Diferencia entre revisiones de «Kammerspiel»

Se caracteriza por su enfoque en la psicología del personaje y su falta de intrincado diseño de escenarios. Los elementos del mundo real representados de manera realista se convierten en símbolos de situaciones psicológicas, como la puerta giratoria del hotel en ''[[Der Letzte Mann]]'' de [[Friedrich Wilhelm Murnau]] de 1924, como símbolo de la destrucción de la vida del portero, que se creía seguro.<ref name="kracauer">{{cita libro|título=Von Caligari zu Hitler: eine psychologische Geschichte des deutschen Films|nombre1=Siegfried|apellido1=Kracauer|enlaceautor1=Siegfried Kracauer|apellido2=Baumgarten|nombre2=Ruth|año=2011|localización=[[Fráncfort del Meno]]|serie=Suhrkamp-Taschenbuch Wissenschaft|número=479|editorial=[[Editorial Suhrkamp|Suhrkamp]]|idioma=de|isbn=978-3-51-828079-9}}</ref><ref name="eisner">{{cita libro|apellido1=Eisner|nombre1=Lotte H.|enlaceautor=Lotte H. Eisner|título=Die dämonische Leinwand|localización=Fráncfort del Meno|editorial=Fischer-Taschenbuch-Verl.|año=1990|serie=Fischer-Cinema|número=3660|idioma=de|isbn=978-3-59-623660-2}}</ref> Además, a diferencia de las películas expresionistas, las ''Kammerspielfilme'' rara vez usaron [[intertítulo]]s para narrar la historia, llegando incluso a prescindir completamente de ellos, como en la película de 1924 de [[Lupu Pick]], ''[[Sylvester (película)|Sylvester]]''. En lugar de transmitir información, solo sirven como un medio dramatúrgico para poner acentos psicológicos, como la autoacusación del guardia del ferrocarril «''Ich bin ein Mörder''» («Soy un asesino»), el único intertítulo en ''[[Scherben]]'', obra de Lupu Pick de 1921.<ref name="kracauer"/><ref name="eisner"/>

 

 

== Referencias ==