Diferencia entre revisiones de «Caída de Constantinopla»

Contenido eliminado Contenido añadido
Deshecha la edición 36876784 de 190.28.189.190 (disc.)
Línea 56:
== La caída de Constantinopla ==
 
=== Búsqueda de apoyo en el Occidente ===
===
 
El [[cisma]] entre las Iglesias católicas [[Iglesia Católica|Romana]] y [[Iglesia Ortodoxa|Ortodoxa]] había mantenido a Constantinopla distante de las naciones occidentales e, incluso durante los asedios de los turcos musulmanes, no había conseguido más que indiferencia de [[Roma]] y sus aliados. En un último intento de aproximación, teniendo en vista la constante amenaza turca, el emperador [[Juan VIII Paleólogo|Juan VIII]] promovió un concilio en [[Ferrara]], en Italia, donde se resolvieron rápidamente las diferencias entre las dos confesiones. Entretanto, la aproximación provocó tumultos entre la población bizantina, dividida entre los que rechazaban a la iglesia romana y los que apoyaban la maniobra política de Juan VIII.
 
=== Constantino XI y Mehmed II ===
 
[[Archivo:Gentile Bellini 003.jpg|thumb|Mehmed II Fatih]]
 
Juan VIII había muerto en [[1448]] y su hermano [[Constantino XI]] asumió el trono al año siguiente (mientras tanto la regente en Constantinopla fue Elena Dragases, madre de ambos). Era una figura popular, habiendo luchado en la resistencia bizantina en el [[Peloponeso]] frente al ejército otomano, mas seguía la línea de su hermano y predecesor en la conciliación de las iglesias oriental y occidental, lo que causaba desconfianza no sólo entre el clero bizantino sino también en el sultán [[Murad II]], que veía esta alianza como una amenaza de intervención de las potencias occidentales en la resistencia a su expansión en Europa.
 
En [[1451]] Murad II murió, siendo sucedido por segunda vez por su joven hijo [[Mehmed II]]. Inicialmente, Mehmed prometió no violar el territorio bizantino. Esto aumentó la confianza de Constantino que, en el mismo año, se sintió seguro y suficiente para exigir el pago de una renta anual para la manutención de un oscuro príncipe otomano, mantenido como rehén, en Constantinopla. Furioso, más por el ultraje que por la amenaza a su pariente en sí, Mehmed II ordenó los preparativos para un asedio completo a la capital bizantina.
 
=== Preparativos ===
 
Ambos bandos se prepararon para la guerra. Los bizantinos, ahora, con la simpatía de las naciones occidentales, enviaron mensajeros a dichas naciones pidiendo refuerzos y consiguiendo promesas. Tres navíos [[Génova|genoveses]] contratados por el Papa estaban en camino con armas y provisiones. El Papa también había enviado al [[Cardenal (título)|cardenal]] Isidro, con 300 arqueros [[Nápoles|napolitanos]] como su guardia personal. Los venecianos enviaron a mediados de 1453 un refuerzo de 800 soldados y 15 navíos con pertrechos, mientras que los ciudadanos venecianos residentes en Constantinopla aceptaron participar de las defensas de la ciudad. La capital bizantina también recibió refuerzos de los ciudadanos de Pera y de los genoveses renegados, entre los cuales estaba su [[capitán]] [[Giovanni Giustiniani Longo]], quien se encargaría de las defensas de la muralla este, y 700 soldados. Se aprestaron a la defensa con barriles de [[fuego griego]], armas de fuego, y todos los hombres y jóvenes capaces de empuñar una [[espada]] o un [[arco (arma)|arco]].
Para esa época Constantino XI Paleólogo había hecho un censo en la ciudad para ver las fuerzas disponibles para la defensa de Constantinopla. El resultado fue decepcionante: la población apenas llegaba los 50.000 habitantes (en su máximo esplendor en el siglo V había llegado a 500.000 habitantes) y apenas había entre 5.000 a 7.000 soldados para la defensa.
 
Los otomanos, a su vez, iniciaron el cerco construyendo rápidamente una muralla 10 kilómetros al norte de Constantinopla, ''Anadoluhisari''. Mehmed II sabía que los asedios anteriores habían fracasado porque la ciudad recibía suministros a través del mar y entonces trató de bloquear las dos entradas, la del [[Mar Negro]], con una fortaleza armada con tres [[Cañón (artillería)|cañones]] (Rumeli Hisari) en el punto más estrecho de la orilla del [[Bósforo]], y con a lo menos 125 navíos ocupando los [[Dardanelos]], el [[Mar de Mármara]] y el oeste del Bósforo.
 
Mehmed también reunió un ejército estimado en 100.000 soldados, 80.000 de los cuales eran combatientes turcos profesionales; los demás, reclutas capturados en campañas anteriores, mercenarios, aventureros, voluntarios de [[Anatolia]], los bashi-bazuks y renegados cristianos, los cuales serían empleados en los asaltos directos. 12.000 de estos soldados eran [[jenízaros]] (infantería) y 15.000 [[sipahi|cipayos]] (caballería), la élite del ejército otomano. Al inicio de 1452, un ingeniero de artillería húngaro llamado Urbano ofreció sus servicios al sultán. Mehmed le hizo responsable de la instalación de los cañones en su nueva fortaleza y la fabricación de un inmenso cañón de nueve metros de longitud (llamado gran bombarda), el cual fue llevado a las cercanías de Constantinopla empujado por varios cientos de bueyes y auxiliado por un contingente de 100 hombres a la velocidad de 2 km por día. A todos estos se les sumaban aquellos que animaban a la batalla con sus tambores y trompetas y que se contaban por miles, no cesando de tocar en ninguno de los momentos del asedio, además del apoyo de los [[derviches]] que incitaban a destruir la ciudad.
 
El sultán prometió a sus hombres que estarían tres días de pillaje y botín, enardeciendo así los ánimos entre ellos, además de asegurar que aquel que coronara primero la muralla sería nombrado gobernador ([[bey]]) de una de las provincias del Imperio bizantino.
 
=== El ataque otomano ===
 
El sitio comenzó oficialmente el [[7 de abril]] de [[1453]], cuando el gran cañón disparó el primer tiro en dirección al [[valle]] del [[Río Lico]], junto a la puerta de San Romano, que penetraba en Constantinopla por una depresión bajo la [[muralla]], lo cual posibilitaba el posicionamiento del cañón en una parte más alta. La muralla, hasta entonces imbatida en aquel punto, no había sido construida para soportar ataques de [[artillería]], y en menos de una semana comenzó a ceder, pese a ser la mejor arma contra los otomanos, ya que constaba de tres anillos gruesos de murallas con fosos de entre 30 y 70 metros de profundidad. Todos los días, al anochecer, los bizantinos se escabullían fuera de la ciudad para reparar los daños causados por el cañón con sacos y barriles de [[arena]], [[piedra]]s despedazadas de la propia muralla y empalizadas de madera, mientras los defensores se defendían con sus arqueros mediante lanzamientos de flechas y con ballesteros de dardos. Los otomanos evitaron el ataque por la costa, puesto que las murallas eran reforzadas por torres con cañones y artilleros que podrían destruir toda la flota en poco tiempo. Por eso, el ataque inicial se restringió casi solamente a un frente, lo que facilitó tiempo y mano de obra suficientes a los bizantinos para soportar el asedio.
 
Al comienzo del cerco, los bizantinos consiguieron dos victorias alentadoras. El [[12 de abril]], el almirante [[Bulgaria|búlgaro]] al servicio del sultán [[Suleimán Baltoghlu]] fue rechazado por la armada bizantina al intentar forzar el pasaje por el [[Cuerno de Oro]]. Seis días después, el Sultán intentó un ataque a la muralla dañada en el valle del Lico, pero fue derrotado por un contingente menor, aunque mejor armado, de bizantinos, al mando de Giustiniani.
 
El [[20 de abril]] los bizantinos avistaron los navíos enviados por el [[Papa]], además de otro navío griego con grano de [[Sicilia]], que atravesaron el bloqueo de los [[Dardanelos]] cuando el sultán desplazó sus navíos hacia el [[Mar de Mármara]]. Baltoghlu intentó interceptar los navíos cristianos, pero vio que su flota podía ser destruida por los ataques de [[fuego griego]] arrojado sobre sus embarcaciones. Los navíos llegaron con éxito al Cuerno de Oro y Baltoghlu fue humillado públicamente por el sultán y ejecutado.
 
El [[22 de abril]], el sultán asestó un golpe estratégico en las defensas bizantinas con la ayuda de la gran maniobra ideada por su general Zaganos Pasha. Imposibilitados para atravesar la cadena que cerraba el Cuerno de Oro, el sultán ordenó la construcción de un camino de rodadura al norte de Pera, por donde sus navíos podrían ser empujados por tierra, evitando la barrera. Con los navíos posicionados en un nuevo frente, los bizantinos no tendrían recursos para reparar después sus murallas. Sin elección, los bizantinos se vieron forzados a contraatacar y el [[25 de abril]] intentaron un ataque sorpresa a los turcos en el Cuerno de Oro, pero fueron descubiertos por espías y ejecutados. Los bizantinos, entonces, decapitaron a 260 turcos cautivos y arrojaron sus cuerpos sobre las murallas del puerto.
 
Bombardeados diariamente en dos frentes, los bizantinos raramente eran atacados por los soldados turcos. El [[7 de mayo]], el sultán intentó un nuevo ataque al valle del Lico, pero fue nuevamente repelido. Al final del día, los otomanos comenzaron a mover una gran torre de asedio, pero durante la noche, los soldados bizantinos consiguieron destruirla antes de que fuese usada. Los turcos también intentaron abrir túneles por debajo de las murallas, pero los griegos cavaban del lado interno y atacaban de sorpresa con fuego o agua. Con los impactos de artillería de los cañones las murallas sufrían grandes brechas por donde penetraban los jenízaros, que para salvar los fosos se dedicaban a recoger ramas, toneles, además de los bloques de piedra de las murallas derruidas, para rellenar los fosos y poder penetrar para luchar cuerpo a cuerpo con los bizantinos.
 
La mano de obra estaba sobrecargada, los soldados cansados y los recursos escaseaban. El mismo [[Constantino XI]] coordinaba las defensas, inspeccionaba las murallas y animaba a las tropas por toda la ciudad.
 
=== Malos presagios ===
 
La resistencia de Constantinopla comenzó a decaer cuando cundió el desánimo causado por una serie de malos presagios. En la noche del [[24 de mayo]] hubo un [[eclipse lunar]], recordando a los bizantinos una antigua profecía de que la ciudad sólo resistiría mientras la [[Luna]] brillase en el cielo. Al día siguiente, durante una procesión, uno de los [[icono]]s de la [[María (madre de Jesús)|Virgen María]] cayó al suelo. Luego, de repente, una tempestad de lluvia y granizo inundó las calles. Los navíos prometidos por los [[venecia]]nos todavía no habían llegado y la resistencia de la ciudad estaba al límite.
 
Al mismo tiempo, los turcos otomanos afrontaban sus propios problemas. El costo para sostener un ejército de 100.000 hombres era muy grande y los oficiales comentaban la ineficiencia de las estrategias del Sultán hasta entonces. [[Mehmed II]] se vio obligado a lanzar un ultimátum a Constantinopla: los turcos perdonarían las vidas de los [[cristiano]]s si el emperador entregaba la ciudad. Como alternativa, prometió levantar el cerco si Constantino pagaba un pesado tributo. Como los tesoros estaban vacíos desde el saqueo de la [[Cuarta Cruzada]], Constantino se vio obligado a rechazar la oferta y Mehmed, a lanzar un ataque rápido y decisivo.
 
=== El asalto final ===
[[Archivo:Walls of Istanbul 06090.jpg|300px|thumb|Restos de las murallas de Constantinopla.]]
Mehmed ordenó que las tropas descansasen el día [[28 de mayo]] para prepararse para el asalto final en el día siguiente, ya que sus astrólogos le habían profetizado que el día 29 sería un día nefasto para los infieles. Por primera vez en casi dos meses, no se oyó el ruido de los [[Cañón (artillería)|cañones]] ni de las tropas en movimiento. Para romper el silencio y levantar la moral en el momento decisivo, todas las iglesias de Constantinopla tocaron sus campanas durante todo el día. El Emperador y el pueblo rezaron juntos en [[Santa Sofía]] por última vez, antes de ocupar sus puestos para resistir el asalto final, que se produjo antes del amanecer.
 
Durante esa madrugada del día [[29 de mayo]] de [[1453]], el sultán otomano Mehmed lanzó un ataque total a las murallas, compuesto principalmente por mercenarios y prisioneros, concentrando el ataque en el valle del Lico. Durante dos horas, el contingente principal de [[mercenario]]s europeos fue repelido por los soldados bizantinos bajo el mando de Giustiniani, provistos de mejores armas y armaduras y protegidos por las murallas. Pero con las tropas cansadas, tendrían ahora que afrontar al ejército regular de 80.000 turcos.
 
El ejército turco atacó durante más de dos horas, sin vencer la resistencia bizantina. Entonces hicieron espacio para el gran cañón, que abrió una brecha en la muralla por la cual los turcos concentraron su ataque. [[Constantino]] en persona coordinó una cadena humana que mantuvo a los turcos ocupados mientras la muralla era reparada. El Sultán, entonces, hizo uso de los [[jenízaros]], que trepaban la muralla con escaleras. Sin embargo, tras una hora de combates, los jenízaros todavía no habían conseguido entrar a la ciudad.
 
Con los ataques concentrados en el valle del Lico, los bizantinos cometieron la imprudencia de dejar la puerta de la muralla noroeste (la Kerkaporta) semiabierta. Un destacamento jenízaro otomano penetró por allí e invadió el espacio entre las murallas externa e interna, muriendo muchos de ellos al caer al foso. Se dice que el primero en llegar fue un gran soldado llamado Hassan, que murió por una lluvia de flechas bizantinas. En ese momento, el comandante [[Giustiniani]] fue herido y fue evacuado apresuradamente hacia un navío. Constantino, avisado inmediatamente del hecho, fue hacia él y lo quiso convencer de no alejarse del lugar, le habló de la importancia de mantenerse como sea en el campo de batalla, pero el genovés habría intuido la gravedad del asunto y lamentablemente se mantuvo firme en su deseo de retirarse para ser atendido. Cuando el resto de los soldados genoveses vieron que se llevaban a su capitán pasó lo que era de esperar: se desmoralizaron y desertaron de sus puestos en la muralla siguiendo el camino de su capitán, justo en el preciso momento en que arreciaban las fuerzas de los jenízaros en el lugar.
 
Sin su liderazgo, los soldados griegos lucharon desordenadamente contra los disciplinados turcos. La muerte de [[Constantino XI]] es una de las leyendas más famosas del asalto, ya que el Emperador luchó hasta la muerte en las murallas tal y como había prometido a Mehmed II cuando este le ofreció el gobierno de Mistra a cambio de la rendición de Constantinopla. Su cabeza fue decapitada y capturada por los turcos, mientras que su cuerpo era enterrado en Constantinopla con todos los honores.
 
Giustiniani también moriría más tarde, a causa de las heridas, en la isla griega de [[Quíos]], donde se encontraba anclada la prometida escuadra [[venecia]]na a la espera de vientos favorables.
 
=== Captura y control otomano ===
 
Mehmed II entró en la ciudad por la tarde, junto a sus generales [[Zaganos Pasha]] y [[Mahmud Pasha]], y ordenó que la catedral (Santa Sofía) fuese consagrada como [[mezquita]]. En un principio prometió a sus hombres un saqueo de 3 días, pero impidió que tocaran Aya Sofía maravillado por ella y ofreció a todos sus habitantes quedarse en sus casas con sus bienes. El contingente bizantino recibió autorización para residir en la ciudad bajo la autoridad de un nuevo patriarca, el teólogo Jorge Scolarios, que adoptó el nombre de Genadio II, designado por el propio Sultán para asegurarse de que no habría revueltas. Desde entonces quien tenía el control religioso de Palestina fue Atenas.
 
De cualquier forma, fue el fin del último reducto de la cultura clásica, el último vestigio del [[Imperio romano]]. Constantinopla fue llamada desde ese entonces Istanbul (del griego clásico eis tên Polin (εις τήν Πόλι(ν), en castellano [[Estambul]]) y pasó a ser la capital de un nuevo imperio que llegaría hasta las mismas puertas de [[Viena]], el [[Imperio otomano]].
 
== Implicaciones ==