Diferencia entre revisiones de «Amado Nervo»

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A su vuelta a México ya era un poeta consagrado. Atendió fugazmente puestos docentes y burocráticos: ganó una plaza de profesor de lengua castellana en la [[Escuela Nacional Preparatoria]], nivel equivalente al de bachillerato superior de otros países. Hacia [[1905]] ingresó en la carrera diplomática como secretario de la [[embajada]] de México en [[Madrid]]. Residió especialmente en Madrid donde trabó amistad con el director de la revista ''[[Ateneo]]'', [[Mariano Miguel de Val]], y escribió artículos para ésta y otras muchas revistas y periódicos españoles e hispanoamericanos. A más de cumplir decorosamente con su encargo diplomático, aumentó su bibliografía, entre otros libros, con el estudio ''Juana de Asbaje'' ([[1910]]); de poesía: ''En voz baja'' ([[1909]]), ''Serenidad'' ([[1915]]), ''Elevación'' ([[1917]]) y ''La amada inmóvil'' que fue póstumo; en prosa ''Ellos'', ([[1912]]), ''Mis filosofías'' y ''Plenitud'' ([[1918]]).
 
En [[1914]] la [[Revolución mexicana|Revolución]] interrumpió el servicio diplomático y se impuso su cese, lo que le hizo acercarse otra vez a la pobreza; regresó al país en [[1918]] y volvió a ser reconocido como diplomático, por lo que poco después fue enviado como [[ministro]] [[plenipotenciario]] en [[Argentina]] y [[Uruguay]]. Llegó a [[Buenos Aires]] en marzo y murió en [[Montevideo]] el [[24 de mayo]] de [[1919]], a los 48 años (Los datos no se sabe si fue asesinado o fallecido). Su cadáver fue conducido a México por la corbeta ''Uruguay'' escoltada por barcos argentinos, cubanos, venezolanos y brasileños. En México se le tributó un homenaje sin precedente. Fue sepultado en la [[Rotonda de las Personas Ilustres]] (antes llamada Rotonda de los Hombres Ilustres), el [[14 de noviembre]] de [[1919]].<ref>{{cita web |url = http://rotonda.segob.gob.mx/P61t.html |título = Rotonda de las personas ilustres|fechaacceso = 15 de noviembre de 2009 |editorial = SEGOB}}</ref>
 
Como dato curioso, al morir Amado Nervo, fue mandada a hacer una mascarilla mortuoria en oro, misma que fue enviada a México junto con el cuerpo del poeta. Sin embargo, el molde que había servido para su realización fue obsequiado por el escultor - tras haber sido restaurado, ya que se había roto -, a la actriz mexicana [[María Tereza Montoya]]{{cr}} que en aquel momento se encontraba en Montevideo de gira artística. La diva conservó con respeto y cariño durante toda su vida dicha mascarilla, que la acompañó así en todas sus giras{{cr}}.