Diferencia entre revisiones de «Cultura»
Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 201.215.111.135 (disc.) a la última edición de Rαge |
|||
Línea 28:
[[Archivo:Herder.jpg|thumb|200px|Johann Gottfried Herder. Según él, la cultura podía entenderse como la realización del [[Espíritu del pueblo|genio nacional]] (''Volksgeist'').]]
Es necesario señalar que no todos los intelectuales franceses emplearon el término. Rousseau y [[Voltaire]] se mostraron reticentes a esta concepción progresista de la historia. Intentaron proponer una versión más [[relativismo cultural|relativista]] de la historia, aunque sin éxito, pues la corriente dominante era la de los progresistas. No fue en Francia, sino en [[Alemania]] donde las posturas relativistas ganaron mayor prestigio. El término ''Kultur'' en sentido figurado aparece en Alemania hacia el siglo XVII -aproximadamente con la misma connotación que en francés. Para el siglo XVIII goza de gran prestigio entre los pensadores burgueses alemanes. Esto se debió a que fue empleado para denostar a los aristócratas, a los que acusaban de tratar de imitar las maneras ''"civilizadas"'' de la corte francesa. Por ejemplo, [[Immanuel Kant]] apuntaba que "nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales" (Thompson, 2002: 187). Por lo tanto, en Alemania el término civilización fue equiparado con los valores cortesanos, calificados de superficiales y pretenciosos. En sentido contrario, la cultura se identificó con los valores profundos y originales de la burguesía (Cuche, 1999:13).
En el proceso de [[crítica social]], el acento en la dicotomía cultura/civilización se traslada de las diferencias entre estratos sociales a las diferencias nacionales. Mientras Francia era el escenario de una de las [[Revolución francesa|revoluciones]] burguesas más importantes de la historia, Alemania estaba fragmentada en múltiples Estados. Por ello, una de las tareas que se habían propuesto los pensadores alemanes era la unificación política. La unidad nacional pasaba también por la reivindicación de las especificidades nacionales, que el universalismo de los pensadores franceses pretendía borrar en nombre de la civilización. Ya en [[1774]], [[Johann Gottfried Herder]] proclamaba que el genio de cada pueblo (''[[Volksgeist]]'') se inclinaba siempre por la diversidad cultural, la riqueza humana y en contra del universalismo. Por ello, el orgullo nacional radicaba en la cultura, a través de la que cada pueblo debía cumplir un destino específico. La cultura, como la entendía Herder, era la expresión de la humanidad diversa, y no excluía la posibilidad de comunicación entre los pueblos.
|