Diferencia entre revisiones de «Agustín de Hipona»
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[[Archivo:Sainte Monique.jpg|thumb|''San Agustín y Santa Mónica'' (1846), por [[Ary Scheffer]].]]
=== Infancia y juventud ===
San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un gran interés hacia la [[literatura]], especialmente la griega clásica y poseía gran [[elocuencia]]. Sus primeros triunfos tuvieron como escenario [[Madaura]] y [[Cartago]]. Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible atracción hacia el [[teatro]]. Al mismo tiempo, gustaba en gran medida de recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en aquellos primeros años de su juventud. Allí mismo en Cartago se destacó por su genio [[retórica|retórico]] y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual y mujeriego, no abandonó sus estudios, especialmente los de [[filosofía]]. El propio Agustín hace una crítica muy dura y amarga de esta etapa de su juventud en sus ''[[Confesiones]]''.
A los diecinueve años, la lectura de ''Hortensius'' de [[Cicerón]] despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedica de lleno al estudio de la [[filosofía]]. Además, será en esta época cuando el joven Agustín conocerá a una mujer con la que mantendrá una relación estable de catorce años y con la cual tendrá un hijo: Adeodato.
En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasa de una escuela filosófica a otra sin que encuentre en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abraza el [[maniqueísmo]]
Cuenta la tradición que un día San Agustín paseaba por la orilla del mar, dándole vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas la doctrina de la Trinidad. De repente, alza la vista y ve a un hermoso niño, que está jugando en la arena, a la orilla del mar. Le observa más de cerca y ve que el niño corre hacia el mar, llena el cubo de agua del mar, y vuelve donde estaba antes y vacía el agua en un hoyo. Así el niño lo hace una y otra vez. Hasta que ya San Agustín, sumido en gran curiosidad se acerca al niño y le pregunta: "Oye, niño, ¿qué haces?" Y el niño le responde: " Estoy sacando todo el agua del mar y la voy a poner en este hoyo". Y San Agustín dice: "Pero, eso es imposible". Y el niño responde: "Más imposible es tratar de hacer lo que tú estas haciendo: Tratar de comprender en tu mente pequeña el misterio de Dios".{{sinreferencias}}
Sumido en una gran frustración personal, decide en [[383]] partir para [[Roma]], la capital del [[Imperio romano|Imperio]]. Su madre le acompaña en este viaje. En Roma enferma de gravedad y gracias a su amigo y protector [[Símaco]], [[prefecto de Roma]] fue nombrado "magister rhetoricae" en [[Mediolanum]] (actual [[Milán]]).
=== Conversión al cristianismo ===
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