Diferencia entre revisiones de «Kimi no Koto ga Dai Dai Dai Dai Daisuki na 100-nin no Kanojo»

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; {{Nihongo|Kurumi Hagara|原賀 胡桃|Hagara Kurumi}}
Una chica de cabello negro y ojos esmeralda, es la séptima que se confesó a Rentarō. Va en tercer año de secundaria. Tiene un apetito fuerte y le da hambre rápidamente, siempre piensa en comida, y no importa lo que vea o escuche, lo que quiere comer se le va a la mente, así que suele usar una capucha y usar auriculares para bloquear su alrededor. A veces se quita la capucha y los auriculares para poder disfrutar la con todo su corazón. Este también es el caso al besar. Cuando come algo, sus ojos brillaban como si fuera una persona diferente, ya que todo lo llega a ver muy delicioso. En el "Festival de lucha de comida", los participantes que la vieron se inspiraron y comieron más guarniciones. Por otro lado, cuando tenía hambre, siempre se frustraba y tenía la mala costumbre de regañar a los demás, y se odiaba tan pronto como tenía hambre, pero cuando vio la comida, se sentía feliz al estar comiendo al lado de Rentarō. Al principio, tenia una postura al no acostumbrarse a estar con las otras chicas, pero al luchar juntas en el Festival de lucha de comida, profundizaron sus lazos y comenzaron a admirarse entre todos.
 
; {{Nihongo|Mei Meido|銘戸 芽衣|Meido Mei}}
La octava mujer en confesarle su amor a Rentarō. Tiene 19 años, es la criada de la familia Hanazono. Tiene un profundo respeto por Hahari. Su tono es muy educado, al grado de llamar a Rentarō y sus novias con la terminación "sama". Su característica principal es que sus ojos son [[Iridiscencia|iridiscentes]], pero siempre los tiene cerrados y normalmente no se le pueden ver. Además, aunque no sea visible, parece que no tiene ningún problema en particular ya que actúa detectando los sonidos y signos que dicen las personas. Puede conducir un coche sin problemas, esto gracias a que su cuerpo le permite hacer movimientos sobrehumanos con nervios motores sobresalientes. Además, es buena cocinando y prepara almuerzos con los platos favoritos de Rentarō. Creía en servir a los demás y estaba encantado de responder a sus órdenes (tanto que parecia un perro debido a que le crecían orejas y la cola), pero detrás de escena creía que no tenía otro valor. Sin embargo, eso cambio después de que Rentarō dijera: "Incluso si no te molestas en preguntarme qué quieres hacer, incluso si no haces nada para ayudarme, Meido-san vales mucho".
 
=== Otros ===