Diferencia entre revisiones de «Antonio Domingo Bussi»
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La ciudad de San Miguel de Tucumán no escapó a formas de exclusión edilicia de desgraciada memoria, como la construcción de «muros ornamentales» decorados con tejas y rejas de estilo colonial destinados a ocultar las villas miserias de la capital y del interior.La administración bussista sufrió también una inusitada fiebre de erección de monumentos de temática militar, muchos de ellos de dudoso gusto, como la Avenida de Los Próceres en el Parque 9 de julio. El dispendio también se prolongó en obras monumentales como la fundación de los pueblos «Soldado Maldonado» y «Teniente Berdina», en el sur tucumano, ubicados en aquellos lugares en donde se habían desarrollado los combates con las fuerzas guerrilleras durante el Operativo Independencia. Estos pueblos fundados sin planificación y sin vías de comunicación con los principales centros urbanos languidecieron, y tres décadas después los propietarios de los terrenos donde construyeron continúan reclamando por la usurpación de los mismos.
Una de sus medidas más controvertidas y recordadas de su primera gestión como gobernador de Tucumán fue la expulsión a los cerros
La protesta social fue ferozmente reprimida, todos los sindicatos fueron neutralizados; la otrora poderosa [[FOTIA]] (Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria Azucarera), principal gremio de los trabajadores del azúcar sufrió su intervención por los militares y la detención o desaparición de directivos. La desarticulación de las centrales obreras favoreció a los industriales azucareros quienes con el apoyo del ejército y de la administración bussita pudieron imponer sus condiciones laborales a los trabajadores, reduciendo los costos crecientes de una industria protegida y deficitaria.
Otro asesinato con connotaciones políticas graves, fue el del dirigente radical [[Angel Gerardo Pisarello]], secuestrado por un grupo de tareas en junio de 1976, desaparecido, y finalmente encontrado su cadáver en una zona montuosa en los límites entre Tucumán y Santiago del Estero. La represión alcanzó a otros dirigentes políticos de origen peronista, siendo muchos de ellos desaparecidos o asesinados, tal como aconteció con el vicegobernador peronista, electo en 1973, [[Dardo Francisco Molina]], quien permanece desaparecido hasta el día de hoy. La represión tuvo otro capítulo oscuro en la represión llevada adelante por los grupos de tareas entre el estudiantado de la [[Universidad Nacional de Tucumán]], registrándose uno de los mayores números de víctimas en una institución universitaria argentina. Estudiantes y docentes fueron desaparecidos en redadas nocturnas para luego ser llevados a los centros clandestinos de detención dispersos en el territorio provincial.<ref>Informe sobre la represión en la Universidad Nacional de Tucumán, año 1986, presentado por la Comisión de la Verdad.</ref>
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