Diferencia entre revisiones de «Guerras de religión de Francia»

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En el tercer y último periodo los católicos tratan de expulsar a los protestantes del reino, aliados con España. La última fase de las guerras de Religión fue la más sangrienta de todas, una verdadera guerra a gran escala, con la intervención directa de potencias extranjeras, y continuas matanzas azuzadas por los odios acumulados de 20 años de conflicto.
 
==== Octava Guerra de Religión o ''Guerra de los tres Enriques'' (1585–1598) ====
 
[[Archivo:Guise.jpg|thumb|El duque Enrique de Guisa en 1588.]]
La situación aún se complicaría más cuando se hizo patente que el homosexual Enrique III no tendría descendencia. Al morir Anjou se produjo una terrible crisis dinástica, ya que la corona correspondía legítimamente al hugonote Enrique de Navarra, en su condición de primo de Enrique III en vigesimoprimer grado y descendiente directo de [[Roberto de Clermont]], sexto hijo de [[Luis IX de Francia]]. Enrique III dejó claro que reconocía al Borbón por sucesor suyo (esperando que se reconvirtiera al catolicismo), pero la Liga Católica no reconoció sus derechos, sino los de su tío el anciano Cardenal de Borbón.<ref>Frieda 2005: 437-438.</ref>
 
Estalló entonces la más larga y encarnizada de todas las Guerras de Religión, la conocida como ''"Guerra de los tres Enriques”'', puesto que en ella combatieron Enrique III, Enrique de Navarra y Enrique de Guisa. Frente a los hugonotes aliados con la Corona, la Liga Católica contaba con el apoyo militar y financiero de España y, tras el fracaso del intento de la reina madre para negociar con Guisa, la Liga se hizo pronto con el control de todo el norte y el noroeste de Francia amenazando París. Enrique III, atrapado, se avino a firmar el [[Tratado de Nemours]], el [[7 de julio]] de [[1585]], por el que revocaba todos los anteriores edictos de tolerancia y prohibía el protestantismo. Enrique de Navarra, al ser un hereje, quedaba excluido de la sucesión al trono. Además, la Liga tomó control de numerosas ciudades.<ref>Frieda 2005: 438-442.</ref>
 
Enrique de Navarra, apoyado militarmente por el [[Palatinado]] y [[Dinamarca]], se convenció de que sólo una victoria decisiva sobre los Guisa podría devolverle su lugar en la sucesión. La escala de conflicto aumentó a raíz de la ejecución de [[María Estuardo]] en febrero de 1587. Decidido a acabar con Inglaterra, Felipe II necesitaba de una Francia pacificada para emprender su campaña contra Isabel Tudor. Sin embargo, las fuerzas católicas dirigidas por los favoritos del Rey fueron derrotadas, y la Liga exigió la entrada en vigor de lo acordado en Nemours, así como la publicación de las disposiciones conciliares de Trento, la introducción de la Inquisición y la confiscación de bienes de los protestantes para sufragar la guerra. Los enfrentamientos entre católicos y protestantes se endurecieron con la alianza entre los protestantes y los rebeldes neerlandeses alzados contra España, y la de los católicos de la Liga con Felipe II de España. Despreciado por España y por la Liga, Enrique III fue incapaz de mantener su autoridad y debió huir de París tras la ''"Jornada de las Barricadas"'', el [[12 de mayo]] de [[1588]]. Guisa se hizo con el control de la capital, apoyado por la población. Finalmente, Enrique III acepta las exigencias de la Liga ([[5 de julio]] de [[1588]]), a cambio de que rompiera de inmediato su alianza con España. El acta de Unión publicada el [[21 de julio]] amnistiaba a los participantes en la ''"Jornada de las Barricadas"'', reconocía al Cardenal de Borbón como heredero del reino, nombraba a Guisa teniente general y concedía tierras y beneficios al clan y sus partidarios.<ref>Frieda 2005: 447-462.</ref>
[[Archivo:HenriIV.jpg|thumb|Enrique IV en la última década del siglo XVI.]]
Los enfrentamientos entre católicos y protestantes se endurecieron con la alianza entre los protestantes y los rebeldes neerlandeses alzados contra España, y la de los católicos de la Liga con Felipe II de España. Despreciado por España y por la Liga, Enrique III fue incapaz de mantener su autoridad y debió huir de París tras la ''"Jornada de las Barricadas"'', el [[12 de mayo]] de [[1588]]. Finalmente, Enrique III acepta las exigencias de la Liga ([[5 de julio]] de [[1588]]), a cambio de que rompiera de inmediato su alianza con España.
Pero el fracaso de la [[Armada Invencible]] infundió nuevos ánimos en el Rey y el partido de los “políticos”, en tanto que los Guisa sufrían un duro revés. Enrique III, envalentonado, trató de someter a la Liga, y ordenó el asesinato de Enrique de Guisa durante la reunión de los Estados en Blois. Guisa murió el [[23 de diciembre]] de [[1588]] a manos de la guardia real, y a continuación fueron encarcelados el hermano del Duque, el cardenal [[Luis de Guisa]] (asesinado poco después) y toda su camarilla. Los cadáveres de los Guisa fueron incinerados en una estufa del Castillo de Blois, para evitar que las tumbas de los "mártires" se convirtieran en objeto de veneración de la Liga Católica. Unos días después, el [[5 de enero]] de [[1589]], la reina madre [[Catalina de Médicis]] moría, y el Rey se alió nuevamente con Enrique de Navarra para combatir a los Guisa. Tras varios meses de sangriento conflicto, el [[1 de agosto]] Enrique III fue asesinado por el monje dominico [[Jacques Clément]] mientras intentaba tomar París. El jefe de los hugonotes, Enrique de Navarra, se convirtió así en rey de Francia con el nombre de Enrique IV.<ref>Frieda 2005: 462-476.</ref>
Enrique III, envalentonado, trató de someter a la Liga, y ordenó el asesinato de Enrique de Guisa durante la reunión de los Estados en Blois. Guisa murió el [[23 de diciembre]] de [[1588]] a manos de la guardia real, y a continuación fueron encarcelados el hermano del Duque, el cardenal [[Luis de Guisa]] (asesinado poco después) y toda su camarilla. Los cadáveres de los Guisa fueron incinerados en una estufa del Castillo de Blois, para evitar que las tumbas de los "mártires" se convirtieran en objeto de veneración de la Liga Católica. Unos días después, el [[5 de enero]] de [[1589]], la reina madre [[Catalina de Médicis]] moría, y el Rey se alió nuevamente con Enrique de Navarra para combatir a los Guisa. Tras varios meses de sangriento conflicto, el [[1 de agosto]] Enrique III fue asesinado por el monje dominico [[Jacques Clément]] mientras intentaba tomar París. El jefe de los hugonotes, Enrique de Navarra, se convirtió así en rey de Francia con el nombre de Enrique IV.
 
Con la desaparición violenta del monarca la guerra civil francesa entró en su última etapa: la lucha por la sucesión al trono de Francia y la reconquista del reino. La Liga proclamó al Cardenal de Borbón como ''Carlos X'', pero poco después fue capturado por Enrique IV. Los papeles se invirtieron, y los hugonotes se convirtieron en legitimistas, pasando a defender el derecho hereditario y la autoridad real, unidos a los ''politiques'' y a los realistas que apoyaban al Borbón, exaltando la soberanía del rey y la necesidad de obediencia. La Liga, por otro lado, hizo suyos los temas del derecho a la resistencia y de la soberanía popular difundidos por los hugonotes. España intervino activamente, decidida a evitar el ascenso al trono francés de un hereje y a promover la candidatura de la infanta [[Isabel Clara Eugenia]], hija de Felipe II e Isabel de Valois. Tras cuatro años de lucha, la conversión de Enrique IV al catolicismo en julio de 1593 le abrió las puertas de París y le permitió alcanzar una tregua con la Liga. Enrique IV mantuvo aún una guerra contra Felipe II de España que terminó el [[2 de mayo]] de [[1598]] con la [[Paz de Vervins]]. El problema religioso quedó zanjado con el [[Edicto de Nantes]], el [[13 de abril]] de [[1598]], en el que se recogían todas las disposiciones relativas a la tolerancia religiosa que se habían recogido anteriormente, y que entró al fin plenamente en vigor.<ref>Frieda 2005: 476-480.</ref>
Con la desaparición violenta del monarca la guerra civil francesa entró en su última etapa: la lucha por la sucesión al trono de Francia y la reconquista del reino. La Liga proclamó al Cardenal de Borbón como ''Carlos X'', pero poco después fue capturado por Enrique IV.
Tras cuatro años de lucha, la conversión de Enrique IV al catolicismo en julio de 1593 le abrió las puertas de París y le permitió alcanzar una tregua con la Liga. Enrique IV mantuvo aún una guerra contra Felipe II de España que terminó el [[2 de mayo]] de [[1598]] con la [[Paz de Vervins]]. El problema religioso quedó zanjado con el [[Edicto de Nantes]], el [[13 de abril]] de [[1598]], en el que se recogían todas las disposiciones relativas a la tolerancia religiosa que se habían recogido anteriormente, y que entró al fin plenamente en vigor
 
== Referencias ==