Diferencia entre revisiones de «Batalla de Miriocéfalo»

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Línea 41:
El ejército bizantino siguió a su vanguardia sin tomar más precauciones. Penetraron en tromba por el paso siguiendo un orden clásico "romano". En segundo lugar marchaban los regimientos de élite, los ''Tágmata''; detrás el "ala derecha", la caballería bajo el mando de Balduino de Jerusalén, seguido por el pesado bagaje y el tren de asedio. Después el "ala izquierda", la guardia del emperador, y por último la retaguardia, con tropas escogidas dirigidas por el comandante más capaz, Andrónico Vatatzés. Cuando la vanguardia llegó al final de la primera parte del paso, la retaguardia empezaba a entrar. Las secciones habían perdido contacto y el ejército estaba estirado al máximo, sobre todo el ala derecha que intentaba no perder de vista a los que marchaban por delante ni tampoco el bagaje y el tren de asedio, que cada vez hacía más lento su camino en aquel espacio tan difícil.
 
Importantes destacamentos turcos se habían ocultado entre los árboles y barrancos, en los sectores más propicios de aquel primer tramo del paso. En un momento dado cayeron como una marea furiosa sobre la desparramada ala derecha y el bagaje. Los oldadossoldados imperiales estaban tan estrechamente amontonados que apenas podían mover las manos. La carnicería fue grande. Balduino mismo resultó muerto, los carros incendiados y los animales yacentes bloquearon el camino. Al parecer una inesperada tormenta de arena que se desencadenó complicó aún más el panorama para los bizantinos que no eran capaces de entender bien qué estaba ocurriendo.
 
Manuel se dio cuenta de que poco podía hacer, más que contemplar la matanza desde su posición, y por un tiempo no fue capaz de tomar medida alguna. Sus mejores oficiales al final consiguieron que reaccionara: reunió a sus tropas, las organizó en formación cerrada para que se fueran abriendo paso por el desfiladero, limpiando de enemigos el recorrido. Empujaron fuera los bagajes y carros y permitieron que todas las tropas, al caer la tarde, llegaran ala la llanura abierta de la mitad del paso. Allí la vanguardia y los ''tágmata'' les esperaban, en una posición fortificada en un tiempo record, porque intuían que atrás habían ocurrido problemas serios.
 
Durante toda la noche los bizantinos hubieron de repeler los feroces ataques de los arqueros a caballo turcos.