Diferencia entre revisiones de «Athrabeth Finrod ah Andreth»

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La «'''Athrabeth Finrod ah Andreth'''» (traducido del [[lenguas élficas|élfico]] como «Conversación» o «debate entre Finrod y Andreth») es un relato corto del [[escritor]] [[Reino Unido|británico]] [[J. R. R. Tolkien]], relacionado con su ''[[legendarium]]''. Narra el diálogo que sostuvieron, en [[Beleriand]] y durante el año 409 de la [[Primera Edad del Sol]], [[Finrod|Finrod ''Felagund'']], rey [[Elfos (Tolkien)|elfo]] de [[Nargothrond]], y [[Andreth]], hija de [[Boromir (adan)|Boromir]], de la casa de [[Bëor]], una sabia mujer de la raza de los [[Hombres (Tolkien)|hombres]].
 
Posiblemente es el relato de Tolkien que más refleja sus [[Dogmas de la Iglesia católica|profundas convicciones católicas]]. Andreth asevera que [[Eru]] (que en este contexto es el nombre élfico del [[Dios]] cristiano) creó originalmente a los hombres como seres perfectos y destinados a la inmortalidad pero, seducidos por [[Morgoth]] (el Maligno, quieno equivale asea, [[Satanás]]Eru), fueron privados de ese destino. Finrod se muestra escéptico y gentilmente argumenta que no es posible para Morgoth modificar la naturaleza original con la que Eru Ilúvatar concibió a los Hombres, quienes confunden la muerte con el temor. Destaca, también, la falta de esperanza de la raza humana en lo que le espera tras la [[muerte]] y su sufrimiento por la corta vida que se les ha asignado. También queda claro el concepto de [[alma]] (''[[fëa]]'' en el relato) como eterna, y que mora solo por un tiempo en el cuerpo físico (''[[hröa]]'', «la casa del espíritu» en el relato), y es precisamente esta aparente contradicción en la doble naturaleza humana (alma inmortal y cuerpo mortal) la que motiva los amargos reclamos y cuestionamientos de Andreth a lo largo del debate con Finrod, respecto a la muerte, a su amor por el hermano de Finrod, [[Aegnor]] y al destino de la humanidad. En el contexto del pensamiento católico del autor, queda claro que el dilema planteado sólo puede ser resuelto a partir de la [[Escatología cristiana|glorifcaciónglorificación del cuerpo]] que, según la doctrina católica, es el destino último de los seres humanos, habiendo sido [[Jesucristo]] el primero en haber alcanzado ese estado, que será el de la humanidad redimida tras el [[Juicio Final]].
 
A lo largo de la conversación, se vislumbra el papel que les está resevado a los Hombres en una futura [[redención]] de la Creación, hasta llegar a una nueva [[Arda]] (Tierra) libre de mal (concepto cristiano de los ''Cielos nuevos y la Tierra nueva''). Por último se insinúa la futura ''[[Encarnación]]'' de Dios en el mundo como único remedio para el mal que [[Morgoth]] ha causado; Andreth denomina a este hecho, que considera casi imposible, ''La'' ''Antigua Esperanza'' y menciona que es una de las pocas tradiciones que los humanos conservan de su oscuro origen. Tolkien recoge aquí el [[Mito|mito cristiano]] de una promesa de Redención dada por Dios mismo tras la [[Pecado original|expulsión de Adán y Eva del Paraíso]]. Finrod, sin pronunciarse sobre tal tradición, insta a su interlocutora a considerar la ''[[Esperanza]]'' (''Estel'' en élfico) como algo no basado en la experiencia, sino como un acto de [[Fe|pura confianza]].