Diferencia entre revisiones de «Clemente VII (papa)»

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Por otra parte, la situación en [[Europa Central]] se puso cada vez más tensa, pues los ejércitos turcos del sultán [[Suleiman Kanuni|Solimán I el Magnífico]] avanzaron sobre el reino de Hungría, que cumplía el papel de último bastión del cristianismo contra los musulmanes. De esta manera, los conflictos entre el papa y el emperador no permitieron asistir a los húngaros, y el [[29 de agosto]] de [[1526]] se sucedió la [[batalla de Mohács]], donde murió el rey [[Luis II de Hungría]], y los ejércitos cristianos fueron barridos por los otomanos, siendo ocupado gran parte del reino. Clemente había intentado de varias maneras de iniciar una nueva cruzada para proteger el mundo cristiano, sin embargo, mientras intentaba solucionar la grave situación con Carlos I, se enteró penosamente de la triste noticia de gran impacto para Europa, quedando totalmente impotente (tras esta derrota, [[Fernando I del Sacro Imperio Romano Germánico|Fernando I de Habsburgo]] reclamó de inmediato el trono húngaro para si mismo por haber desposado a la hermana del fallecido rey, y Carlos I posteriormente le asistió para asegurarse la corona).
 
'''Asalto al Vaticano'''
Carlos I se sintió burlado por Clemente VII y pidió justificaciones que no le fueron dadas. Los enviados del emperador, defraudados, unieron sus fuerzas a las de [[Pompeo Colonna]] que, en septiembre de [[1526]], atacó [[Roma]], penetró en la ciudad, la sometió a saqueo, durante el saqueo, solo 42 de los 189 [[guardia suiza|guardias suizos]] que protegían al Papa sobrevivieron, quedando estos junto al Papa encerrados en el [[castillo de Sant'Angelo]]. Carlos no aprobó aquella acción pero se sirvió de la coyuntura para que el pontífice le prometiera su adhesión y sellara una supuesta paz unida al compromiso de pago de una indemnización de 60.000 ducados. Quien había convencido al monarca francés de que los tratados que se firman por temor no atan en conciencia a quien los suscribe, no iba a ser precisamente quien obrara de otra manera en desacuerdo con su teoría: se resistió a pagar y espoleó a la liga a actuar de inmediato.
 
Carlos I se sintió burlado por Clemente VII y pidió justificaciones que no le fueron dadas. Los enviados del emperador, defraudados, unieron sus fuerzas a las de [[Pompeo Colonna]] que, en septiembre de [[1526]], atacó [[Roma]], penetró en la ciudad, la sometió a saqueo, durante el saqueo, solo 42 de los 189 [[guardia suiza|guardias suizos]] que protegían al Papa sobrevivieron, quedando estos junto al Papa encerrados en el [[castillo de Sant'Angelo]]. Carlos no aprobó aquella acción pero se sirvió de la coyuntura para que el pontífice le prometiera su adhesión y sellara una supuesta paz unida al compromiso de pago de una indemnización de 60.000 ducados. Quien había convencido al monarca francés de que los tratados que se firman por temor no atan en conciencia a quien los suscribe, no iba a ser precisamente quien obrara de otra manera en desacuerdo con su teoría: se resistió a pagar y espoleó a la liga a actuar de inmediato.
Ante la amenaza, Carlos envió a Italia un potente ejército que salvaguardara sus posesiones. Lo componían soldados profesionales de diversa extracción: españoles, italianos y, sobre todo, [[lansquenete]]s alemanes; lo mandaba el condestable de Borbón, rebelde francés pasado a las filas imperiales, auxiliado por el alemán [[Georg von Frundsberg]]. La siempre precaria economía del emperador se agudizó por entonces de tal manera que los 45.000 mercenarios que componían el ejército destacado en Italia hacía dos meses que habían dejado de percibir sus soldadas y estaban faltos de pertrechos y aun de víveres. Amenazaban con amotinarse y abandonar las armas cuando les llegó la noticia de que el papa se había obligado al desembolso de una importante cantidad pero que se mostraba remiso a librarla. En el [[Santa Sede|Vaticano]] se hallaba la solución a sus penurias y en Roma una fuente inagotable de riquezas al alcance de la mano. Únase a esta deslumbrante perspectiva el que los lansquenetes alemanes eran en su inmensa mayoría luteranos y su jefe, Frundsberg, un visceral antipapista que les imbuyó un sentimiento de cruzada contra el anticristo Clemente VII. No le resultó laborioso a Carlos de Borbón animar a sus hombres a marchar sobre Roma y cobrarse de ella largamente los salarios atrasados. El [[5 de mayo]] de [[1527]] se presentaron las huestes del condestable de Borbón ante los muros de la ciudad eterna y al día siguiente procedieron a su embestida. Durante el asalto murió el Borbón alcanzado por una granada y las tropas quedaron sin guía ni moderador. Guiados por la avaricia, los soldados imperiales saquearon la ciudad. Estos hechos serían recordados como el ''[[Saqueo de Roma (1527)|Sacco de Roma]]''.
 
'''Saco de Roma'''
 
Ante la amenaza, Carlos envió a Italia un potente ejército que salvaguardara sus posesiones. Lo componían soldados profesionales de diversa extracción: españoles, italianos y, sobre todo, [[lansquenete]]s alemanes; lo mandaba el condestable de Borbón, rebelde francés pasado a las filas imperiales, auxiliado por el alemán [[Georg von Frundsberg]]. La siempre precaria economía del emperador se agudizó por entonces de tal manera que los 45.000 mercenarios que componían el ejército destacado en Italia hacía dos meses que habían dejado de percibir sus soldadas y estaban faltos de pertrechos y aun de víveres. Amenazaban con amotinarse y abandonar las armas cuando les llegó la noticia de que el papa se había obligado al desembolso de una importante cantidad pero que se mostraba remiso a librarla. En el [[Santa Sede|Vaticano]] se hallaba la solución a sus penurias y en Roma una fuente inagotable de riquezas al alcance de la mano. Únase a esta deslumbrante perspectiva el que los lansquenetes alemanes eran en su inmensa mayoría luteranos y su jefe, Frundsberg, un visceral antipapista que les imbuyó un sentimiento de cruzada contra el anticristo Clemente VII. No le resultó laborioso a Carlos de Borbón animar a sus hombres a marchar sobre Roma y cobrarse de ella largamente los salarios atrasados. El [[5 de mayo]] de [[1527]] se presentaron las huestes del condestable de Borbón ante los muros de la ciudad eterna y al día siguiente procedieron a su embestida. Durante el asalto murió el Borbón alcanzado por una granada y las tropas quedaron sin guía ni moderador. Guiados por la avaricia, los soldados imperiales saquearon la ciudad. Estos hechos serían recordados como el ''[[Saqueo de Roma (1527)|Sacco de Roma]]''.
 
[[Archivo:RomaCastelSantAngelo.jpg|250px|thumb|Castillo de Sant' Angelo, donde Clemente VII permaneció encerrado durante siete meses]]