Diferencia entre revisiones de «Batalla de Bailén»

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En el primer período de la batalla, entre las tres y cuatro de la madrugada, la vanguardia francesa alcanza el puente del Rumblar, y a un kilómetro de distancia, en el Ventorrillo, encuentran a los primeros destacamentos españoles. Estas posiciones españolas fueron desalojadas por los franceses sin dificultad.
 
Cerca ya de Bailén chocaron con algunas avanzadas españolas que cayeron concéntricamente sobre ellos y que les hicieron retroceder hasta el Rumblar de nuevo. El regimiento de caballería Farnesio llegó hasta allí también. Es ahora cuando Reding ordena el despliegue a la salida de Bailén: en forma de media luna, ocupando las alturas para dominar todo el campo, en especial los flancos, que fueron apostados sobre los cerros Valentín, Zumacar Grande, Cerrajón, Haza Walona; y en la retaguardia en los cerros San Cristóbal y El Ahorcado en prevención de la llegada de Vedel. Con Venegas en el ala derecha, el centro de Reding y la izquierda de Coupigny, las fuerzas totales que presentan los españoles bajo el mando de Reding en Bailén rondan los 20 000 hombres, y Dupont una cifra algo inferior.
 
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Los franceses apostan su artillería de campaña, inferior a las piezas españolas. En el duelo artillero los franceses apenas infligen daño alguno mientras que gran parte de sus piezas son desbaratadas. Dupont mientras tanto espera la llegada de sus brigadas más cercanas.
En el tercer período, de seis y media a ocho y media de la mañana, a la vanguardia francesa que, hasta entonces fue comandadamandada por Teulet, se le une la brigada Chabert, y la brigada de caballería de Privé. Las fuerzas que ahoraen ese mismomomento presentatiene Dupont son de unos 4500 hombres y casi diez piezas de artillería. A la siguiente brigada, la de Pannetier, aún le quedaban dos horas para arribarllegar al lugar. Dupont no puede esperar a que Castaños le sorprenda por retaguardia, así que decide atacar aun estando en minoríadesventaja, con el objetivo de romper el centro español y enlazar con Vedel.
 
Forma cuatro columnas de ataque flanqueadas por la caballería de Dupré y Privé y apoyados por la artillería desde Cruz Blanca. Venegas avanza enpor el ala derecha y Dupré carga contra ellos, mientras que en el ala izquierda, el cerro del Cerrajón se hallaba tomado por los españoles. La caballería de Privé carga para desalojarlos, y provoca su precipitado repliegue. Para apoyar esta retirada, los suizos del Reding 3, el Rgto. Jaén y una compañía de zapadores se adelanta. La misma caballería de Privé arrolla al Jaén y obliga al resto a retroceder a sus posiciones de partida. Tras esto, el intenso fuego que recibe Privé le obliga a replegarse.
Forma cuatro columnas de ataque flanqueadas por la caballería de Dupré y Privé y apoyados por la artillería desde Cruz Blanca.
 
Venegas avanza en el ala derecha y Dupré carga contra ellos, mientras que en el ala izquierda, el cerro del Cerrajón se hallaba tomado por los españoles. La caballería de Privé carga para desalojarlos, y provoca su precipitado repliegue. Para apoyar esta retirada, los suizos del Reding 3, el Rgto. Jaén y una compañía de zapadores se adelanta. La misma caballería de Privé arrolla al Jaén y obliga al resto a retroceder a sus posiciones de partida. Tras esto, el intenso fuego que recibe Privé le obliga a replegarse.
Simultáneamente a todo esto, en el centro, la infantería francesa avanza entre la lluvia de artillería. Antes de tocar el centro de la línea española, la caballería de Farnesio y Borbón cargan contra ellos y les hacen retroceder. Para apoyar a la infantería vuelven a acudir al combate los jinetes de Privé, enfrentamiento que acaba con la retirada francesa.
Dupont se ve agotado sin el auxilio de Vedel, a quien sigue esperando.
 
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Hacia el mediodía la situación de Dupont es desesperada, temiendo la llegada de Castaños por retaguardia y sin la aparición de Vedel. Piensa en un último esfuerzo reuniendo a todas las tropas presentes supervivientes, se coloca al frente con sus generales, y se lanzan al ataque contra el centro, al descubierto. Aquí cargan por primera vez los Marinos de la Guardia. Ante las ingentes descargas españolas sus líneas se deshacen, las bajas crecen, se detienen y comienzan a huir en retirada. Mientras tanto, los regimientos suizos al servicio de España que integraban en ese momento las filas francesas, se unen a sus compatriotas del Reding 3 en el ala derecha española. Cruz Mourgeon se asoma por el Rumblar, que acude al ruido del combate. Está todo perdido, se acaban las últimas esperanzas de Dupont. Este solicita la suspensión del combate y el paso de sus tropas hacia Madrid. Reding acepta el fin de las hostilidades pero ante lo segundo es preciso reunirse con Castaños para discutir las condiciones. Mientras durasen las negociaciones las tropas permanecerían en su posición.
 
Pasadas las dos de la tarde, Castaños y de la Peña avistan el Rumblar y avisan de su llegada, avance que es detenido tras ser informados.