Diferencia entre revisiones de «Manuel Sánchez Cuesta (periodista)»

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Cursó Leyes en la Universidad, dedicándose después al periodismo. Comenzó trabajando en el diario ''Extremadura'' de [[Cáceres]], donde se hicieron famosas sus crónicas literarias. Posteriormente fue reportero de ''El Noticiero Extremeño'' de [[Badajoz]]. Cuando tenía 24 años fue designado director de dicho periódico, desde el que realizó violentas campañas contra el [[liberalismo]] y se hizo popular en [[Extremadura]]. Debido a su posicionamiento político antiliberal, fue combatido por la prensa contraria y amenazado en diversas ocasiones.
 
A principios del siglo XX se trasladó a [[Madrid]] e ingresó en la redacción de ''[[El Debate]]''.<ref>{{cita publicación|título=En "El Correo Español". Su nueva casa|publicación=El Siglo Futuro|fecha=11 de marzo de 1912|página=2|url=http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0000303602&page=2}}</ref> Posteriormente pasaría a ''[[El Siglo Futuro]]'', diario para el que trabajó hasta su desaparición en 1936. En los artículos publicados en este periódico empleó el seudónimo ''Mirabal'', atacando el [[parlamentarismo]] y defendiendo el [[Tradicionalismo político (España)|tradicionalismo]]. Estuvo a cargo de la editorial del periódico junto con ''Fabio'' y de la sección ''Temas del momento'', realizando además artículos de crítica teatral. Intervino asimismo en varios mítines políticos junto con otras personalidades del [[Partido Integrista]].
[[Archivo:Manuel Sanchez Cuesta 2.png|thumb|300px|izq|Manuel Sánchez Cuesta (izquierda) junto con [[Jaime Maestro Pérez|Jaime Maestro]], directores de la Agencia ''Fides'' (1935)]]
Tras estallar la [[Guerra Civil Española]], estuvo amenazado de fusilamiento en tres ocasiones, pero este no llegó a producirse debido a su fama de hombre bueno, que hizo que le defendieran destacados periodistas republicanos. Fue liberado gracias a una orden falsificada por otro periodista y marchó al domicilio de su madre, donde fue detenido nuevamente, ingresando en la [[cárcel de San Antón]]. En los interrogatorios a los que fue sometido reconoció que era tradicionalista. Fue juzgado por un Tribunal Popular y condenado a una pena dos años y medio de prisión y la pérdida de todos los derechos civiles.