Diferencia entre revisiones de «Efecto mariposa»
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m Metereólogicos sustituido por meteorológicos en la frase: Por falta de modelos metereólogicos... |
→Origen y evolución del concepto Efecto Mariposa: ; ortografía; mantenimiento |
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En tiempos modernos la específica formulación del concepto como ''Efecto Mariposa'' está íntimamente ligado al surgimiento de la [[Teoría del caos]], que ya sí efectivamente sugiere la posibilidad de que un ínfimo acontecimiento como el aleteo de una mariposa, acaecido en un momento dado, pueda alterar a largo plazo una secuencia de acontecimientos de inmensa magnitud, (al menos para variar el lugar y momento de su aparición, no tanto para aportar la energía para causarlos, que obviamente no posee).
Su formulación se la debemos al matemático y meteorólogo estadounidense [[Edward Lorenz|Edward Norton Lorenz]] (1938-2008) para explicar el comportamiento caótico de sistemas inestables, tales como el tiempo meteorológico, expuesto en su artículo de 1963: “Flujo determinista no periódico”.<ref>Deterministic Nonperiodic Flow. Journal of Atmospheric Sciences. Vol.20 :
Anteriormente, Lorenz había usado el ejemplo de una gaviota provocando una tormenta pero finalmente lo hizo más poético con la mariposa, siguiendo las recomendaciones de unos colegas.
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Lorenz trabajaba en 1960 en la predicción del tiempo meteorológico con la ayuda de ordenadores y, al repetir unos cálculos introduciendo valores anteriormente obtenidos, observó cambios drásticos en los resultados del tiempo meteorológico previsto a largo plazo tras efectuar un ''levísimo redondeo'', (la impresora, para ahorrar espacio recogía sólo tres cifras decimales del valor de una determinada magnitud, [0,506], que él introdujo como valor inicial para continuar los cálculos, [considerando que el error era insignificante], en lugar de introducir el valor más preciso almacenado en la memoria del ordenador, [0,506127]). Esta es su propia descripción:
{{cita|
Inmediatamente pensé que se había estropeado alguna válvula o que el ordenador tenía alguna otra avería, cosa nada infrecuente, pero antes de llamar a los técnicos decidí comprobar dónde se encontraba la dificultad, sabiendo que de esa forma podría acelerar la reparación. En lugar de una interrupción brusca, me encontré con que los nuevos valores repetían los anteriores en un principio, pero que enseguida empezaban a diferir, en una, en varias unidades, en la última cifra decimal, luego en la anterior y luego en la anterior. La verdad es que las diferencias se duplicaban en tamaño más o menos constantemente cada cuatro días, hasta que cualquier parecido con las cifras originales desaparecía en algún momento del segundo mes.
Con eso me bastó para comprender lo que ocurría: los números que yo había tecleado no eran los números originales exactos sino los valores redondeados que había dado a la impresora en un principio. Los errores redondeados iniciales eran los culpables: se iban amplificando constantemente hasta dominar la solución. Dicho con terminología de hoy: se trataba del caos.
En 1987 el término “efecto mariposa” despegó gracias al bestseller “Caos: la creación de una ciencia”, de James Gleick.<ref>James Gleick, Chaos: Making a New Science, Viking Books, 1987.</ref> Entonces fue cuando el descubrimiento de Lorenz llegó al público general, con una gran repercusión y popularidad.
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