Diferencia entre revisiones de «Jerónimo Seripando»

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Nacido en Troia (Puglia), pertenecía a una familia noble y se inició en la profesión de abogado. A los 14 años, sin embargo, con la muerte de sus padres, ingresó en la Orden de los Agustinos. En [[Viterbo]] estudió griego, hebreo, filosofía y teología.
 
Enseñó teología en [[Siena]] (1515) y [[Bolonia]] (1517), fue nombrado vicario general de su orden (1532) y al fin superior general de la misma (1539), pero renunció al cargo en 1551. GanóTuvo amistad con el poeta [[Garcilaso de la Vega]], y mantuvo correspondencia de tema literario y humanístico con él. El toledano le dirigió una carta desde [[Savigliano]] el 15 de julio de 1536, dos días antes de cruzar los Alpes en dirección a la [[Provenza]] donde, tres meses después, fue herido mortalmente en el asalto a la fortaleza de [[Le Muy]].{{Harvnp|Suazo Pascual|2004|pp=384-385}} Seripando ganó tan gran fama como predicador, teólogo y exégeta, que el emperador [[Carlos V]] a menudo se preocupó de estar presente en sus sermones; a su muerte escribió el panegírico fúnebre de Carlos. Participó en el [[Concilio de Trento]] (1545), donde disputó con el jesuita [[Diego Laínez (jesuita)|Diego Laínez]] la responsabilidad de la [[libertad]] humana en la [[salvación]] del hombre, la [[Doctrina de la justificación|justificación]] y el [[pecado original]]. Tuvo gran celo en velar por la pureza del texto de la Sagrada Escritura.
 
El 30 de marzo de 1554 fue nombrado arzobispo de [[Salerno]] por el papa [[Julio III]] {{Harvnp|Eubel|1940|p=289}} y el [[Anexo:Cardenales creados por Pío IV|10 de marzo de 1561]] fue elevado al [[cardenal]]ato por el papa [[Pío IV]].{{Harvnp|Eubel|1940|p=38}} El 6 de octubre de 1561 fue enviado por el Papa a la tercera sesión del [[concilio de Trento]] como legado ''a latere'' junto con los cardenales [[Francesco Gonzaga (1538-1566)|Francesco Gonzaga]], [[Estanislao Hosius]] y [[Ludovico Simonetta]].{{Harvnp|Lazcano|2014|p=264}} Allí dirigió sobre todo el trabajo sobre las determinaciones dogmáticas. Su opinión de que un obispo debería vivir en su diócesis lo llevó a un conflicto con el Papa, quien lo retiró de esas funciones.
 
Tuvo amistad con el poeta [[Garcilaso de la Vega]], y mantuvo correspondencia de tema literario y humanístico con él. El toledano le dirigió una carta desde [[Savigliano]] el 15 de julio de 1536, dos días antes de cruzar los Alpes en dirección a la [[Provenza]] donde, tres meses después, fue herido mortalmente en el asalto a la fortaleza de [[Le Muy]].{{Harvnp|Suazo Pascual|2004|pp=384-385}}
 
Seripando enfatizó la primacía de las Escrituras sobre la tradición y la importancia de estudiar la filología de las lenguas empleadas en la Biblia. Dejó muchas obras, incluidos comentarios sobre las ''[[Epístolas paulinas]]'' y el Concilio de Trento. Seripando murió súbitamente en Trento, en 1563. Fue enterrado primero en la iglesia del convento de San Marcos y, después, sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia del convento de San Juan de Carbonara, en Nápoles. Sobre su tumba se grabó el siguiente epitafio: {{cita|HIERONYMO SERIPANDO CARDINALI. CONCILI TRIDENTINI LEGATO CHRISTOPHORUS PATAVINUS SODALITII EREMIT. MAG. P. VIXIT ANNOS LXX MENS V DIES XI. SI QUIS BONOS TUMULI, QUANTUM SOLLAMPADE LUSTRAT. TERRARUM, CAELIQ; TUUM EST SERIPANDE SEPULCHRUM{{Harvnp|Lazcano|2014|p=265}}}}