Diferencia entre revisiones de «Agricultura»

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[[Archivo:Maler der Grabkammer des Sennudem 001.jpg|thumb|250px|Campesino arando. Pintura en la tumba de Sennedyem, ca. 1200 a. C. [[Egipto]].]]
 
El comienzo de la agricultura se encuentra en el período [[Neolítico]], cuando la economía de las sociedades humanas evolucionó desde la recolección, la [[caza]] y la [[Pesca comercial de peces|pesca]] a la agricultura y la [[ganadería]]. Las primeras [[planta]]s cultivadas fueron el [[trigo]] y la [[cebada]]. Sus orígenes se pierden en la prehistoria y su desarrollo se gestó en varias culturas que la practicaron de forma independiente, como las que surgieron en el denominado [[Creciente fértil]] (zona de [[Oriente Próximo]] desde [[Mesopotamia]] al [[Antiguo Egipto]]), las culturas precolombinas de [[América Central]], la cultura desarrollada por los chinos al este de [[Asia]], etc.
Neolítico es un periodo de la Prehistoria que se inicia con la aparición de la agricultura y los primeros asentamientos en forma de aldea. Se extiende entre los años 8.000 y 3.000 antes de Cristo. Su nombre proviene de los términos griegos neo: nuevo y litos: piedra; es decir, la Nueva Edad de Piedra.
 
Se produce una transición, generalmente gradual, desde la economía de caza y recolección a la agrícola. Las razones del desarrollo de la agricultura pudieron ser debidas a cambios climáticos hacia temperaturas más templadas; también pudieron deberse a la escasez de caza o alimentos de recolección, o a la desertización de amplias regiones. A pesar de sus ventajas, según algunos [[antropólogo]]s, la agricultura significó una reducción de la variedad en la dieta, creando un cambio en la evolución de la especie humana hacia individuos más vulnerables y dependientes de un enclave que sus predecesores.
 
La agricultura permitió mayor [[densidad de población]] que la economía de caza y recolección por la disponibilidad de alimento para un mayor número de individuos. Con la agricultura las sociedades van sedentarizándose y la propiedad deja de ser un derecho sólo sobre objetos móviles para trasladarse también a los bienes inmuebles, se amplía la división del trabajo y surge una sociedad más compleja con actividades artesanales y comerciales especializadas, los asentamientos agrícolas y los conflictos por la interpretación de linderos de propiedad dan origen a los primeros sistema jurídicos y gubernamentales.trabajo jose diaz diaz
Agricultura incipiente
Se suele llamar a este periodo como el de la Revolución Neolítica o Revolución Agrícola, pues en él aparecen las primeras manifestaciones de actividad agrícola.
 
Esta transformación económica se desarrolló por la influencia del cambio climático que obligó a las poblaciones de bandas de pastores a dejar las montañas y bajar a las tierras de los valles en busca de las cada vez más escasas presas de caza; de hecho, deben abandonar las habitaciones que habían erigido en las orillas de los cursos de agua.
 
La necesidad de encontrar una actividad de subsistencia llevó a los hombres del Neolítico a la recolección y almacenamiento de cereales, que pronto iban a ser sembrados y cosechados. Paralelamente, el hombre logró domesticar a algunos animales pequeños como el perro.
 
El primer lugar donde apareció la agricultura fue en el Cercano Oriente (en la actual Turquía asiática) y los vestigios datan del año 8.000 antes de Cristo. También se han encontrado restos de actividad agrícola en el Valle del Indo que han sido fechados hacia el 7800 antes de Cristo. Sin embargo, se estima que recién en el año 3500 antes de Cristo algunas poblaciones lograron desarrollar la agricultura; el resto se mantuvo con sus hábitos de caza y recolección.
 
 
Atisbos de desarrollo
La adopción de la agricultura significó para sus usuarios la posibilidad de desarrollar civilizaciones más avanzadas que las de sus contemporáneos, debido a los cambios culturales que produjo. El más importante es el paso de grupos nómadas a poblaciones sedentarias, motivado por la necesidad de desarrollar la agricultura y la ganadería, y de establecer un lugar fijo de alimentación y residencia.
 
Consecuentemente, la sedentarización originó el desarrollo urbano y las ciudades; aunque es cierto que muchos grupos humanos que se dedicaban a la pesca en las regiones costeras vivían en especies de aldeas, no contaban con una organización funcional a la actividad económica y no habían logrado desarrollar ciudades.
 
Por otro lado, la adopción de la agricultura generó, por primera vez en la Historia del hombre, la posibilidad de contar con excedentes alimenticios y se produjo un fenómeno de crecimiento demográfico; es decir, la población tuvo un aumento sostenido en el tiempo.
 
La Revolución Agrícola ocurrida durante el Neolítico trajo una serie de consecuencias tanto sociales como culturales a los insipientes asentamientos humanos.
 
Estos asentamientos donde se desarrolló esta revolución se encuentran distribuidos principalmente en el Próximo Oriente, la costa este del Mediterráneo y el norte de África. Ésta distribución geográfica es llamada Fértil Medialuna.
 
 
La fértil medialuna
En estas regiones, se ubicaron las primeras grandes civilizaciones de Occidente. Estas estaban distribuidas alrededor de los grandes ríos que proporcionaban el agua y los nutrientes suficientes para tener una gran producción de alimentos. Estos grandes ríos son el Tigris y Eufrates en Mesopotamia; y el río Nilo en Egipto.
 
La abundancia de alimentos, aseguró un gran crecimiento demográfico, lo que hizo crecer las aldeas que se transformaron en ciudades. Conjuntamente con la revolución técnica, la revolución agrícola condujo a una división y especialización del trabajo. Sólo bastaba que un sector de la población se dedicara a las faenas agrícolas para sustentar a la ciudad. Así, el resto comenzó a dedicarse a otros trabajos, actividades y productos. Se desarrollaron la artesanía, el arte, el comercio, la construcción y la administración.
 
De igual forma, la organización de la ciudad se hizo más compleja, llevando a la creación de instituciones, como el Estado y la Religión, las cuales ejercían el poder, establecían la administración, y dirigían los destinos del cuerpo social. Es decir que la sociedad alcanzó un alto grado de complejidad, en cuanto su organización y modo de vida.
 
El desarrollo urbano y la explosión demográfica provocaron la diferenciación social basada en la especialización de las labores económicas; a partir de este momento, los hombres y mujeres se dividieron según su función en la organización de la aldea. Las habilidades y capacidades técnicas dieron pie a la aparición de los agricultores, los ganaderos, los artesanos, los guerreros, etc.
 
=== Agricultura en Roma ===