Diferencia entre revisiones de «José Martí»

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{{Para|José Luis Martí Soler|el futbolista}}
 
{{Ficha de persona|
|nombre = José Julián Martí Pérez|
|imagen = MartiJohnManuel K TRestauration.jpg|
|tamaño = 220px|
|descripción = El Apóstol|
|fecha de nacimiento = [[28 de enero]] de [[1853]]|
|lugar de nacimiento = [[La Habana]], [[Capitanía General de Cuba|Cuba]] [[Archivo:Flag of Cuba (1785-1873 and 1875-1931).svg|20px]]|
|fecha de fallecimiento = [[19 de mayo]] de [[1895]]|
|lugar de fallecimiento = [[Dos Ríos]], [[Capitanía General de Cuba|Cuba]] [[Archivo:Flag of Cuba (1785-1873 and 1875-1931).svg|20px]]|
|ocupación = [[escritor]], [[filósofo]], [[poeta]], [[político]] y [[militar]].|
|cónyuge = Carmen Zayas-Bazán|
|hijos = [[José Francisco Martí y Zayas-Bazán]], ''El Ismaelillo''|
|movimiento literario = [[modernismo]]
}}
 
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En 1866 se matricula en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Ingresa también en la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana, más conocida como San Alejandro.
 
El 4 de octubre de 1869, al pasar una escuadra del Primer Batallón de Voluntarios por la calle Industrias No. 122, donde residían los Valdés Domínguez, de la vivienda se oyen risas y los voluntarios toman esto como una provocación. Regresan en la noche y someten la casa a un minucioso registro. Entre la correspondencia encuentran una carta dirigida a Carlos de Castro y Castro, compañero del colegio que, por haberse alistado como voluntario en el ejército español para combatir a los independentistas, calificaban de apóstata.
 
Por tal razón, el 21 de octubre de 1869 Martí ingresa en la Cárcel Nacional acusado de infidencia por escribir esa carta, junto a su entrañable amigo Fermín Valdés Domínguez. El 4 de marzo de 1870, Martí fue condenado a seis años de prisión, pena posteriormente conmutada por el destierro a Isla de Pinos, lugar al que llega el 13 de octubre. El 18 de diciembre sale hacia La Habana y el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres, logró ser deportado a España. Allá comienza a cursar estudios en las universidades de Madrid y Zaragoza, donde se gradúa de Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras.
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== José Martí y la Medicina ==
Son muchas las temáticas que abordó Martí sobre la medicina en sus artículos periodísticos. El tema de la fiebre amarilla fue abordado y en 1884 se refirió al desarrollo de los conocimientos epidemiológicos con apuntes sobre insectos como vectores de enfermedades. Al respecto apunta: "Sábese que los insectos son portaepidemias. Es creciente entre médicos la creencia de que los mosquitos y otros animalillos de su especie transmiten y diseminan las enfermedades contagiosas: un buen médico de Georgia publica ahora hechos que estima pruebas de la agencia activa de los mosquitos e insectos semejantes en el desarrollo de la fiebre amarilla. Aboga porque los actuales cordones sanitarios imperfectos, por entre cuyas filas y sobre cuyas zonas vuelan ahora los diminutos y poderosos agentes de la fiebre, se completen con la creación de cordones de fuego que detengan en su paso a los funestos mensajeros".
 
Es posible que en esa época Martí desconociera que en la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington, celebrada en febrero de 1881, Carlos J. Finlay señaló el medio de transmisión de la fiebre amarilla, y el 14 de agosto del mismo año presentó en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana su trabajo "El mosquito hipotéticamente considerado como agente de transmisión de la fiebre amarilla", en el que expuso su descubrimiento científico. Se puede afirmar que Martí resultó el cronista que le faltó a Finlay para una mayor divulgación de su hallazgo científico en América.
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El 13 de febrero y el 14 de junio de 1882 comenta los estudios científicos realizados que apuntan hacia la propagación de determinadas enfermedades por microorganismos del medio ambiente.
 
Son numerosas las referencias recogidas y comentadas en el ensayo [[José Martí y la Medina]], incluyendo aquellas que ponen en evidencia la sensibilidad de Martí, recogidas en su [[Diario de Campaña]], como las siguientes: "Ahora hurgo el jolongo, y saco de él medicina para los heridos".
"¿Y adónde, al acampar, estaban los heridos? (…) Y el practicante, ¿dónde está el practicante, que no viene a sus heridos? (…) Al fin llega, arrebujado en una colcha, alegando calentura. Y entre todos (…) de tierna ayuda, curamos al herido de la hamaca (…) lavamos, yodoformo, algodón fenicado."
Y sobre la enfermería "-la más noble y grata de las ocupaciones"
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"La idea de que ante el dolor humano, se impone remediarlo con la propia acción o práctica de la medicina, y con el cariño, que valora como milagro."
"Es la medicina (…) profesión de lucha; necesítase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio…"
"La más noble de las ocupaciones, y quién sabe si la más grata, es la de enfermero".
"La verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave: la higiene es la verdadera medicina".
"Los médicos deberían tener siempre llenas de besos las manos".
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[[Archivo:Memorial José Martí, Cuba.jpg|thumb|150px|José Marti]]
 
Su salud no era buena. Estudios recientes realizados han mostrado que padecía [[sarcoidosis]], diagnosticada en [[España]] a los 18 años.
Probablemente a partir de esta enfermedad padeció afectaciones oculares, del [[sistema nervioso]], cardíacas y [[estados febriles]]. También se ha investigado que padecía un [[sarcocele]] ([[tumor]] de [[testículo]], de tipo [[quístico]]), con abundancia de líquido alrededor del [[tumor]].
Para aliviar sus dolores los médicos puncionaban el tumor con periodicidad. Finalmente fue operado por el Dr. [[Francisco Monte de Oca]] que le realizó una [[exéresis]] total del [[testículo]], extirpando el tumor.
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== Martí y «Nuestra América» ==
 
Su visión política incluía lo que se conoce hoy por [[latinoamericanismo]]. Además, su obra política y propagandística muestra estas tres prioridades: La unidad de todos los cubanos como nación en el proyecto cívico republicano de postguerra, la terminación del dominio colonial español y evitar una expansión estadounidense. Es casi unánime la información sobre su gran capacidad de trabajo y frugalidad, lo que, siendo evidente, junto a su palabra persuasiva, le valió reconocimiento por la mayoría de sus compatriotas.
En el campo de la poesía sus obras más conocidas son [[Ismaelillo]] (1882), [[Versos Sencillos]] (1891), [[Versos Libres]] y [[Flores del Destierro]]. Sus ensayos más populares son [[El Presidio Político en Cuba]] (1871) y [[Nuestra América]] (1891), cabe también destacar su obra epistolar, por lo general bien apreciada literaria y conceptualmente.
 
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Publicado en ''La Revista Ilustrada'' de Nueva York, 10 de enero de 1891. El Partido Liberal, México, 30 de enero de 1891.
 
{{cita|Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas en la almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra (...)
{{cita
|Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas en la almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra (...)
 
Ni ¿en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles? De factores tan descompuestos, jamás, en menos tiempo histórico, se han creado naciones tan adelantadas y compactas. Cree el soberbio que la tierra fue hecha para servirle de pedestal, porque tiene la pluma fácil o la palabra de colores, y acusa de incapaz e irremediable a su república nativa (...)
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La incapacidad no está en el país naciente, que pide formas que se le acomoden y grandeza útil, sino en los que quieren regir pueblos originales, de composición singular y violenta, con leyes heredadas de cuatro siglos de práctica libre en los Estados Unidos, de diecinueve siglos de monarquía en Francia. Con un decreto de Hamilton no se le para la pechada al potro del llanero. Con una frase de Sieyès no se desestanca la sangre cuajada de la raza india (...)''
 
La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas (...)|Tomado de Wikisource: ''[[s:Nuestra América]]''}}
|Tomado de Wikisource: ''''
}}
 
== Martí y el ''[[Derecho Internacional Humanitario]]'' ==
 
Martí recogió en su vasta obra, un profundo humanismo, el cual predico sin descanso, criticando los crímenes de la guerra, y la necesidad de instruir a los pueblos, para alejarlos de la barbarie. Impulsor de la unidad de los cubanos, había logrado unir dos generaciones de cubanos en el mismo empeño, y logra organizar las principales fuerzas que posibilitaron, el recomienzo de la lucha por la independencia de Cuba; pero su aporte significativo, esta dado por haber trazado un programa y un proyecto que permitieran el desarrollo de lo que, en el ''[[“Manifiesto de Montecristi”]]'', denomina ''[[“guerra culta”]]''. Con lo que pretendía paliar los efectos inhumanos de la guerra, esbozos pues de lo que entendemos hoy como Derecho Internacional Humanitario.
Martí imbrica en lo que llamó “guerra culta” un grupo de preceptos del Derecho y la Moral, que se articulan para sustentar la estructura teórica de la puesta en marcha de una lucha de Liberación Nacional, enfocadas en la rápida obtención de la victoria, y el mínimo de daños colaterales, principios básicos del actual DIH. Esta ideación se pone en práctica en tres momentos fundamentales:
-Demostrar la justeza de las causas por las cuales el pueblo de Cuba iba a la guerra, o sea el fundamento legítimo de la lucha.
-La forma en que habrían de conducirse los cubanos durante las hostilidades, que Martí delinea a través de una fusión entre sus conocimientos Filosófico-Morales y de Derecho, ejerciendo sugestión en la conciencia de los libertadores, en cuanto a lo que debiera permitirles reconocer la violencia, canalizándola sólo hacia las necesidades militares objetivas.
-La dimensión de los fines mediatos e inmediatos de la guerra en Cuba, expresados en el logro urgente de la independencia de la Isla, con cuya transformación en República democrática no solo se beneficiaría el pueblo cubano, sino Latinoamérica toda al ponérsele fin a la expansión geopolítica de los Estados Unidos.
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El gran problema para la estrategia martiana radicaba precisamente en crear los mecanismos necesarios para que la contienda no desbordara los límites. La solución del mismo pasaba, en primer lugar, por la correcta delimitación del enemigo, que para Martí no es (y no puede ser), ni el pueblo, ni la nación española: en Cuba no se luchaba contra un pueblo, se luchaba contra un sistema que frenaban el desarrollo del país y marginaba a sus habitantes: “…Por adversario entienden los cubanos libres (…) el gobierno ajeno que ahoga y corrompe las fuerzas del país, y la constitución colonial que impedirá en la patria libre la práctica pacífica de la independencia. El adversario es el gobierno ajeno que en el nombre de España niega el derecho de hombres a los hijos de los españoles (…) El adversario es la constitución colonial…”
 
El Partido surgía entonces, no sólo como el rostro y la voz de la revolución en el extranjero, sino como el conductor político y organizador de la guerra, expresando en el Artículo número 2, de sus bases: “…El Partido Revolucionario Cubano no tiene por objeto precipitar inconsideradamente la guerra en Cuba (…), sino ordenar (…), una guerra generosa y breve, encaminada a asegurar en la paz y el trabajo la felicidad de los habitantes de la Isla…”
 
La representación clara de la legitimación de la guerra resulto en una declaración de guerra, “El Manifiesto de Montecristi (El Partido Revolucionario Cubano a Cuba)” que es resumen y definición de toda la doctrina militar de la revolución cubana, así como del carácter y fundamento de la lucha. Contiene además un discurso humanitario, formado por un conjunto de principios reguladores que hoy calificaríamos claramente como Derecho Aplicable a Conflictos Armados: “…La revolución de independencia, iniciada en Yara después de preparación gloriosa y cruenta, ha entrado en Cuba en un nuevo período de guerra, en virtud del orden y acuerdos del Partido Revolucionario en el extranjero y en la isla, y de la ejemplar congregación en él de todos los elementos consagrados al saneamiento y emancipación del país…”
“…La guerra no es contra el español, que, en el seguro de sus hijos y en el acatamiento a la patria que se ganen, podrá gozar respetado, y aún amado, de la libertad que sólo arrollará a los que le salgan, imprevisores, al camino…”
Tratando de armar normativas por las cuales se regiría el comportamiento del movimiento independentista durante la contienda, o sea, “jus in bellus”, el 28 de abril de 1895, desde el Cuartel General del Ejército Libertador, escribe una Circular, denominada “Política de Guerra”, máxima expresión del humanismo en el “jus in bellus”, de la “guerra culta” ideada por José Martí, reafirma con creces el carácter visionario del Apóstol, esta circular que es en sí misma un documento de DIH, firmada por él como Presidente y por Máximo Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador, expresaba:
“…La guerra debe ser sinceramente generosa, libre de todo acto de violencia innecesaria contra personas y propiedades, y de toda demostración o indicación de odio al español. Con quien ha de ser inexorable la guerra, luego de probarse inútilmente la tentativa de atraerlo, es con el enemigo, español o cubano, que preste servicio activo contra la Revolución. Al español neutral, se le tratará con benignidad, aun cuando no sea efectivo su servicio a la Revolución (…) A los cubanos tímidos y a los que más por cobardía que por maldad, protesten contra la Revolución, se les responderá con energía a las ideas, pero no se les lastimarán las personas (…) A los prisioneros, en términos de prudencia, se les devolverá vivos y agradecidos (…) En cuanto a las propiedades, se respetarán todas aquellas que nos respeten, y sólo se destruirán, después de anuncios reiterados y de la prueba completa de su hostilidad, aquellas de que se sirva o asile habitualmente el enemigo: o alberguen al cubano que hace armas contra la Revolución...”
Estableciendo un paralelismo con los principios del DIH contemporáneo, esta circular que norma la conducta en la guerra, no se limito al principio de humanidad, respecto al trato con los prisioneros y heridos, sino que abarco, el principio de distinción entre combatientes y civiles, entre objetivos militares y bienes civiles. Todos estos conceptos se ven reflejados en su término “la guerra culta”, de la que hace referencia directa en dos ocasiones, una en carta dirigida “Al New York Herald” el 2 de mayo de 1895, en la cual plasmo: “…sin odio contra su opresor, y por los métodos estrictos de la guerra culta, el puesto de República que permitirá al hijo de Cuba el empleo de su carácter y aptitud y el derecho de abrir su tierra cegada al trato pleno con las naciones…”
Otra desde Cabo Haitiano, 10 de abril de 1895, en carta a Bemjamín y a Gonzalo, les expreso: “…afecto leal al español respetuoso-concepto claro y democrático de nuestra realidad política; y de la guerra culta con que se la ha de asegurar...”
La guerra culta y sin odio, no sólo se proponía derribar en la lucha la vetusta estructura de dominación colonial, sino que perseguía la fundación de un pueblo nuevo, a partir de brindar igual reconocimiento al suelo de Cuba, tanto al criollo, sin importar su color de piel, como al español pacífico y neutral, elementos básicos que habían concurrido al proceso histórico de formación de la nacionalidad cubana; es por ello que le afirma a Gonzalo de Quesada y a Benjamín Guerra en carta desde Montecristi, el 26 de febrero de 1895: “…la guerra es para que españoles y cubanos puedan gozar de la tierra ordenada en paz, y que la revolución, generosa y serena, jamás tratará como enemigo, en el cubano de hoy, al autonomista de ayer…”
Esta misma concepción era la expresada en nota cursada al Agente Consular del Gobierno Británico por motivo de la muerte de un marinero de esa nacionalidad en la goleta Honor, que trajera a Cuba la expedición Maceo-Crombet. En la misma Martí afirma: “…Los altos ideales que sustenta la revolución cubana (…), no pueden tolerar, antes bien tienen que castigar, la menor trasgresión de las leyes morales y el respeto internacional por parte de sus mantenedores. Hay que ejercer los derechos de guerra, pero para evitar desórdenes censurables y devastaciones inútiles...”
 
Martí intenta con la “guerra culta” educar a un pueblo en valores cívicos que le permitan humanizar una campaña militar y preparase para el ejercicio de la vida política propia de una república democrática.
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'''Versos Sencillos''': 1891 "'''La Bailarina Española'''"
 
::: '''X'''
: ''El alma trémula y sola''
: ''Padece al anochecer:''
: ''Hay baile; vamos a ver''
: ''La bailarina española.''
 
: ''Han hecho bien en quitar''
: ''El banderón de la acera;''
: ''Porque si está la bandera,''
: ''No sé, yo no puedo entrar.''
 
: ''Ya llega la bailarina:''
: ''Soberbia y pálida llega:''
: ''¿Cómo dicen que es gallega?''
: ''Pues dicen mal: es divina.''
 
: ''Lleva un sombrero torero''
: ''Y una capa carmesí:''
: ''¡Lo mismo que un alhelí''
: ''Que se pusiese un sombrero!''
 
: ''Se ve, de paso, la ceja,''
: ''Ceja de mora traidora:''
: ''Y la mirada, de mora;''
: ''Y como nieve la oreja.''
 
: ''Preludian, bajan la luz,''
: ''Y sale en bata y mantón,''
: ''La virgen de la Asunción''
: ''Bailando un baile andaluz.''
 
: ''Alza, retando, la frente;''
: ''Crúzase al hombro la manta:''
: ''En arco el brazo levanta;''
: ''Mueve despacio el pie ardiente.''
 
: ''Repica con los tacones''
: ''El tablado zalamera,''
: ''Como si la tabla fuera''
: ''Tablado de corazones.''
 
: ''Y va el convite creciendo''
: ''En las llamas de los ojos,''
: ''Y el manto de flecos rojos''
: ''Se va en el aire meciendo.''
 
: ''Súbito, de un salto arranca;''
: ''Húrtase, se quiebra, gira;''
: ''Abre en dos la cachemira,''
: ''Ofrece la bata blanca.''
 
: ''El cuerpo cede y ondea;''
: ''La bata abierta provoca'',
: ''Es una rosa la boca;''
: ''Lentamente taconea.''
 
: ''Recoge, de un débil giro,''
: ''El manto de flecos rojos:''
: ''Se va, cerrando los ojos,''
: ''Se va, como en un suspiro...''
 
: ''Baila muy bien la española,''
: ''Es blanco y rojo el mantón:''
: ''¡Vuelve, fosca, a su rincón''
: ''El alma trémula y sola!''
 
== Lecturas adicionales sobre su prosa ==
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{{BD|1853|1895|Martí, José}}
 
[[Categoría:Cubanos de origen catalán]]
[[Categoría:Escritores del Modernismo]]
[[Categoría:Escritores en español]]
[[Categoría:Filósofos de Cuba]]
[[Categoría:Filósofos del siglo XIX]]
[[Categoría:EscritoresFilósofos ende españolCuba]]
[[Categoría:Filósofos políticos]]
[[Categoría:Habaneros]]
[[Categoría:Literatura del Modernismo]]
[[Categoría:MasonesEscritores dedel CubaModernismo]]
[[Categoría:Oradores]]
[[Categoría:Periodistas de Cuba]]
[[Categoría:FilósofosMasones de Cuba]]
[[Categoría:Poetas de Cuba]]
[[Categoría:Políticos de Cuba]]
[[Categoría:Escritores delen Modernismoespañol]]
[[Categoría:Traductores de Cuba]]
[[Categoría:Traductores del inglés al español]]
[[Categoría:Habaneros]]
[[Categoría:Oradores]]
[[Categoría:Cubanos de origen catalán]]
 
[[ar:خوسيه مارتي]]
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[[qu:José Martí]]
[[ru:Марти, Хосе]]
[[s:Nuestra América]]
[[sk:José Martí]]
[[sr:Hose Marti]]