Diferencia entre revisiones de «Antonina»
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'''Antonina''' (siglo VI) estaba casada con el célebre general [[Belisario]] y era favorita de la emperatriz [[Teodora]], la esposa de [[Justiniano I]]. Antes de casarse con Belisario estaba tan entregada a la prostitución, que puede decirse era la mujer de lodos los jóvenes de [[Constantinopla]]; y después de haberse casado, tampoco renunció a sus habituales desórdenes.
Dotada de un gran talento dominaba y dirigía a la emperatriz Teodora, que había sido su compañera en la prostitución y lo era también después de su casamiento con Justiniano. Era tan hábil en el manejo los negocios del estado, que llegó a gobernar al imperio, porque es notorio que el emperador solo ordenaba lo que le aconsejaba su mujer, y esta antes de hacerle cualquiera indicación esperaba las instrucciones de Antonina.
===Inicios como cortesana===
Justiniano y Belisario eran el escarnio de los costantinopolitanos a causa de la conducta de sus respectivas esposas; el último ocupado únicamente en conquistar la gloria y la fama que hoy le tributan todas las historias, no fijaba la atención en los desarreglos de su mujer; pero habiendo sabido que su escandalosa familiaridad con los hombres era el motivo de que él, primer general del imperio (y entonces acaso del mundo) fuese el objeto de una humillante burla por parte de sus subordinados, se irritó contra Antonina, la reprendió muy severamente y aun la amenazó con quitarla la vida si volvía á salir de su habitación.
===Intrigas de Antonina===
Antonina dio parte a la emperatriz Teodora de lo que ella llamaba su desgracia, y le pidió que emplease su autoridad para librarla de semejante opresión. Teodora no solo vivía con los recursos de su abandono antes de casarse con Jusliniano I, si no que también se entregaba
Los deseos de aquellas malvadas no tardaron en verse satisfechos: el mal gobierno de Justiniano causaba un disgusto general: en todas partes se fraguaban conspiraciones, y al fin se descubrió una que dirigían Ablavio, Marcelo y Sergio que eran jefes de las tropas; estos fueron condenados á muerte, y la emperatriz Teodora tuvo habilidad para que uno de ellos complicase en la conjura al desgraciado Belisario, cuya inocencia era evidente. Justiniano, incitado por su mujer, confiscó los bienes del general que sostenía el imperio, le depuso de sus empleos y dignidades, y llegó hasta quitarle su guardia de honor. Los cortesanos que tanto le adulaban, le abandonaron según costumbre por temor de caer en desgracia de la emperatriz, y ninguno tenia bástanle valor ni aun para nombrarle en la corte.
Más sensible el pueblo y más agradecido también, veía con sentimiento al conquistador de Italia y de África, al vencedor de tantos reyes y generales, al que había triunfado con tantos merecimientos, solo, triste, abatido, sin bienes, sin honores, y distante del trono, cuyo mejor ornamento había sido. <ref> Algunos escritores han dicho que no se limitó
===Reposición de Belisario===
Teodora veía con satisfacción el dolor de Belisario y se lisongeaba con la idea de restablecerle en sus empleos y honores por la
Tan pronto como Belisario leyó esta carta fue a buscar a Antonina, la abrazó le dio gracias por el servicio que acababa de hacerle, y le prometió que en lo sucesivo la trataría con la mayor atención y cariño posible: y en efecto, después de esta especie de reconciliación fue verdaderamente el esclavo de su esposa, tan solo por mantenerse en la gracia del emperador.
===Antonina hábil consejera===
He aquí un ejemplo de la intrepidez de esta mujer, y de su habilidad para intrigar. Cuando Belisario hacía la guerra a los godos en Roma, el ejército pedía la batalla; pero escarmentado el general de un yerro que había cometido por consejo de tres de sus oficiales, resolvió aguardar socorro y mandó que los soldados callasen, y sufriesen: y tal era su autoridad, que los guerreros padecían y morían sin proferir una queja. Al fin, se acercó el refuerzo apetecido; y la intrépida Antonina no solo tuvo bastante valor para salir de Roma y apresurar la marcha de aquellas tropas auxiliares, sino que instruida por Belisario y en unión de los jefes que los mandaban, combinó perfectamente sus movimientos con los de los sitiados, se dio la batalla y quedó derrotado casi completamente Witiges, el cual no tuvo otro recurso que ajustar un armisticio.
===Más intrigas===
Después de la guerra de Italia Belisario volvió a Constantinopla donde se le recibió en triunfo: su amiga la emperatriz deseaba arruinar al ministro Juan de Capadocia, lo cual era tanto mas difícil cuanto que poseía la entera confianza del emperador y era temible Teodora por su saber y habilidad. Sin embargo Antonina se encargó de hacerle caer en la red y no tardó en conseguirlo. Para ello se fingió descontenta de la corte, exageró los servicios de su esposo, de los otros generales, y de los ministros, quejándose agriamente de la ingratitud con que eran recompensados: en fin, tuvo maña para lisongear la vanidad de aquel sagaz privado, y con una destreza a que solo puede llegar la mujer intrigante, dejó entrever a Juan que no seria imposible su ascenso al poder supremo, siempre que se pusiera de acuerdo con ella, en cuyo caso tendría el auxilio de Belisario y del ejército que le era tan
Antonina sabia bien que la idea de imperar es muy tentadora, especialmente para los que están muy cerca del soberano y viven en una época de revueltas y usurpaciones como aquella
== Notas ==
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