Diferencia entre revisiones de «Alexander Pope»

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El éxito comercial de sus traducciones convirtió a Pope en el primer poeta inglés en poder vivir únicamente de las utilidades generadas por sus obras, «sin deudas a príncipe alguno u hombre para que viva», como él mismo dijo. Durante este período Pope también publicó una importante edición de [[Shakespeare]] que «regularizaba» su métrica de manera discreta, según la unidad de estilo que su neoclasicismo le imponía.
 
También reescribió en varias partes el verso de su compatriota.Cuando [[Lewis Theobald]] y otros eruditos en el tema atacaron la edición de Pope., Aquello desató lasu furia delse traductordesató e inspiró la primera versión de su famosa sátira, «''[[The Dunciad]] / La Imbecileida''» (1728), primero de los poemas satíricos y morales de su período final, que alcanzó tres ediciones sucesivamente corregidas y ampliadas. Pero su principal aportación fue introducir el tema filosófico en la poesía, algo en lo que fue imitado y seguido por el ilustrado español [[Cándido María Trigueros]]; su obra maestra en ese campo es su ''Ensayo sobre el hombre'' (1734):
 
:''El estudio propio del hombre es el hombre. Situado en una especie de istmo, es un ser en estado mixto, oscuramente hábil, groseramente grandioso, con demasiados conocimientos para mantener la duda escéptica y excesiva debilidad para persistir en una soberbia estoica. Aparece como suspendido entre dos extremos, en la incertidumbre de actuar o de no hacer nada, de creerse un dios o un bruto, de dar preferencia al espíritu o al cuerpo. Solo ha nacido para morir; solo razona para extraviarse; y es de tal índole esta razón, que se extravía igualmente tanto si piensa demasiado como si piensa demasiado poco; metido en un caos de razonamientos y de pasiones, todo es confuso para él; creado en parte para elevarse y en parte para caer, es dueño de todas las cosas y esclavo a su vez de ellas; es único juez de la verdad y se precipita de continuo en el error; es a la vez la gloria, el juguete y el enigma del mundo. Apresúrate, criatura sorprendente: sube hasta donde las ciencias te lleven; mide la Tierra, pesa el aire, regula las mareas, enseña a los planetas el camino que deben recorrer; corrige los tiempos pasados y guía el Sol. ¡Anda a enseñarle a la Sabiduría Eterna cómo debe gobernar! Después, vuelve en sí y... ¿qué encuentra en él? Solo estupidez''. (A. Pope, ''Essay on man'')<ref>Citado por Léon Thoorens, ''Panorama de las literaturas 3. Inglaterra y América del Norte...'' Madrid / Barcelona: Editorial Daimon, 1969, p. 138-139.</ref>
 
Otros de los poemas más significativos de aquella época fueron sus «[[Ensayos sobre la moral]]» (1731 – 1735), «[[Imitaciones de Horacio]]» (1733-1738), la «[[Epístola a Arbuthnot]]» (1735), el ya citado «[[Ensayo sobre el hombre]]» (1734) y una edición extendida de «[[la Dunciada]]» (1742) en la cual Colley Cibber tomó el lugar de héroe que Theobald ocupaba.
 
[[Archivo:Alexander Pope by Michael Dahl.jpg|thumb|181px|Alexander Pope, circa 1727.]]