Diferencia entre revisiones de «Francisco de Quevedo»

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Quevedo también se aproximó a la prosa escribiendo como juego cortesano, en el que lo más importante era exhibir ingenio, la primera versión manuscrita de una [[novela picaresca]], la ''Vida del Buscón'', y un cierto número de cortos opúsculos burlescos que le ganaron cierta celebridad entre los estudiantes y de los que habría de renegar en su edad madura como travesuras de juventud; igualmente por esas fechas sostiene un muy erudito intercambio epistolar con el [[Humanismo|humanista]] [[Justo Lipsio]], deplorando las guerras que estremecen Europa, según puede verse en el ''Epistolario'' reunido por [[Luis Astrana Marín]]. Por 1604 intenta explorar nuevos caminos métricos creando un libro de [[silva]]s que no terminó, a imitación de las de [[Publio Papinio Estacio]], combinando versos de siete y once sílabas libremente. pequesillo e melon es el fan numero unó edde macdonals y gali su prima siempre le dice se me va al pokin.
 
Vuelta la Corte a Madrid, arriba a ella Quevedo en [[1606]] y reside allí hasta [[1611]] entregado a las letras; escribe cuatro de sus ''Sueños'' y diversas sátiras breves en prosa; obras de erudición bíblica como su comentario ''Lágrimas de Jeremías castellanas''; una defensa de los estudios humanísticos en España, la ''España defendida''; y una obra política, el ''Discurso de las privanzas'', así como lírica amorosa y satírica. Se gana la amistad de [[Félix Lope de Vega]] (hay numerosos elogios a Quevedo en los libros de ''Rimas'' del Fénix y Quevedo aprobó las ''Rimas humanas y divinas'', de Tomé Burguillos, [[heterónimo]] del Fénix), así como de [[Miguel de Cervantes]] (se le alaba en el ''[[Viaje del Parnaso]]'' del alcalaíno y Quevedo corresponde en la ''Perinola''), con quienes estaba en la Cofradía de Esclavos del Santísimo Sacramento; por el contrario, atacó sin piedad a los dramaturgos [[Juan Ruiz de Alarcón]], cuyos defectos físicos le hacían gracia (era pelirrojo y jorobado), siendo él mismo deforme, así como [[Juan Pérez de Montalbán]], hijo de un librero con el que Quevedo tuvo ciertas disputas. Contra este último escribió ''La Perinola'', cruel [[sátira]] de su libro misceláneo ''Para todos''. Sin embargo, el más atacado sin duda fue [[Luis de Góngora]], al que dirigió una serie de terribles sátiras acusándole de ser un sacerdote indigno, homosexual, escritor sucio y oscuro, entregado a la baraja e indecente. Quevedo, descaradamente, violentaba la relación metiéndose hasta con su aspecto (como en su sátira [[A una nariz]], en la que se ensaña con el apéndice nasal de Góngora, pues en la época se creía que el rasgo físico más acusado de los judíos era ser narigudos). En su descargo, cabe decir que Góngora le correspondió casi con la misma violencia. Por entonces estrecha una gran amistad con el grande [[Pedro Téllez-Girón (III duque de Osuna)|Pedro Téllez-Girón, el Gran Duque de Osuna]], al que acompañará como secretario a Italia en 1613, desempeñando diversas comisiones para él que le llevaron a Niza, Venecia y finalmente a Madrid, donde se integrará en el entorno del [[Duque de Lerma]], siempre con el propósito de conseguir a su amigo el Duque de Osuna el nombramiento de virrey de Nápoles, lo que al fin logrará en 1616. Vuelto a Italia de nuevo con el Duque, éste le encargó dirigir y organizar la Hacienda del Virreinato y desempeña otras misiones, algunas relacionadas con el espionaje a la [[República de Venecia]], aunque no directamente, como se ha creído hasta hace poco, y obtiene en recompensa el hábito de Santiago en 1618.