Diferencia entre revisiones de «Acento léxico»

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=== En latín ===
En [[latín]] el acento prosódico era predictible y recaía en la penúltima sílaba, pero solamente si ésta era larga (obviamente las palabras monosílabas lo llevaban en esta única sílaba que tenían, mientras que las bisílabas, en la primera); en caso contrario recaía en la antepenúltima. En latín, una sílaba podía ser larga por dos razones: era larga por naturaleza, si llevaba una vocal larga; y también era larga si llevaba una vocal breve, pero le seguían dos consonantes. Este tipo de acento podía interpretarse en temas de [[mora (lingüística)|moras]], siendo que las sílabas largas tenían dos moras y las otras una mora, así el acento recaía en la penúltima mora antes de la última vocal. Debido a esta predictibilidad del acento latino este no tenía valor fonológico distintivo.
 
=== En español ===
El acento del español es históricamente heredado del latín, aunque a diferencia del latín y debido a cambios fonéticos como las [[elisión|elisiones]] ya no es predictible y por tanto tiene valor fonológico, esto es particularmente importante en los verbos, donde la posición del acento permite distinguir ''animo'' (1ª presente) de ''animó'' (3ª pasado) de un sustantivo como ''ánimo''. Aunque en castellano desapareció la cantidad vocálica (o silábica) en la pronunciación, el acento precisamente indica las huellas de la misma. Un buen ejemplo para ello son las palabras ''cóncavo'' y ''convexo''. La lógica nos diría que son dos palabras gemelas; entonces ¿por qué la primera es esdrújula y la segunda llana? La explicación es que en la palabra CÓNCAVO la penúltima sílaba en latín era breve, porque lleva una consonante y una vocal (-CA-), pero en la segunda era larga, porque lleva dos consonantes en la pronunciación por la X /kon-BEK-so/ (aunque la X es una letra, fonológicamente representa dos distintos fonemas seguidos, los cuales en la pronunciación pertenecen a dos sílabas diferentes), de manera que para los latinos hubiera sido imposible pronunciar esta palabra como esdrújula, pues la X "atrae" el acento.
 
En español también existen palabras agudas; o sea, las que llevan el acento prosódico en la última sílaba. Este rasgo también es heredado del latín: las palabras españolas que hoy son agudas, originalmente fueron ''llanas'' (o ''graves)'' en latín y en castellano medieval, pero luego perdieron la última sílaba, haciéndose agudas. Por ejemplo la palabra castellano ''amor'' no viene del nominativo latino <small>AMOR</small> (que en latín era palabra llana pronunciándose /ámor/) sino del acusativo <small>AMORE(M)</small> /amóre/ (en latín vulgar no se pronunciaba la <small>M</small> final) que luego, perdiendo la E final, se convirtió en ''amor'' /amór/.
 
=== En inglés ===