Diferencia entre revisiones de «Concilio de Trento»

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El espíritu e idea del concilio fue plasmada por la gestión de los jesuitas [[Diego Laínez (jesuita)|Diego Laínez]], [[Alfonso Salmerón]] y Francisco Torres. La filosofía le fue inspirada por [[Gaspar Cardillo de Villalpando|Cardillo de Villalpando]] y las normas prácticas, sobre sanciones de conductas, tuvieron como exponente principal al obispo de Granada, [[Pedro Guerrero (obispo)|Pedro Guerrero]].
 
En este concilio, que culminó bajo el mandato del Papa [[Pío IV]], se decidió que los obispos debían presentar capacidad y condiciones éticas intachables, se ordenabanordenaba crear seminarios especializados para la formación de los sacerdotes y se confirmaba la exigencia del celibato clerical. Los obispos no podrían acumular beneficios y debían residir en su diócesis.
 
Se impuso, en contra de la opinión protestante, la necesidad de la existencia mediadora de la Iglesia, como Cuerpo de Cristo, para lograr la salvación del hombre, reafirmando la jerarquía eclesiástica, siendo el Papa la máxima autoridad de la iglesia. Se ordenó, como obligación de los párrocos, predicar los domingos y días de fiestas religiosas, e impartir catequesis a los niños. Además, debían registrar los nacimientos, matrimonios y fallecimientos, a pesar de la intromisión inadmisible que ello representaba en la intimidad de los fieles, con las reacciones lógicas con que se revolvieron ante su pérdida de libertad.
 
Reafirmaron la validez de los siete sacramentos y la necesidad de la conjunción de la fe y las obras, sumadas a la influencia de la gracia divina, para lograr la salvación, restando crédito a [[Lutero]] que sostenía que el hombre se salva por la [[fe]] y no por las obras que realizase. También se opuso a la tesis de la predestinación de [[Juan Calvino|Calvino]], quien aseguró que el hombre está predestinado a su salvación o condena. En refutación a esa idea, la iglesiaIglesia sostuvo que el hombre puede realizar obras buenas, ya que el pecado original no destruye la naturaleza humana, sino que solamente la daña.
 
Los santos fueron reivindicados al igual que la misa, y se afirmó la existencia del [[purgatorio]]. Para cumplir sus mandatos, se creó la Congregación del Concilio, dándose a conocer sus disposiciones a través del “Catecismo del Concilio de Trento”.
 
Se reinstauró la práctica de la [[Inquisición]], que había surgido en el [[siglo XIII]], para depurar a [[Francia]] de los [[hereje]]s [[albigenses]]. Ya restablecida en [[España]] desde el año [[1478]], se propagó por varios países europeos bajo la denominación de Santo Oficio, que usó la tortura para obtener confesiones, la cual era practicada por el poder civil y era bien vista en la época. Si ese método no daba los resultados esperados, de arrepentimiento del hereje, éste quedaba en manos del poder civil, que lo condenaba generalmente a la muerte en la hoguera. El protestantismo debió soportar la Inquisición en varios países, pero fue principalmente efectiva para con ellos en [[España]], [[Italia]] y [[Portugal]].
 
También creó el Índice, en [[1557]], por el cual se estableció una censura contra la publicación de pensamientos que pudieran ser contrarios a la fe católica, quemándosecomo el Decamerón de Bocaccio. Se quemaron muchos libros considerados heréticos, con cuya lectura ya se habían divertido previamente los censores eclesiásticos.
 
Posteriormente al Concilio, en [[1592]], se publicó una edición definitiva de la [[Biblia]], sosteniéndola como fuente de la revelación de la verdad divina, pero otorgando también dicho carácter a la Tradición,. Se negándosenegó su libre interpretación, alque considerarse a éstaconsideraba una tarea del Papa y los obispos, como herederos de [[Simón Pedro|San Pedro]] y los apóstoles, a quienes [[Cristo]] les asignóhabía asignado esa misión.
 
== Desarrollo ==
 
Finalmente se convocó un concilio difícil y con continuas interrupciones, en el que se pueden distinguir hasta tres periodos con tres Papas diferentes: [[Paulo III]], [[Julio III]] y [[Pío IV]].
 
Paulo III siempre había sido muy favorable, como cardenal, a la celebración de un concilio general, que finalmente convocó para mayo de [[1537]] en la ciudad de [[Mantua]]. Pero sufrió sucesivos aplazamientos y cambios de lugar por variados motivos: