Diferencia entre revisiones de «Desastre de Annual»

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El '''Desastre de Annual''' fue una grave [[Batalla|derrota militar]] [[España|española]] enante lalos [[Guerrarifeños]] delcomandados Rifpor [[Abd el-Krim]] cerca de la localidad [[Marruecos|marroquí]] de [[Annual]], el [[22 de julio]] de [[1921]], anteque insurgentessupuso [[rifeños]]una comandadosredefinición porde [[Abdla el-Krim]],política antiguo funcionariocolonial de la Administración españolaEspaña en la Oficina[[Guerra dedel Asuntos Indígenas en [[MelillaRif]].<br />
 
La crisis política que provocó esta derrota fue una de las más importantes de las muchas que socavaron los cimientos de la [[Restauración borbónica en España|monarquía liberal]] de [[Alfonso XIII de España|Alfonso XIII]]. Así, los problemas generados por Annual fueron causa directa del [[golpe de Estado]] y la [[Dictadura de Primo de Rivera|Dictadura]] del General [[Miguel Primo de Rivera]].<br />
La crisis política que provocó esta derrota fue una de las más importantes de las muchas que socavaron los cimientos de la [[Restauración borbónica en España|monarquía liberal]] de [[Alfonso XIII de España|Alfonso XIII]]. Así, los problemas generados por Annual fueron causa directa del [[golpe de Estado]] y la [[Dictadura de Primo de Rivera|Dictadura]] de [[Miguel Primo de Rivera]].
 
== Antecedentes ==
El [[12 de febrero]] de [[1920]] el [[general]] [[Manuel Fernández Silvestre]] había tomadotomó posesión del cargo de Comandante General de [[Melilla]]. Con la idea de llegar hasta la [[Alhucemas|bahía de Alhucemas]], centro de operaciones de la tribus rifeñas más belicosas, en [[enero]] de [[1921]] empezó unel avance para acabar con la que suponía escasa resistencia existente. La empresa era arriesgada, ya que los soldados españoles, en su mayoría procedentes de reclutas forzosas, estaban muy poco entrenados, mal pagados y alimentados, pésimamente armados (con [[fusil]]es y [[artillería]] pesados y anticuados) y peor calzados (abarcas y alpargatas), se desmoralizaban enseguida y tenían verdadero pavor a los rifeños. Había asimismo serios problemas de [[corrupción]] tanto a nivel de [[intendencia]] y oficialidad como entre Melillala tropa, que vendía sus propios fusiles y Alhucemasmuniciones a los rifeños.<br{{cita />requerida}}
 
La empresa era arriesgada, ya que los soldados españoles, en su mayoría procedentes de levas forzosas, estaban muy poco entrenados, mal pagados y alimentados, pésimamente armados (con [[fusil]]es y [[artillería]] pesados y anticuados) y peor calzados (abarcas y alpargatas), se desmoralizaban enseguida y tenían verdadero pavor a los rifeños.<br />
Sin embargo, entre mayo de 1920 y junio de 1921 Silvestre protagonizó un espectacular progreso, rápido e incruento: avanzó 130 kilómetros sobre el Rif en un total de 24 operaciones, estableciendo 46 nuevas posiciones sin apenas sufrir bajas;<ref>Un total de 10 muertos y 60 heridos</ref> ocupó [[Tafersit]], adelantó el frente hasta el [[río Amekrán]] y obtuvo la sumisión de las cábilas de [[Beni Ulixek]], [[Beni Said]] y [[Temsaman]], llegando a acuerdos con sus cabecillas, ofreciéndoles dinero a cambio de su amistad.
Había asimismo serios problemas de [[corrupción]] en el Ejército, tanto a nivel de [[intendencia]] y oficialidad como entre la tropa, que vendía sus propios fusiles y municiones a los rifeños.{{cita requerida}}<br />
Todos en España creían que por fin se alcanzaría la [[bahía de Alhucemas]] y finalizaría la sangría de Marruecos.
A pesar de todo, entre mayo de 1920 y junio de 1921 el general Fernández Silvestre dirigió un rápido e incruento progreso, aparentemente espectacular: avanzó 130 kilómetros sobre el Rif en un total de 24 operaciones, estableciendo 46 nuevas posiciones sin apenas sufrir bajas;<ref>Un total de 10 muertos y 60 heridos</ref> ocupó [[Tafersit]], adelantó el frente hasta el [[río Amekrán]] y obtuvo la sumisión de las cábilas de [[Beni Ulixek]], [[Beni Said]] y [[Temsaman]], llegando a acuerdos con los cabecillas locales, a los que ofrecía dinero a cambio de su amistad.<br />
 
Todos en España creían que por fin se alcanzaría la [[bahía de Alhucemas]], se sometería a las tribus más belicosas y finalizaría la sangría de Marruecos.<br />
Pero tal ilusión pronto se derrumbó de manera cruenta. Silvestre había cometido el error de no desarmar a las tribus rifeñas cuya lealtad había comprado y precisamente por esto, extendió mucho más de lo prudente sus líneas de abastecimiento. Las fuerzas de la comandancia de Melilla se distribuyeron entre nada menos que 144 puestos y pequeños fuertes o [[blocao]]s, a lo largo de 130 kilómetros de zona ocupada, con una parte de ellos dedicados, además, a tareas puramente burocráticas. Los blocaos se situaban siempre aprovechando los lugares altos, pero a pesar de que desde estas posiciones se podían dominar amplias zonas, normalmente no había agua, lo que obligaba a ir a por ella con reatas de [[Mula (animal)|mulas]] periódicamente, a veces a diario. La distancia entre estos emplazamientos era variable, de 20 a 40 kilómetros, según el terreno, y con fuerzas tan repartidas no era posible hacer frente de manera eficiente a un ataque del enemigo. Las condiciones de los soldados, ya de por sí malas, eran pésimas en los blocaos. Los suministros escaseaban, durante el día hacía mucho calor y por la noche mucho frío. Las [[rata]]s y los [[piojo]]s eran habituales en fortificaciones y campamentos.
Pero tal ilusión pronto se derrumbó de manera tan rápida como se había creado, pero mucho más cruenta. Fernández Silvestre había cometido el error de no desarmar a las tribus rifeñas cuya lealtad había comprado, y extendido mucho más de lo prudente sus líneas de abastecimiento.<br />
 
Las fuerzas de la comandancia de Melilla se distribuyeron entre nada menos que 144 puestos y pequeños fuertes o [[blocao]]s a lo largo de 130 kilómetros de zona ocupada, con una parte de ellos dedicados, además, a tareas exclusivamente burocráticas. Los blocaos se situaban siempre aprovechando los lugares altos, pero aunque desde estas posiciones se podía dominar amplias zonas, normalmente no había agua, lo que obligaba a ir a por ella con reatas de [[Mula (animal)|mulas]] periódicamente, a veces a diario. La distancia entre estos emplazamientos era variable, de 20 a 40 kilómetros, según el terreno, y con fuerzas tan repartidas no era posible hacer frente de manera eficiente a un posible ataque del enemigo. Las condiciones de los soldados, ya de por sí malas, eran pésimas en los blocaos. Los suministros escaseaban, durante el día hacía mucho calor y por la noche mucho frío. Las [[rata]]s y los [[piojo]]s eran habituales en fortificaciones y campamentos.<br />
Así las cosas, en mayo de 1921, el grueso del ejército español estaba en el campamento base instalado en la localidad de [[Annual]], desde. dondeDesde Fernándezallí Silvestre esperaba realizar el avance final sobre [[Alhucemas]]. Entre Melilla y este campamento había tres plazas fuertes separadas unos 30 km entre sí, y en torno a él un anillo formado por otros pequeños fortines, cada uno con una guarnición que variaba entre 100 y 200 soldados. En la costa se habían ocupado las dos posiciones de [[Sidi Dris]], cercana a la desembocadura del [[río Amekrán]], y [[Afrau]], algo más a retaguardia.<br />
 
Hasta ese momento apenas se habían disparado unos cuantos tiros, aunque se guardaban las distancias con las tribus hostiles, y en las pequeñas escaramuzas que se producían apenas si había habido algunas bajas.<br />
Hasta este punto apenas se había disparado un solo tiro, aunque se guardaban las distancias con las tribus hostiles, y en las pequeñas escaramuzas que se producían apenas si hubo algunas bajas.
 
== La ocupación de Abarrán ==
[[Archivo:Abd el-Krim.jpg|275px|thumb|Abd el-Krim]]
A finales de mayo, una delegación de la cabila de los [[Tensamán]] convenció a Fernández Silvestre para que cruzara el [[río Amerkan]] y estableciera una posición en el [[monte Abarrán]], en contra de las órdenes de su jefe, el Alto Comisario de España en Marruecos, general [[Dámaso Berenguer|Berenguer]]. Un contingente de 1.500 hombres, al mando del comandante Villar, llegó a la posición la mañana del [[1 de junio]] de 1921, estableciendo una base fortificada. Al mando de la posición quedó el capitán [[Juan Salafranca Barrios]], cuyas fuerzas consistían en la ''harka'' amiga de Tensamán, unos 200 policías indígenas y 50 soldados españoles, y Villar se volvió a Annual.<br />
Un contingente de 1.500 hombres, al mando del comandante Villar, llegó a la posición la mañana del [[1 de junio]] de 1921, estableciendo una base fortificada. Al mando de la posición quedó el capitán [[Juan Salafranca Barrios]], cuyas fuerzas consistían en la ''harka'' amiga de Tensamán, unos 200 policías indígenas y 50 soldados españoles, y Villar se volvió a Annual. Cuando los rifeños comenzaron el ataque a las 18:00, la ''harka'' de Tensamán desertó y se les unió, así como muchos de los policías rifeños. Los españoles sufrieron 141 bajas,<ref>25 muertos o desaparecidos (6 oficiales, 18 soldados españoles y 1 soldado indígena) 59 heridos (24 soldados españoles y 35 soldados indígenas) y 76 desertores o desaparecidos indígenas.</ref> incluyendo a todos los oficiales, a excepción del teniente de Artilleríaartillería [[Diego Flomesta Moya]], al que los rifeños dejaron vivo para que arreglase los cañones y les enseñase a usarlos, negándose a lo que el tenienteello, selo negó,mismo así comoque a ser curado de sus heridas, y a comer, por lo que murió de hambre en cautividad el [[30 de junio]].<ref>Por todo ello se le concedió a título póstumo la [[Cruz Laureada de San Fernando|Laureada]] por Real Orden de [[23 de junio]] de 1923.</ref><br />
 
=== Defensa de Sidi Dris ===
AnimadoDecidido por el éxito, [[Abd el-Krim]] dirigió entonces sus tropas contra la posición costera de [[Sidi Dris]], a la que llegó la madrugada del día siguiente, [[2 de junio]]. Sidi Dris fue asaltada infructuosamente durante 24 horas, graciassiendo arechazados por la defensa realizada por el comandante [[Julio Benítez Benítez]], que tuvo 10 heridos (él mismo incluido), frente apor 100 rifeños muertos.<ref>SHM. ''Historia de las Campañas de Marruecos'',. tomoTomo III. Madrid, 1981,. págsPp. 409-410. </ref><br />
 
=== Abd el-Krim gana adeptos ===
A pesar del fracaso de Sidi Dris, la toma de Abarrán demostró a los rifeños la vulnerabilidad de los españoles. Abd el-Krim no dudó en exhibir los cañones y el material tomados, convenciendo a los rifeños de que unidos podrían derrotar a Fernández Silvestre y obtener un gran botín, de modo que en pocos días los efectivos de su ''harka'' pasaron de 3.000 a 11.000 hombres.<br />
 
Fernández Silvestre, creyendo que se trataban de acciones aisladas, no adoptó ninguna medida especial. Ocupó en respuesta [[Igueriben]] el [[7 de junio]] de 1921, manteniendo de ese modo una posición adelantada entre [[Izumma]] y [[Yebbel Uddia]], con la idea de defender el campamento de Annual por el lado sur. Después marchó a Melilla, para entrevistarse con su superior, el Alto Comisario Berenguer, y solicitarle refuerzos, municiones, víveres para la población y dinero para comprar la lealtad de los rifeños antes de iniciar la ofensiva final.<br />
Silvestre, creyendo que se trataban de acciones aisladas, no adoptó ninguna medida especial. Ocupó en respuesta [[Igueriben]] el [[7 de junio]] de 1921, manteniendo de ese modo una posición adelantada entre [[Izumma]] y [[Yebbel Uddia]], con la idea de defender el campamento de Annual por el lado sur. Después marchó a Melilla, para entrevistarse con su superior, el Alto Comisario Berenguer, y solicitarle refuerzos, municiones, víveres para la población y dinero para comprar a los rifeños antes de iniciar la ofensiva final.
 
== El desastre ==
=== La caída de Igueriben ===
El [[17 de julio]], [[Abd el-Krim]], antiguo funcionario de la Administración española en la Oficina de Asuntos Indígenas en [[Melilla]], al mando de la [[cabila]] de los [[Beniurriagel]] (Ait Waryagar), y con el apoyo de las tribus cabileñas presuntamente aliadas de España, lanzó un ataque sobre todas las líneas españolas.<br />
 
Igueriben, guarnecida por 350 hombres al mando del comandante Benítez, el defensor de Sidi Dris, no tardó en quedar sitiada y hostigada, cayendo la posición el [[22 de julio]]. Durante los cinco días, y a pesar del esfuerzo heroico de tres columnas de refuerzo,<ref> sufrieron 31 muertos y 129 heridos,</ref> los españoles habían sido incapaces de auxiliar la posición de Igueriben, fracaso que hizo cundir la desmoralización entre las tropas de Annual.<br />
Igueriben, guarnecida por 350 hombres al mando del comandante Benítez, el defensor de Sidi Dris, no tardó en quedar sitiada. El [[17 de julio]] Abd el-Krim inició el asalto, y la posición cayó el [[22 de julio]]. Durante cinco días, y a pesar del esfuerzo heroico de tres columnas de refuerzo,<ref> sufrieron 31 muertos y 129 heridos,</ref> los españoles habían sido incapaces de auxiliar la posición de Igueriben, fracaso que hizo cundir la desmoralización entre las tropas de Annual.
 
=== La caída de Annual ===
{{Cuadro azul|'''Primeras informaciones del ''Desastre de Annual'':'''<br />
FernándezEntró Silvestreel entrógeneral (Silvestre) en Igueriben, y los rebeldes (que indudablemente vieron entrar el grupo y supusieron que se trataba de Silvestre) se lanzaron con premeditada táctica y con impresionanteimponderable furia, logrando cercarlecercar. El general decidió la retirada, hastay con las fuerzas se retiró a Annual,; pero bien pronto vio que el retroceso había sido inútil y que se imponía una retirada más completa de la primera línea.<br />
Entonces enviólanzó mensajes radiofónicos a Tetuán y a Ceuta, que algún barco recogió y reexpidió a Madrid, declarando que se hallaba en situación desesperada y anunciando que, bajo su responsabilidad, ordenaba la
evacuación de todas las posiciones avanzadas con la consigna de que las fuerzas se reunieran en el campamento de Dar-Drius. Se emprendió, pues, el repliegue general quey, en unsu primerprimera momento,parte fue ordenado y, relativamente, con poco fuego; pero el enemigo, advertido del movimiento, se lanzó impetuosamente sobre algunas compañías peninsulares y sobre los grupos de Regulares. ¿Aguantaron todos estos con la debida cohesión? ¿Hubo vacilaciones o, lo que es peor, defecciones? Esto se aclarará en las informaciones. (...)<br />
Terminaba el repliegue y el general Fernández Silvestre seguía en la posición de Annual, cercada por los Beni Urriaguel. FueEn ordenandopersona enfue personaordenando el desfile de las últimas secciones. Parece que se le hicieron algunas indicaciones,; pero se resistió a dejar aquel sitio.||Diario [[ABC (España)|ABC]], [[24 de julio]] de [[1921]].}}<br />
Tras estos sucesos se concentró alrededor del campamento gran cantidad de fuerzas enemigas, mientras que la moral del ejército español caía por los suelos. Al comenzar el asedio de Igueriben había unos 3.100 hombres presentes en Annual. Al cabo de dos días se incorporaron 1.000 más, y dos días después llegaron otros 900 de refuerzo. Así pues, el [[22 de julio]] Annual acogía a unos 5.000 hombres (3.000 españoles y 2.000 indígenas), con una fuerza de combate de 3 batallones y 18 compañías de infantería, 3 escuadrones de caballería y 5 baterías de artillería. Sobre ellos iban a lanzarse unos 18.000 rifeños<ref>Caballero Poveda, Fernando,. "''La Campaña del 21 en cifras reales (I) y (II)"'', en: ''revista "Ejército''", N.º 522 y 523,. Madrid, 1984.</ref> al mando de Abd el-Krim, armados con [[fusil]]es<ref>Unos 8.000, de los que 3.450 serían [[Mauser]].</ref> y [[espingarda]]s.<br />
 
El campamento de Annual disponía de víveres para cuatro días y municiones para un día de combate, pero carecía de reservas de agua. El general Fernández Silvestre, consciente de la imposibilidad de defender la posición, acordó con sus oficiales su evacuación. Sin embargo, a las 3:45 del día 22 llegó un mensaje de radio del Alto Comisario Berenguer, prometiendo la llegada de refuerzos desde Tetúan. Una hora más tarde el general Silvestre comunicó de nuevo a Berenguer y al Ministro de la Guerra, [[Luis Marichalar y Monreal]], su desesperada situación y su decisión de tomar ''urgentes determinaciones''.<br />
El campamento de Annual disponía de víveres para cuatro días y municiones para un día de combate, pero carecía de reservas de agua. El general Silvestre, consciente de la imposibilidad de defender la posición, acordó con sus oficiales la evacuación del campamento. Sin embargo, a las 3:45 del día 22 llegó un mensaje de radio del Alto Comisario Berenguer, prometiendo la llegada de refuerzos desde Tetúan. Una hora más tarde el general Silvestre comunicó de nuevo a Berenguer y al Ministro de la Guerra, [[Luis Marichalar y Monreal]], su desesperada situación y su decisión de tomar ''urgentes determinaciones''.
Al rayar el alba tuvo lugar una segunda reunión de oficiales, en la que Silvestre dudó entre la evacuación inmediata y la espera de la llegada de refuerzos. Las dudas se despejaron cuando se tuvieron noticias del avance de tres columnas rifeñas de unos 2.000 hombres cada una. Ante esta información, el general ordenó evacuar, anunciando su intención de replegarse a los fuertes de Ben Tieb y Dar-Drius, posición ésta última que reunía las características para albergar gran cantidad de tropa y con el abastecimiento de agua muy fácil.<br />
 
La retirada, cuidadosamente planificada, comenzó a las 11:00 horas: había dos convoyes, uno para retirar los mulos con la impedimenta, y otro para el grueso de la tropa, los heridos y el armamento pesado. Pero para entonces las alturas del norte, que dominaban los caminos de huída, ya habían sido tomadas por los rifeños. La gran mayoría de los policías indígenas que las defendían se habían pasado al enemigo, matando a sus oficiales españoles.<ref>Ibidem.</ref><br />
Al rayar el alba tuvo lugar una segunda reunión de oficiales, en la que Silvestre dudó entre la evacuación inmediata y la espera de la llegada de refuerzos. Las dudas se despejaron cuando se tuvieron noticias del avance de tres columnas rifeñas de unos 2.000 hombres cada una. Ante esta información, el general ordenó evacuar, anunciando su intención de replegarse a los fuertes de Ben Tieb y Dar-Drius, posición ésta última, que reunía las características para albergar gran cantidad de tropa y con el abastecimiento de agua muy fácil.
De modo que, cuando las tropas españolas abandonaron el campamento, comenzaron a recibir disparos. En ese momento comenzó el caos: los dos convoyes de evacuación se mezclaron sin ningún tipo de orden de hombres, mulos y material. En medio de la confusión, los oficiales perdieron el control de la situación. Sin nadie que cubriera su retirada, los hombres trataron de ponerse a cubierto de las balas corriendo hacia delante. Los carros, el material y los heridos comenzaron a ser abandonados; muchos oficiales escaparon ajenos a su deber, y la retirada ordenada no tardó en convertirse en una desbandada general bajo el fuego de los rifeños.<br />
 
Algunos oficiales y unidades mantuvieron la calma y lograron ponerse a salvo con un número de bajas relativamente pequeño; pero, en su inmensa mayoría, los soldados salieron a la carrera y en completo desorden. El desastre pudo haber sido mayor si los [[Regulares]] al mando del comandante Llamas no hubiesen resistido en las alturas del sur. Ello dio tiempo a los huidos para pasar por el angosto paso de Izumar, evitando así una muerte segura a manos de los rifeños. Los Regulares se replegaron por escalones, retrocediendo monte a través en paralelo a la carretera, sin mezclarse con la riada de soldados en fuga.<br />
La retirada, cuidadosamente planificada, comenzó a las 11:00 horas: había dos convoyes, uno para retirar los mulos con la impedimenta, y otro para el grueso de la tropa, los heridos y el armamento pesado. Pero para entonces las alturas del norte, que dominaban los caminos de huida ya habían sido tomadas por los rifeños. La gran mayoría de los policías indígenas que las defendían se pasaron al enemigo, matando a sus oficiales españoles.<ref>Ibidem.</ref>
Fernández Silvestre, que aún estaba en el campamento cuando comenzó el desastre, murió en circunstancias no esclarecidas, y sus restos nunca fueron encontrados. Mientras una versión dice que, al ver el desastre, fue a su tienda de campaña y se voló la cabeza, otra versión dice que fue abatido a tiros por los rifeños junto con el coronel Manella y varios oficiales que trataban de defenderse. Se cuenta que sus últimas palabras, dirigidas a sus hombres en estampida, fueron propias de un demente: ''¡Huid, huid, que viene el coco...!''<ref name=Losada1>Losada p.417</ref><br />
 
En las cuatro horas aproximadas que duró el desastre murieron unos 2.500 españoles, a los que hay que sumar los ocupantes, 1.500 en total, de las posiciones de Talilit, Dar Buymeyan, Intermedias B y C, Izumar, Yebel Uddia, Mehayast, Axdir Asus, Tuguntz, Yemaa de Nador, Halaun y Morabo de Sidi Mohamed, todos muertos. Quedaron 492 prisioneros españoles, de los que sobrevivieron 326. Algunos de ellos fueron liberados al comienzo de la misión de rescate llevada a cabo, entre otros, por los miembros de la Delegación de Asuntos Indígenas [[Gustavo de Sostoa]] y [[Luis de la Corte Lujan]]; los demás cautivos fueron liberados finalmente el 27 de enero de 1923, tras las negociaciones llevadas a cabo con [[Abd el-Krim]] por parte de [[Horacio Echevarrieta]], a cambio de 80.000 [[Duro (moneda)|duros]] de plata.<br />
De modo que cuando las tropas españolas abandonaron el campamento, comenzaron a recibir disparos. En ese momento comenzó el caos: los dos convoyes de evacuación se mezclaron sin ningún tipo de orden de hombres, mulos y material. En medio de la confusión, los oficiales perdieron el control de la situación. Sin nadie que cubriera su retirada, los hombres trataron de ponerse a cubierto de las balas corriendo hacia delante. Los carros, el material y los heridos comenzaron a ser abandonados; muchos oficiales escaparon ajenos a su deber, y la retirada ordenada no tardó en convertirse en una desbandada general bajo el fuego de los rifeños.
 
Algunos oficiales y unidades mantuvieron la calma y lograron ponerse a salvo con un número de bajas relativamente pequeño; pero, en su inmensa mayoría, los soldados salieron a la carrera y en completo desorden. El desastre pudo haber sido mayor si los [[Regulares]] al mando del comandante Llamas no hubiesen resistido en las alturas del sur. Ello dio tiempo a los huidos para pasar por el angosto paso de Izumar, evitando así una muerte segura a manos de los rifeños. Los Regulares se replegaron por escalones, retrocediendo monte a través en paralelo a la carretera, sin mezclarse con la riada de soldados en fuga.
 
Silvestre, que aún estaba en el campamento cuando comenzó el desastre, murió en circunstancias no esclarecidas, y sus restos nunca fueron encontrados. Mientras una versión dice que, al ver el desastre, fue a su tienda de campaña y se voló la cabeza, otra versión dice que fue abatido a tiros por los rifeños junto con el coronel Manella y varios oficiales que trataban de defenderse. Se cuenta que sus últimas palabras, dirigidas a sus hombres en estampida, fueron propias de un demente: ''¡Huid, huid, que viene el coco...!''<ref name=Losada1>Losada p.417</ref>
 
En las cuatro horas aproximadas que duró el desastre murió un total aproximado de 2.500 españoles, a los que hay que sumar los ocupantes, 1.500 en total, de las posiciones de Talilit, Dar Buymeyan, Intermedias B y C, Izumar, Yebel Uddia, Mehayast, Axdir Asus, Tuguntz, Yemaa de Nador, Halaun y Morabo de Sidi Mohamed, todos muertos. Quedaron 492 prisioneros españoles de los que sobrevivieron 326. Algunos de ellos fueron liberados al comienzo de la misión de rescate llevada a cabo, entre otros, por los miembros de la Delegación de Asuntos Indígenas [[Gustavo de Sostoa]] y [[Luis de la Corte Lujan]]; los demás cautivos fueron liberados finalmente el 27 de enero de 1923, tras las negociaciones llevadas a cabo con [[Abd el-Krim]] por parte de [[Horacio Echevarrieta]], a cambio de 80.000 [[Duro (moneda)|duros]] de plata.
 
== El asedio de Monte Arruit ==
{{AP|Asedio de Monte Arruit}}
 
Las pocas fuerzas que pudieron salir vivas, bajo el mando del general Navarro, segundo jefe de la Comandancia de Melilla, retrocedieron hasta Dar Drius, posición bien fortificada y con agua disponible. Sin voluntad de resistencia, creyendo que todo estaba perdido, se replegaron hacia Barbel y Tistuin. En la marcha, al llegar al río Igan, se produjo una nueva huida de oficiales, seguida de la estampida de sus tropas. En medio de aquella desbandada, el [[Regimiento de Caballería de Alcántara]], mandado por el [[teniente coronel]] [[Fernando Primo de Rivera]], hermano del futuro [[Miguel Primo de Rivera|dictador]], trató de proteger la retirada enfrentándose a las oleadas de indígenas, primero con sus ametralladoras y después con sucesivas cargas de [[caballería]]. Su sacrificio fue enorme, pues de los 691 jinetes que lo componían, murieron 471, lo que supuso un 80 por ciento de bajas. Pero gracias a su acción muchos soldados que huían tuvieron tiempo de ponerse a salvo.<ref name="Losada1">Losada p.417</ref> <ref>[http://www.quironediciones.com/pdf/10.pdf], [http://www.geocities.com/annual_1921/personajes/primo_ribera.htm], [http://www.sbhac.net/Republica/Introduccion/Antecede/Antecede.htm] y [http://www.fotosdevalladolid.com/2005/05/cazadores-de-alcntara.html]</ref><br />
Las pocas fuerzas que pudieron salir vivas, bajo el mando del general Navarro, segundo jefe de la Comandancia de Melilla, retrocedieron hasta Dar Drius, posición bien fortificada y con agua disponible. Sin voluntad de resistencia, creyendo que todo estaba perdido, se replegaron hacia Barbel y Tistuin. En la marcha, al llegar al río Igan, se produjo una nueva huida de oficiales, seguida de la estampida de sus tropas. En medio de aquella desbandada, el Regimiento de Caballería de Alcántara, mandado por el [[teniente coronel]] [[Fernando Primo de Rivera]], hermano del futuro [[Miguel Primo de Rivera|dictador]], trató de proteger la retirada enfrentándose a las oleadas de indígenas primero con sus ametralladoras y después con sucesivas cargas de [[caballería]]. Su sacrificio fue enorme, pues de los 691 jinetes que lo componían, 471 murieron, lo que supuso un 80 por ciento de bajas. Pero gracias a su acción muchos soldados que huían tuvieron tiempo de ponerse a salvo.<ref name="Losada1">Losada p.417</ref> <ref>[http://www.quironediciones.com/pdf/10.pdf], [http://www.geocities.com/annual_1921/personajes/primo_ribera.htm], [http://www.sbhac.net/Republica/Introduccion/Antecede/Antecede.htm] y [http://www.fotosdevalladolid.com/2005/05/cazadores-de-alcntara.html]</ref>
Finalmente, tras seis días de agotadora marcha, alcanzaron el campamento de [[Monte Arruit]], una posición más difícil de defender pero más fácil de socorrer que Dar-Drius. Aquí, los 3.017 hombres de Navarro intentarían recomponerse, pero pronto Monte Arruit fue también cercado, y cortados sus suministros. El [[2 de agosto]] cayó [[Nador]], siendo su guarnición la única que, tras rendirse, fue respetada por los rifeños.<br />
 
Con la caída de esta plaza quedó sentenciado el destino tanto de Monte Arruit como de [[Zeluán]], asediada desde el [[24 de julio]]. Ésta se rindió el [[3 de agosto]], siendo los supervivientes asesinados, y los oficiales, el capitán Carrasco y el teniente Fernández, quemados vivos.<ref>Expediente Picasso, p. 271 y ss.</ref><br />
Finalmente, tras seis días de agotadora marcha, alcanzaron el campamento de [[Monte Arruit]], una posición más difícil de defender pero más fácil de socorrer que Dar-Drius. Aquí, los 3.017 hombres de Navarro intentarían recomponerse, pero pronto Monte Arruit fue también cercado, y cortados sus suministros. El [[2 de agosto]] cayó [[Nador]], siendo su guarnición la única que, tras rendirse, fue respetada por los rifeños. Con la caída de esta plaza quedó sentenciado el destino tanto de Monte Arruit como de [[Zeluán]], asediada desde el [[24 de julio]]. Ésta se rindió el [[3 de agosto]], siendo los supervivientes asesinados, y los oficiales, el capitán Carrasco y el teniente Fernández, quemados vivos.<ref>Expediente Picasso, p. 271 y ss.</ref>
Navarro desistió de intentar una huída desesperada hacia Melilla, negándose a abandonar a sus heridos. Al agotamiento físico había que sumar la desmoralización de la tropa, en algunos momentos al borde de la insurrección, y la carencia de agua (sólo tenían los bloques de hielo que dos aviones dejaban caer sobre la posición).<br />
 
El [[31 de julio]] una granada había destrozado el brazo del teniente coronel Primo de Rivera, que fue operado sin anestesia y murió el [[5 de agosto]] a causa de la [[gangrena]].<br />
Navarro desistió de intentar una huida desesperada hacia Melilla, negándose a abandonar a sus heridos. Al agotamiento físico había que sumar la desmoralización de la tropa, en algunos momentos al borde de la insurrección, y la carencia de agua (sólo tenían los bloques de hielo que dos aviones dejaban caer sobre la posición). El [[31 de julio]] una granada destrozó el brazo de Primo de Rivera, que fue operado sin anestesia, y murió el [[5 de agosto]] por causa de la [[gangrena]]. Vistas las condiciones, el general Berenguer, Alto Comisario, generalde BerenguerEspaña en el [[protectorado]], autorizó la rendición formal el [[9 de agosto]], a pesar de que ese día llegó de la Península un refuerzo de 25.000 soldados. Se pactó con los rifeños la entrega de las armas a cambio de respetar la vida de los soldados. Una vez aceptadas las condiciones por los hombres de Abd el-Krim, los españoles salieron de la posición y amontonaron sus armas. Los heridos y enfermos comenzaron a alinearse en la puerta del fuerte, preparándose para la evacuación. Pero cuando se dio la orden de partir, los rifeños atacaron a los indefensos españoles, degollando a casi todos. Sobrevivieron 60 hombres de los 3.000 que se refugiaron allí, y salvó la vida el general Navarro de casualidad. Tiempo después fueron canjeados. Los cadáveres quedaron insepultos hasta la reconquista de la posición.<brref>La Porte Fernández-Alfaro, Pablo. ''El desastre de Annual y la crisis de la Restauración en España (1921-1923)''. Pp. 244-5.</ref>
 
Sobrevivieron 60 hombres de los 3.000 que se refugiaron allí, y salvó la vida el general Navarro de casualidad. Tiempo después fueron canjeados. Los cadáveres quedaron insepultos hasta la reconquista de la posición.<ref>La Porte Fernández-Alfaro, Pablo. ''El desastre de Annual y la crisis de la Restauración en España (1921-1923)'', págs. 244-245.</ref><br />
== Resultados ==
 
Pronto corrió la noticia de la victoria rifeña, y tanto las cabilas como parte de las fuerzas marroquíes al servicio de España se sumaron a la guerra santa proclamada por Abd el-Krim.<ref>Con el alzamiento contra España de las cabilas de Beni Uleixec, Gueznaia, Beni Said y M'talza, casi todo el territorio oriental del Protectorado quedó en manos rifeñas.</ref> Ninguna ayuda llegó desde Melilla, situada a unos 40 km, y así las pocas unidades que aún conservaban la disciplina se vieron obligadas a retirarse bajo el constante acoso enemigo hasta Melilla. Se produjo así una espantosa retirada en la que los rifeños asesinaron y torturaron a los heridos, enfermos y a la población civil dejada atrás.{{cita requerida}}<br />
Pronto corrió la noticia de la victoria rifeña, y tanto las cábilas como parte de las fuerzas marroquíes al servicio de España se sumaron a la guerra santa proclamada por Abd el-Krim.<ref>Con el alzamiento contra España de las cabilas de Beni Uleixec, Gueznaia, Beni Said y M'talza, casi todo el territorio oriental del Protectorado quedó en manos rifeñas.</ref> Ninguna ayuda llegó desde Melilla, situada a unos 40 km, y así las pocas unidades que aún conservaban la disciplina se vieron obligadas a retirarse bajo el constante acoso enemigo hasta Melilla. Se produjo así una espantosa retirada en la que los rifeños asesinaron y torturaron a los heridos, enfermos y a la población civil dejada atrás.{{cita requerida}} Las guarniciones de las posiciones fueron muertas tras duros combates. Lograron escapar vivos los defensores de Afrau, rescatados por la [[Armada española|Armada]], y el destacamento de Metalsa, que logró llegar a las posiciones francesas de Hassi Ouzenga tras perder dos terceras partes de sus efectivos. En Dar Quebdana, el comandante pactó la rendición, pero en cuanto ésta tuvo lugar, él y sus hombres fueron descuartizados.<br />
 
Tan terrible derrota se saldó, según el [[Expediente Picasso]], con 13.363 muertos (10.973 españoles y 2.390 indígenas), frente a sólo 1.000 rifeños. No obstante, las cifras seguramente fueron inferiores, ya que los registros eran a menudo hinchados para cobrar más soldadas y recibir más suministros. El comandante Caballero Poveda<ref>''La Campaña del 21 en cifras reales'' (I) y (II). Revista ''"Ejército"''. Nº 522 y 523. Madrid, 1984.</ref> calculó el total de bajas españolas en 7.875 hombres. En octubre de 1921, [[Indalecio Prieto]] calculó en 8.668 los españoles muertos o desaparecidos. Por último, Juan Tomás Palma Romero<ref>''Annual 1921. 80 años del Desastre'', Madrid, Almena, 2001, págs. 169-171.</ref> estimó en 8.180 los muertos o desaparecidos. En todo caso, había tanto muerto que se decía que, a partir del segundo día, los buitres sólo comían ''de comandante para arriba''. A las pérdidas humanas se añadían las de material militar (20.000 fusiles, 400 ametralladoras, 129 cañones, aparte de municiones y pertrechos) y la destrucción de las infraestructuras (líneas férreas y telegráficas, hospitales, escuelas, cultivos, etc.) construidas con el dinero y el esfuerzo español a lo largo de 12 años.<br />
Tan terrible derrota se saldó, según el expediente Picasso con 13.363 muertos (10.973 españoles y 2.390 indígenas), por sólo 1.000 rifeños. No obstante, las cifras seguramente fueron inferiores, ya que los registros eran a menudo hinchados para cobrar más soldadas y recibir más suministros. El comandante Caballero Poveda<ref>''La Campaña del 21 en cifras reales'' (I) y (II). Revista ''"Ejército"''. Nº 522 y 523. Madrid, 1984.</ref> calculó el total de bajas españolas en 7.875 hombres. Indalecio Prieto calculó en 8.668 los españoles muertos o desaparecidos en octubre de 1921. Por último, Juan Tomás Palma Romero<ref>''Annual 1921. 80 años del Desastre''. Almena, Madrid, 2001. Pp. 169-171.</ref> estimó en 8.180 los muertos o desaparecidos. En todo caso, había tanto muerto que se decía que, del segundo día en adelante los buitres sólo comían ''de comandante para arriba''. A las pérdidas humanas se añadían las de material militar (20.000 fusiles, 400 ametralladoras, 129 cañones, aparte de municiones y pertrechos) y la destrucción de las infraestructuras (líneas férreas y telegráficas, hospitales, escuelas, cultivos, etc.) construidas con el dinero y el esfuerzo español a lo largo de 12 años.
 
== Epílogo ==
 
{{AP|Expediente Picasso}}
El desastre de Annual provocó una terrible crisis política. El gobierno de [[Manuel Allendesalazar Muñoz|Allendesalazar]] se vio obligado a dimitir, y en agosto de 1921, el rey [[Alfonso XIII de España|Alfonso XIII]] encarga a [[Antonio Maura]] formar un gobierno de ''concentración nacional'' del que formaron parte todos los grupos políticos. Este gobierno estuvo dividido entre quienes deseaban una intervención más decidida en Marruecos y los partidarios del abandono. Llegó a decir [[Indalecio Prieto]] llegó a decir en las Cortes:<br />
 
{{cita|Estamos en el período más agudo de la decadencia española. La campaña de África es el fracaso total, absoluto, sin atenuantes, del ejército español.}}<br />
{{cita|Estamos en el periodo más agudo de la decadencia española. La campaña de África es el fracaso total, absoluto, sin atenuantes, del ejército español.}}
El ministro de la Guerra ordenó al general [[Juan Picasso González|Juan Picasso]] elaborar un informe, conocido como [[Expediente Picasso]], en el que, a pesar de diversas acciones obstructivas, se señalaban múltiples errores militares, calificando de negligente la actuación de los generales Berenguer (Alto Comisario) y Navarro (2º Jefe de la Comandancia General de Melilla) y de temeraria la del general Fernández Silvestre. Quedaban desestimados los testimonios infundados de que el Rey había animado, con el telegrama: "''Olé los hombres''", la penetración irresponsable de éste hasta puntos alejados de Melilla sin contar con una defensa adecuada en la retaguardia.<br />
 
Pero la crisis política continuaba. El gobierno de Maura cayó en marzo de [[1922]] y tras él los gobiernos de [[Sánchez Guerra]] y [[García Prieto]]. Antes de que el informe Picasso se debatiera en el Pleno de las Cortes, el general [[Miguel Primo de Rivera]] dio un Golpe de Estado el [[13 de septiembre]] de [[1923]], decidido a poner fin a la deriva política.<br />
El ministro de la Guerra ordenó al general [[Juan Picasso González|Juan Picasso]] elaborar un informe conocido como [[Expediente Picasso]], en el que, a pesar de diversas acciones obstructivas, se señalaban múltiples errores militares, calificando de negligente la actuación de los generales Berenguer (Alto Comisario) y Navarro (2º Jefe de la Comandancia General de Melilla) y de temeraria la del general Silvestre.
Con respecto al Rif, Abd el-Krim extendió su dominio por todo el protectorado español, creando la [[República del Rif]], que llegó en [[1924]] a la cumbre de su poder. Sin embargo, su éxito y sus ataques al Marruecos francés determinaron el giro de la política de Primo de Rivera, hasta entonces pasiva y de contención, frente al problema del Rif. España se entendió con Francia para hacer frente común a los rifeños y pasó a la ofensiva. Con el éxito rotundo del [[Desembarco de Alhucemas]], Primo de Rivera obtuvo una posición fuerte que le permitió pacificar la zona en menos de un año y restituir la autoridad española en el Protectorado.<br />
 
Quedaban desestimados los testimonios infundados de que el Rey había animado, con el telegrama: "''Olé los hombres''", la penetración irresponsable de Silvestre hasta puntos alejados de Melilla sin contar con una defensa adecuada en la retaguardia.
 
Pero la crisis política continuaba. El gobierno de Maura cayó en marzo de 1922 y tras él los gobiernos de Sánchez Guerra y García Prieto. Antes de que el informe Picasso se debatiera en el Pleno de las Cortes, el general [[Miguel Primo de Rivera]] dio un Golpe de Estado el [[13 de septiembre]] de [[1923]], decidido a poner fin a la deriva política.
 
Con respecto al Rif, Abd el-Krim extendió su dominio por todo el protectorado español, creando la [[República del Rif]], que llegó en [[1924]] a la cumbre de su poder. Sin embargo, su éxito y sus ataques al Marruecos francés determinaron el giro de la política de Primo de Rivera, hasta entonces pasiva y de contención, frente al problema del Rif. España se entendió con Francia para hacer frente común a los rifeños y pasó a la ofensiva. Con el éxito rotundo del [[Desembarco de Alhucemas]], Primo de Rivera obtuvo una posición fuerte que le permitió pacificar la zona en menos de un año y restituir la autoridad española en el Protectorado.
 
== El desastre de Annual en la literatura ==
Las primeras obras significativas sobre el desastre de Annual fueron publicadas al año escaso de la derrota. Las más destacadas fueron ''Las responsabilidades del desastre. Ecce Homo. Prueba documental y apuntes inéditos sobre las causas del derrumbamiento y consecuencias de él'', de [[Víctor Ruiz Albéniz]], y ''Del desastre al fracaso. Un mando funesto'', de [[Francisco Hernández Mir]], ambas publicadas en Madrid en [[1922]]. Cabe destacar asimismoasí mismo la obra del Teniente Coronel [[Eduardo Pérez Ortiz]] ''18 Meses de Cautiverio. De Annual a Monte-Arruit. Crónica de un testigo'' en la que describe su experiencia durante el Desastre y suel posterior cautiverio.<br />
 
La dictadura de Primo de Rivera relegó los sucesos de Annual a un segundo plano. Aun así, la obra de [[Carlos Hernández de Herrera]] y [[Tomás García Figueras]] ''Acción de España en Marruecos'' (2 vols., Madrid, 1929-1930) explicaba el desastre de Annual con una solidez documental y una minuciosidad extraordinarias. Aún hoy día es considerado uno de los mejores y más detallados trabajos acerca de la acción española en el Protectorado marroquí.<br />
La dictadura de Primo de Rivera relegó los sucesos de Annual a un segundo plano. Aun así, la obra de [[Carlos Hernández de Herrera]] y [[Tomás García Figueras]] ''Acción de España en Marruecos'' (2 vols., Madrid, 1929-1930) explicaba el desastre de Annual con una solidez documental y una minuciosidad extraordinarias. Aún hoy día es considerado uno de los mejores y más detallados trabajos acerca de la acción española en el Protectorado marroquí.
El Desastre de Annual fue un tema de importancia para la narrativa. En [[1928]] se publicó la obra de [[José Díaz Fernández]] ''El blocao'', y poco antes de la caída de Alfonso XIII vio la luz la célebre novela ''Imán'', de [[Ramón J. Sender]] (Madrid, 1930), quizá el relato más estremecedor y terrible de la tragedia del ejército español. En [[1939]] se publicó, en inglés, la famosa obra de [[Arturo Barea]], ''La forja de un rebelde''.<br />
 
Durante la [[dictadura franquista]], las referencias históricas a la batalla fueron escasas y, en último término, justificadoras. Así ocurría en la obra del [[Gabriel Maura Gamazo|Duque de Maura]] y [[Melchor Fernández Almagro]], ''Por qué cayó Alfonso XIII. Evolución y disolución de los partidos históricos durante su reinado'' (Madrid, [[1948]]), y la extraordinaria recopilación documental de [[Manuel Galbán Jiménez]] sobre las causas del desastre de Annual: ''España en África. La pacificación de Marruecos'' (Madrid, [[1965]]). Las escasas obras que hicieron frente a la interpretación oficial del régimen procedieron del [[exilio republicano]]: ''España y Marruecos'', de [[Indalecio Prieto]] (Toulouse, [[1956]]), ''La España de mi vida. Autobiografía'', de [[Ángel Ossorio y Gallardo]], (Buenos Aires, [[1941]]), y ''La pequeña historia'', de [[Alejandro Lerroux]] (Buenos Aires, [[1945]]).<br />
El Desastre de Annual fue un tema de importancia para la narrativa. En [[1928]] se publicó la obra de [[José Díaz Fernández]] ''El blocao'', y poco antes de la caída de Alfonso XIII vio la luz la célebre novela ''Imán'', de [[Ramón J. Sender]] (Madrid, 1930), quizá el relato más estremecedor y terrible de la tragedia del ejército español. En [[1939]] se publicó, en inglés, la famosa obra de [[Arturo Barea]], ''La forja de un rebelde''.
 
Durante la [[dictadura franquista]], las referencias históricas a la batalla fueron escasas y, en último término, justificadoras. Así ocurría en los casos de la obra del [[Gabriel Maura Gamazo|Duque de Maura]] y [[Melchor Fernández Almagro]], ''Por qué cayó Alfonso XIII. Evolución y disolución de los partidos históricos durante su reinado'' (Madrid, 1948), y la extraordinaria recopilación documental de [[Manuel Galbán Jiménez]] sobre las causas del desastre de Annual: ''España en África. La pacificación de Marruecos'' (Madrid, 1965). Las escasas obras que hicieron frente a la interpretación oficial del régimen procedieron del [[exilio republicano]]: ''España y Marruecos'', de [[Indalecio Prieto]] (Toulouse, 1956), ''La España de mi vida. Autobiografía'', de [[Ángel Ossorio y Gallardo]], (Buenos Aires, 1941), y ''La pequeña historia'', de [[Alejandro Lerroux]] (Buenos Aires, 1945).
 
== Referencias ==
=== Notas ===
 
<div class="references-small" style="-moz-column-count:2; column-count:2;">
<references />
</div>
 
=== Bibliografía ===
 
* {{cita libro
| autor = Leguineche Bollar, Manuel
Línea 94 ⟶ 129:
| id = ISBN 84-204-8235-8
}}
 
* {{cita libro
| autor = Palma Moreno, Juan T.
Línea 101 ⟶ 137:
| id = ISBN 84-930713-9-0
}}
 
* {{cita libro
| autor = Carrasco García, Antonio
Línea 108 ⟶ 145:
| id = ISBN 84-96170-20-9
}}
 
* {{cita libro
| autor = Francisco, Luis Miguel
Línea 115 ⟶ 153:
| id =
}}
 
* La Porte Fernández-Alfaro, Pablo (2003). ''El desastre de Annual y la crisis de la Restauración en España (1921-1923)''. Alcalá de Henares, UCM. Disponible online en: [http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0045001.pdf] (22'28 Mb), [http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0045002.pdf] (13'53 Mb) y [http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0045003.pdf] (22'72 Mb).
* La Porte Fernández-Alfaro, Pablo (2003). ''El desastre de Annual y la crisis de la Restauración en España (1921-1923)''. Alcalá de henares, UCM. Disponible online en: [http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0045001.pdf] (22'28 Mb), [http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0045002.pdf] (13'53 Mb) y [http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0045003.pdf] (22'72 Mb).
 
* {{cita libro
| autor = Silva, Lorenzo
Línea 123 ⟶ 163:
| id =
}}
 
* {{cita libro
| autor = Sender, Ramón J.
Línea 130 ⟶ 171:
| id = ISBN 84-233-3344-2
}}
 
* {{cita libro
| autor = Eduardo Pérez Ortiz
Línea 137 ⟶ 179:
| id = Colección Leer y Viajar Clásico ISBN: 978-84-936950-9-5
}}
 
* {{cita libro
| autor = Losada, Juan C.
Línea 144 ⟶ 187:
| id = ISBN: 84-663-6845-0
}}
 
== Véase también ==
* [[Guerra del Rif]]
Línea 149 ⟶ 193:
* [[Dámaso Berenguer]]
* [[Desembarco de Alhucemas]]
 
== Enlaces externos ==
 
* [http://www.geocities.com/annual_1921/ El desastre de Annual]
* [http://usuarios.lycos.es/Belfegor/ El desastre de Annual]
* [http://www.guardiacivil.org/revista/result.jsp?id=77 La Guardia Civil en el Desastre de Annual] ''Revista de Historia de la Guardia Civil''.
* [http://www.editorialfajardoelbravo.es/proyectos.php Próxima publicación de la biografía de Abd el-Krim según documentos oficiales españoles].
* [http://www.youtube.com/watch?v=OrqiO0sTn0U&eurl=http%3A%2F%2Fdabble%2Ecom%2Fnode%2F10576650 La Legión, el Desastre de Annual y Desembarco de Alhucemas], en [[YouTube]].
* [http://www.interfolio.es/Clásico/Clásico.html Algunas páginas de 18 Meses de cautiverio y otros libros].
 
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