania]], [[Francia]], [[Inglaterra]], [[Reino Unido]] y [[Estados Unidos]]. </ref> deseaban aprovechar los [[recursos naturales]] de México, que no pudieron ser explotados por los mexicanos durante el [[siglo XIX]] debido a las guerras civiles e intervenciones extranjeras. Esto ocurrió durante el marco mundial de la competencia económica, en que las potencias económicas luchaban por conseguir la primacía mundial. Durante este período en México creció la [[industria]], en su rama extractiva, la [[agricultura]] de productos tropicales encaminada a la [[exportación]], además de todas las ramas de la economía, que siempre estuvieron orientadas al desarrollo de México en el exterior. Díaz y sus asesores concedieron todas las facilidades necesarias a los inversionistas extranjeros, a fin de que desarrollaran su actividad y, con el apoyo del gobierno, pronto dominaron la economía del país. Situación que, por supuesto, no fue bien vista por todos aquellos que defendían la idea de que el desarrollo económico del país debía depender de mano y obra y financiamiento mexicanos y no extranjeros.<ref> {{cita web