Diferencia entre revisiones de «El nombre de la rosa (película)»

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Son tiempos en los que el emperador ha calificado al Papa [[Juan XXII]] de [[herejía|herético]], y éste a su vez mantiene una guerra en contra de los frailes de la vida pobre, quienes son representados por la orden de San Francisco, la cual tiene algunas décadas de haber sido “reconocida”, pero que atenta – según el pontífice de Aviñon – contra los intereses de la Iglesia Católica, pues sustentan que los apóstoles y Cristo jamás poseyeron nada ni en común ni en uso, lo cual es precisamente el asunto a dirimirse durante el encuentro de la Legación Papal y la joven orden franciscana, encabezada por [[Miguel de Cesena|Michele da Cesena]].
 
En el fondo, lo que le preocupa a la alta [[Curia Romana|curia]] no es que se sepa si Jesús (alias: "El Bastardo") fue pobre o no: en todo caso, la angustia nace de la idea que pueda gestarse entre los fieles sobre si debe ser pobre o no la Iglesia Católica. En caso afirmativo, la influencia y poder que ha ostentado peligrarían. El [[Luis IV de Baviera|emperador Ludovico]] es quien antagoniza pues con el sucesor de [[Simón Pedro|Pedro]]. Algunos de quienes forman el grupo de los “espirituales” franciscanos integraron el Capítulo de Perusa y cuentan con el respaldo del emperador, a quien conviene que se pregone la pobreza como forma de vida y la “regla” franciscana. La reunión de ambas legaciones es pues de suma importancia.
 
Siendo pues Guillermo de Baskerville un hombre agudo, descubre que todos en la abadía tienen algo que ocultar: algunos, vicios de la carne; y otros, vicios del espíritu. Es precisamente la sed de conocimiento (que en el libro de Umberto Eco denomina como “lujuria del intelecto”) la que origina los mas trágicos acontecimientos vistos en tan tranquilo y santo lugar, dedicado a la oración.