Diferencia entre revisiones de «Guerra de Devolución»

Las reclamaciones de Luis XIV se basaron en el hecho de que la dote de su mujer, [[María Teresa de Austria|María Teresa]], hija del primer matrimonio del rey español [[Felipe IV de España|Felipe IV]] con [[Isabel de Borbón (reina de España)|Isabel de Borbón]], no había terminado de ser pagada por Felipe IV.<ref>''Guerra de Devolución y pugna franco-holandesa'', en [https://web.archive.org/web/20131113204729/http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/6655.htm Artehistoria] (consultado el 17 de abril de 2014)</ref>{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=150}} Cuando éste murió en 1665, los abogados de Luis justificaron las reclamaciones del rey francés argumentando que las antiguas leyes de Brabante establecían que los [[Países Bajos Españoles]] debían ser cedidos en herencia a la hija de Felipe, fruto del primer matrimonio del monarca, y no al hijo heredero fruto de la relación con su segunda esposa, [[Mariana de Austria]], el ya reinante [[Carlos II de España|Carlos II]].{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=150}} Luis reclamaba para su mujer Brabante, Henao, Namur, una cuarta parte de Luxemburgo y una tercera del Franco Condado.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=150}} Sin embargo, este derecho (''ius devolutionis'') según el cual en los Países Bajos solo los hijos del primer matrimonio eran legítimos herederos de los bienes paternos, era vinculante únicamente para el patrimonio privado y solamente al algunas de sus provincias.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=150}} La reclamación francesa era un mero pretexto para desencadenar la guerra.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=150}} En realidad, la motivación francesa era política y militar: lograr, mediante la fijación de las fronteras en lugares de fácil defensa, asegurar el reino y extender su influencia por el continente.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=149}} En el este, el objetivo era alcanzar el [[Rin]].{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=149}} En el noroeste, la debilidad española debía permitir la conquista de los Países Bajos españoles —y, más al sur, el [[Franco Condado]]— y, posteriormente, de las [[Provincias Unidas de los Países Bajos]], lo que hubiese hecho de Francia una gran potencia marítima.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=149}} Los territorios deseados por la corte francesa eran parte de la herencia borgoñona de los Austrias españoles, que tenían hablaban mayoritariamente francés, tenían una cultura similar a la francesa y estrechos vínculos entre la nobleza de los dos lados de la frontera.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=149}}

 

Francia intensificó la presión en las reclamaciones en 1667, y la Monarquía Hispánica se opuso. En los preparativos para la guerra, [[Colbert]], el primer ministro francés, organizó un ejército de entre cincuenta y ochenta mil hombres. Para facilitar la campaña, Francia rubricó una serie de alianzas para aislar a España.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=151}} Firmó una [[Tratado de Lisboa (1667)|liga con Portugal]] que aseguraba la continuación de los combates en la [[península ibérica]] y se granjeó el apoyo de [[Ducado de Saboya|Saboya]] y de diversos príncipes alemanes que debían impedir la llegada de socorros a Flandes a través de sus territorios.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=151}} Los británicos estaban coligados con los portugueses desde 1660, los holandeses enzarzados en una guerra con aquellos y el emperador [[Leopoldo I de Habsburgo]], inmerso en una contienda con los turcos y más dispuesto a pactar con los franceses —en enero de 1668 firmó un tratado secreto con estos para repartirse el imperio español— que a auxiliar a sus parientes de Madrid.{{harvnp|Rodríguez Hernández|2007|p=151}}