Diferencia entre revisiones de «Provincia de Santander (España)»

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El 10 de enero de 1963 la Diputación Provincial de Santander acordó en sesión plenaria iniciar los trámites para que ''"la provincia actualmente llamada de Santander se denomine en lo sucesivo de Cantabria, siendo su capital nuestra querida ciudad de Santander"''. La moción fue enviada a los 102 ayuntamientos de la provincia, siendo 99 de ellos los que aceptaron el cambio de nombre, casi todos por unanimidad de sus concejales. Únicamente tres votaron en contra: Santander (10 concejales en contra y seis a favor), Valdeprado del Río y Peñarrubia. En la prensa regional se publicaron numerosos artículos y entrevistas a personajes relevantes de Cantabria, siendo favorables casi todas las opiniones al cambio de denominación. También fue apoyado por el Consejo Provincial del Movimiento Nacional (excepto la abstención del Alcalde de Santander), y por la Hermandad de Alféreces Provisionales de la Provincia de Santander que acordó por unanimidad denominarse en un futuro Hermandad de Alféreces Provisionales de la Provincia de Cantabria.
 
Uno de los críticos de la polémica citada fue José Simón Cabarga, Cronista Oficial de la Ciudad de Santander, mostrándose totalmente disconforme al cambio de nombre. En un artículo publicado en el periódico santanderino Alerta correpondientecorrespondiente al 11 de abril de 1963 y bajo el título de "Un nombre para una provincia", a pesar de preferir seguir con el nombre de Santander, afirmó que: ''"Cantabria, en efecto, es un nombre metido en los entresijos de quienes han venido usándolo cómo símbolo racial".'' Líneas más adelante decía que ''"Si Provincia de Santander se llama, a lo que hemos visto, desde hace 160 años, no es menos cierto que ha permanecido en latencia el nombre de Cantabria, de fuerte vigencia cómo símbolo de raza."''
 
El 23 de marzo de 1964, Pedro Escalante y Huidobro, Presidente de la Diputación Provincial de Santander, dio a conocer al pleno de ésta el resultado de los votos de los ayuntamientos y, entre otras consideraciones sobre el cambio de nombre, aducía las siguientes: