Diferencia entre revisiones de «Antonio de Pereda»

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No debió de tardar en alcanzar fama en este género pues pronto le iban a llegar importantes encargos tanto de dentro como de fuera de Madrid, como el gran lienzo de ''Los Desposorios de la Virgen'' contratado en 1639 para los capuchinos del Campo Grande de Valladolid, actualmente en la iglesia de San Sulpicio de [[París]], una de sus obras de mayor empeño, o el retablo de Santa Teresa para las carmelitas descalzas de [[Toledo]] (1640). Pereda, con todo, se desenvolverá mejor en obras de menor formato y composición sencilla, con sólo una figura o un número reducido de ellas, en las que logrará transmitir una intensa emoción gracias a su sentido sensual del color y la objetividad minuciosa de su técnica, casi flamenca, atenta a las calidades de la materia. Algunas obras de esta década conservadas en el [[Museo Nacional del Prado]] (''Cristo Varón de Dolores'', 1641, ''San Jerónimo penitente'', ''La liberación de San Pedro'', 1643) así lo demuestran.
[[Archivo:El socorro de Génova por el II marqués de Santa Cruz (Antonio de Pereda).jpg|thumb|300px|''Socorro a Génova por el marqués de Santa Cruz'', 1634. Madrid, [[Museo del Prado]], óleo sobre lienzo (290x370 cm.). Pintado para la serie de batallas del [[Salón de Reinos]] en el nuevo [[palacio del Buen Retiro]].]]
[[Archivo:Naturaleza muerta con vegetales y enseres de cocina (1651), de Antonio de Pereda y Salgado (1608-1678). Museo Arte Antiga de Lisboa.JPG|240px|thumb|''Naturaleza muerta con vegetales y enseres de cocina'' (1651), de Antonio de Pereda. [[Museo Nacional de Arte Antiguo|Museo Nacional Arte Antiga de Lisboa]].]]
Son estas cualidades las que le permitirán destacar también como un excelente pintor de bodegones ([[Museu Nacional de Arte Antiga]] de Lisboa, [[Museo del Ermitage]], San Petersburgo, [[Museo Pushkin]], Moscú y [[Ateneum]] de Helsinki, firmados todos en la década de 1650), así como de la variante del género que constituyen las ''[[vanitas]]''. Palomino menciona en este orden un lienzo del ''Desengaño de la Vida'' propiedad del Almirante de Castilla, del que otra versión semejante se encontraba en poder de los herederos del pintor. Aunque la descripción de Palomino, «unas calaveras con otros despojos de la muerte», podría referirse a una ''Vanitas'' carente de aparato, como la tardía del [[Museo de Zaragoza]], también podría convenir a la célebre ''Vanitas'' del [[Kunsthistorisches Museum]] de Viena, presidida por un ángel que muestra, entre calaveras y despojos de la vanidad, un camafeo con el retrato de [[Carlos I de España|Carlos V]] sobre la esfera del mundo que llegó a dominar. Por el tipo humano del ángel esta ''Vanitas'' de Viena podría corresponder a una fecha cercana a 1635. Una versión semejante en su concepción, pero de factura más deshecha, correspondiendo a una fecha mucho más tardía, se encuentra en los [[Uffizi]] de Florencia. Obra cercana al género, también en la descripción de Palomino, es el ''Niño Jesús de la calaveras'' de la [[Iglesia de los Santos Justo y Pastor (Madrid)|parroquia de las Maravillas y Santos Justo y Pastor de Madrid]], «con un pedazo de gloria, y abajo unas calaveras, y varios instrumentos de la Pasión, hecho con tan extremado gusto, y paciencia, que es a todo lo que puede llegar lo definido».
[[Archivo:AdePereda-Immaculée-conception-lyon.jpg|thumb|180px|''La Inmaculada Concepción'', [[Museo de Bellas Artes de Lyon]].]]
Hacia 1650 Pereda se encontraba en el punto culminante de su carrera, no faltándole los grandes encargos: ''Profesión de la infanta Margarita'', monumental exvoto destinado a conmemorar el ingreso en el [[Convento de la Encarnación (Madrid)|convento de la Encarnación]] de Madrid de la hija natural de [[Felipe IV de España|Felipe IV]], pinturas para el retablo mayor de la parroquial de [[Pinto (Madrid)|Pinto]] y para la [[Iglesia del Carmen (Madrid)|iglesia del Carmen Calzado]] de Madrid, conservadas todas ellas en sus mismos lugares. Firmó también en este momento algunas de sus obras más estimadas, como el ''Salvador'' del convento de las Capuchinas de Madrid, actualmente expuesto en la capilla del Cristo en [[Iglesia de San Ginés de Arlés (Madrid)|San Ginés]], obra de rico color veneciano de la que Palomino escribió que está hecha «con tan extremada belleza, que parece no pudo tener otra fisonomía Cristo Señor nuestro, por ser tanta su perfección que arrebata los corazones; de suerte que por sólo esta imagen merece su autor nombre inmortal». Con el ''Santo Domingo en Soriano'' (1655, [[Museo Cerralbo]]), pintado para el marqués de Lapilla, obtuvo para su hijo Joaquín una plaza de ujier de cámara en palacio. Obra importante por cuanto muestra, en su amplitud espacial y en la dinámica composición del lienzo que preside la fingida arquitectura gótica en que tiene lugar la escena, el intento de acercarse a la corrientes más avanzadas del barroco, tal como se encuentra también en la ''Curación de Tobías'' (Bowes Museum, [[Barnard Castle]]), ordenada en profundidad y con un nuevo sentido de la luz.
 
Hacia 1650 Pereda se encontraba en el punto culminante de su carrera, no faltándole los grandes encargos: ''Profesión de la infanta Margarita'', monumental exvoto destinado a conmemorar el ingreso en el [[Convento de la Encarnación (Madrid)|convento de la Encarnación]] de Madrid de la hija natural de [[Felipe IV de España|Felipe IV]], pinturas para el retablo mayor de la parroquial de [[Pinto (Madrid)|Pinto]] y para la [[Iglesia del Carmen (Madrid)|iglesia del Carmen Calzado]] de Madrid, conservadas todas ellas en sus mismos lugares. Firmó también en este momento algunas de sus obras más estimadas, como el ''Salvador'' del convento de las Capuchinas de Madrid, actualmente expuesto en la capilla del Cristo en [[Iglesia de San Ginés de Arlés (Madrid)|San Ginés]], obra de rico color veneciano de la que Palomino escribió que está hecha «con tan extremada belleza, que parece no pudo tener otra fisonomía Cristo Señor nuestro, por ser tanta su perfección que arrebata los corazones; de suerte que por sólo esta imagen merece su autor nombre inmortal». Con el ''Santo Domingo en Soriano'' (1655, [[Museo Cerralbo]]), pintado para el marqués de Lapilla, obtuvo para su hijo Joaquín una plaza de ujier de cámara en palacio. Obra importante por cuanto muestra, en su amplitud espacial y en la dinámica composición del lienzo que preside la fingida arquitectura gótica en que tiene lugar la escena, el intento de acercarse a la corrientes más avanzadas del barroco, tal como se encuentra también en la ''Curación de Tobías'' (Bowes Museum, [[Barnard Castle]]), ordenada en profundidad y con un nuevo sentido de la luz.
[[Archivo:Naturaleza muerta con vegetales y enseres de cocina (1651), de Antonio de Pereda y Salgado (1608-1678). Museo Arte Antiga de Lisboa.JPG|240px|thumb|left|''Naturaleza muerta con vegetales y enseres de cocina'' (1651), de Antonio de Pereda. [[Museo Nacional de Arte Antiguo|Museo Nacional Arte Antiga de Lisboa]].]]
[[Archivo:AdePereda-Immaculée-conception-lyon.jpg|thumb|180px|''La Inmaculada Concepción'', [[Museo de Bellas Artes de Lyon]].]]
Con sesenta y dos años, en 1673, enviudó, concertando inmediatamente nuevo casamiento con una dama también viuda, doña Mariana Pérez de Bustamante, que «preciábase de muy gran señora (y lo era) y visitábase con algunas de clase y que tenían dueña en la antesala», según cuenta Palomino, quien añade que Pereda, para no privarle de la dueña, le pintó una en la antesala que a algunos engañaba, pareciéndoles real. Pero también Pereda tenía ínfulas nobiliarias, acostumbrando a firmar con el título de «don», por su madre, doña María Salgado, nacida en Flandes e hija de un maestre de campo. No obstante, y siempre según Palomino, no sabía ni escribir ni leer, «cosa indigna y más en hombre de esta clase», por lo que para firmar los discípulos le escribían la firma en un papel y él la copiaba, además de leerle los libros de su abundante biblioteca.