Diferencia entre revisiones de «Despotismo ilustrado»

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También se le suele llamar '''despotismo benevolente''' o '''absolutismo ilustrado'''; y a quienes lo ejercen '''dictador benevolente'''.
 
== Orígenes y desarrollo ==
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En la tercera mitad del siglo XVII, algunos reyes intentaron conciliar el absolutismo con las ideas de progreso de la ilustración. Surgió así el despotismo ilustrado, una forma de gobierno resumida en el principio "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". En ella, el monarca siguió concentrando todos los poderes, pero se consideró el primer servidor del Estado, llevando a cabo ciertas reformas para alcanzar el progreso y la felicidad de sus súbditos.
 
El despotismo ilustrado se impuso en numerosos estados, como Francia con [[Luis XV de Francia|Luis XV]], España con [[Carlos III de España|Carlos III]], Portugal con [[José I de Portugal|Jose I]], Rusia con [[Catalina II de Rusia|Catalina II]], Austria con [[José II de Habsburgo|José II]] y Prusia con [[Federico II el Grande|Federico II]]. Estos monarcas ilustrados llevaron a cabo en sus países diversas reformas: centralizaron la administración, unificando la legislación y las instituciones de todo el territorio; modernizaron la economía, fomentando la agricultura, la industria y el comercio; mejoraron las condiciones de vida del tercer estado; intervinieron en los asuntos de la iglesia, permitiendo la venta de alguno de sus bienes o expulsando a las órdenes religiosas que se oponían a sus principios, como los jesuitas; y fomentaron la instrucción pública, las ciencias y las artes.
 
Fue la forma de gobierno que algunos monarcas europeos, intentaron aplicar a principios de la Ilustración sin renunciar a ninguno de sus derechos.
''"Todo para el pueblo, pero sin el pueblo"'': daban educación, sanidad, para tener al pueblo contento.
 
Aunque a lo largo del [[siglo XVIII]] el Estado absolutista conoció cambios en su funcionamiento, éstos no afectaron a la estructura fundamental del poder absoluto. Con el sistema político instaurado por las monarquías reformistas se observa que el monarca sigue siendo el centro de poder y no tiene obligación de justificar sus acciones, las ideas de la [[Ilustración]] empiezan a hacerse ver entre las técnicas políticas. El absolutismo ilustrado seguía un principio básico, aumentando el bienestar del pueblo y dándole una educación básica, pero no excesiva, se conseguía que el nivel cultural del pueblo aumentase, aumentaban las posibilidades económicas de los más desfavorecidos.
 
A pesar de que los filósofos ilustrados criticaron la política y la sociedad de su época, no pretendieron que los cambios se dieran por la vía revolucionaria; confiaban más bien en un cambio pacífico orientado desde arriba para educar a las masas no ilustradas. Varios monarcas aceptaron las ideas propuestas por la ilustración y dieron origen al absolutismo ilustrado.
 
Los problemas del Estado absolutista requerían de la colaboración de hombres cualificados y con nuevas ideas, dispuestos a reformar e impulsar el desarrollo político y económico de las naciones. El monarca ilustrado es un soberano que acepta los principios de la Ilustración y desea ponerlos en práctica para lograr una mayor eficacia en el Estado, en beneficio de éste y de los súbditos.
 
En los Estados donde la monarquía absoluta era débil y la [[aristocracia]] poderosa, como [[Suecia]], [[Dinamarca]] o [[Polonia]], la monarquía tenía que compartir su soberanía con los estamentos privilegiados. Por el contrario, las nuevas grandes potencias del siglo XVIII con monarquías absolutas poderosas, como [[Prusia]] y [[Rusia]], crearon un ejército potente y una burocracia eficaz a lo largo del siglo.
 
Por otra parte, era una manera de dar una nueva imagen de las monarquías absolutas para que parecieran una forma de gobierno más transigentes con el pueblo, una manera de mejorar la imagen de las Coronas ante los ojos de los Ilustrados de ideas más renovadoras y revolucionarias.
 
[[Archivo:Cath2russia.jpg|thumb|200px|Catalina II fue una gran impulsora del arte y la educación en Rusia.]]
Algunos de sus principales representantes son [[Federico II el Grande]] de Prusia, [[María Teresa I]] de Austria, [[Catalina II de Rusia]], [[Carlos III de España]] y [[Gustavo III]] de [[Suecia]] estos se mostraron tolerantes con las ideas reformistas de la Ilustración e incluso acogieron en su Corte a alguno de los grandes ilustrados como es el caso de [[Voltaire]] y [[Diderot]], lo que explicará en parte la aparición en el año [[1789]] de la [[Revolución francesa]]. El carácter primordial es su espíritu crítico y escéptico.
 
El absolutismo ilustrado se inscribe así en la línea del absolutismo del siglo XVII, esto es, en el refuerzo del [[Estado]] dentro de un marco territorial nacional, en la expansión económica bajo la protección estatal y en el desarrollo comercial en manos de una burguesía que proporciona administradores y financieros a la propia monarquía.
 
En general, los Estados absolutos eran poco eficientes por la difícil coexistencia entre dos tendencias antagónicas: la autonomía corporativa de los gremios, las iglesias y los señoríos.
 
Se puede resumir en una frase '''''todo para el pueblo,por el pueblo, pero sin el pueblo'''''. De esta frase podemos destacar dos ideas:
 
* La búsqueda del bien de la nación. Se trata de unas reformas que provienen desde el poder, sin contar con la opinión de los ciudadanos.
 
* Este sistema político es el que hará crisis en los últimos años del siglo provocando lo que se conoce como antiguo régimen.
 
== Grandes intelectuales ilustrados ==