Diferencia entre revisiones de «Plaga de Justiniano»

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[[Archivo:Wanderheuschrecke-03.jpg|miniaturadeimagen|Las plagas de langostas son una consecuencia de la despoblación que provocó en el medio rural la plaga de Justiniano.]]
Durante esta pandemia a lo largo del siglo VI y VII, numerosos pueblos y villas debieron de quedar sin población. Juan de Efeso y Evagrio parecen coincidir en sus relatos al señalar este fenómeno.<ref name="Chronicle of_1">{{cita libro|título=Chronicle of Pseudo - Dionysius of Tell Mahre, Part III|editorial=Liverpool University Press|año=1996|páginas=74-98|isbn=978-0853237600}}</ref><ref name="Histoire ecclésiastique_1">{{cita libro|nombre=Evagrio Escolástico|título=Histoire ecclésiastique|editorial=Editions du Cerf|ubicación=París|año=2011|isbn=9782204097017}}</ref> Se han señalado numerosos asentamientos que pudieron quedarse sin habitantes o verse especialmente dañados en cuanto a su demografía durante estos ciclos epidemiológicos como pueden ser [[Anamur]], [[AnazarbaAnazarbus]], [[Canbazli]], [[Corcycus]] y [[Dag Pazari]] en el sur de [[Turquía]]; [[El Bara]], [[Sinhar]], [[Deir Sim´an]], [[Serjilla]] y [[Kfer]] en el norte de Siria y [[Dougga]], [[Sbeitla]], [[Thuburbo Maius]] y el norte de [[Cartago]] en el norte de África. Esta despoblación afectó a los núcleos rurales y urbanos. Los estudios demográficos de Dougga han señalado que esta ciudad pierde el 70% por ciento de su población durante los años [[550]]-[[600]] y Cartago pierde el 50% de su población durante los años [[550]]- [[650]].<ref>{{cita libro|apellido=Keys|nombre=Davis|título=Catastrophe: An Investigation into the Origins of Modern Civilization|editorial=Ballantine Books|año=2000|isbn=9788470398131|páginas=295}}</ref>
 
La plaga ayudó al declive de los mercados urbanos, las comunicaciones y el gobierno urbano, que en grandes partes de Asia, la zona más rica del Imperio bizantino, quedaron colapsadas. Las ciudades dejaron de ser un foco de resistencia y seguridad ante las invasiones y no pudieron controlar el territorio, como habían hecho hasta entonces. Constantinopla, la capital del Imperio bizantino debió de tener antes de la pandemia una población aproximada de medio millón de habitantes. En torno a 750 el número de habitantes se reducía a unas trescientas mil personas. No obstante esta reducción tan drástica, del 40%, se debe a varios factores no sólo epidemiológicos sino también climáticos y bélicos.<ref>{{cita libro|apellido=Keys|nombre=Davis|título=Catastrophe: An Investigation into the Origins of Modern Civilization|editorial=Ballantine Books|año=2000|isbn=9788470398131|páginas=54-55}}</ref>