Diferencia entre revisiones de «Nabonido»

[[Archivo:nabonidus.jpg|thumb|200px|right| Relieve babilónico que muestra a Nabonido'''Nabónido''' adorando a [[Sin]] (la [[luna]]), [[Shamash]] (el [[sol]]) e [[Ishtar]] (el planeta [[Venus (planeta)|Venus]]).]]

[[Archivo:Cylinder Nabonidus BM WA91128.jpg|thumb|right|Cilindro de NabonidoNabónido que trata sobre las reparaciones del templo de [[Sin]], [[Museo Británico]].]]

'''NabonidoNabónido''' (en [[idioma acadio|acadio]] '''Nabû-nāʾid''') fue el último rey del [[Babilonia|Imperio Neobabilónico]] ([[556 a. C.|556]]-[[539&nbsp; a.&nbsp; C.]]).<ref> En general, véase P.-A. Beaulieu 1989.</ref> Su reinado finalizó con la caída de Babilonia ante el rey [[Dinastía Aqueménida|persa]] [[Ciro el Grande]].

El origen de NabonidoNabónido no es claro. Basándose en elementos tales como sus alusiones al rey [[asirio]] [[Assurbanipal]] en textos de propaganda real o su particular interés en [[Harrán]], el último foco de resistencia asirio tras la caída de [[Nínive]] en el 612&nbsp;a.&nbsp;C., se ha sugerido que era de ascendencia asiria<ref>"El último rey de Babilonia, NabonidoNabónido, el que era de ascendencia asiria, regresó a la titulatura real y el estilo asirio en sus inscripciones y promovió abiertamente la religión y la cultura asirias, evidentemente una reacción [[chauvinista]] contra la dinastía [[caldea]] a la que él había usurpado el poder. No es de extrañar que los historiadores [[Antigua Grecia|griegos]] [[Heródoto]] y [[Jenofonte]] lo recuerden como un rey asirio." (Parpola 2004; con referencias a W. Mayer, "Nabonids Herkunft", en M. Dietrich and O. Loretz (eds.), Dubsar anta-men: Studien zur Altorientalistik, Festschrift für Willem H. Ph. Römer zur Vollendung seines 70. Lebensjahres (Münster: Ugarit-Verlag 1998), 245-261. En el mismo sentido: "El rey babilónico NabonidoNabónido, el que reinó sesenta años después de la caída de Nínive y provenía realmente de una ciudad asiria, Harrán, se refiere a Assurbanipal y [[Asarhaddón]] como sus "antepasados reales"." (Parpola 1999).</ref> Se ha propuesto, además, un origen [[arameos|arameo]] occidental.<ref> Beaulieu 2006, p. 200.</ref> Lo que es seguro es que no pertenecía, ciertamente, a la dinastía anterior, y que ascendió al trono luego de derrocar al joven rey [[Labashi-Marduk]] en el año 556&nbsp;a.&nbsp;C. Es posible que haya legitimado su apropiación del trono mediante su casamiento con Nitocris, una hija de [[Nabucodonosor II]] y viuda de [[Nergal-shareser]].

NabonidoNabónido mostró especial interés por el dios lunar [[Sin]] y su templo en Harrán, del que su madre - llamada Adad Adagupi- era sacerdotisa. Solía ser la postura más generalizada entre los especialistas considerar que esta preferencia de NabonidoNabónido habría sido mal recibida en Babilonia, donde la posición de dios [[henotesimo|henoteísta]] de [[Marduk]] podría haberse sentido amenazada. Esta habría sido una de las razones del retiro de NabonidoNabónido al [[oasis]] de [[Taima (Arabia)|Taima]].

Sin embargo, el los últimos años nuevas interpretaciones han puesto en duda esta concepción. De acuerdo con ellas, si bien no puede ser negarse la preferencia personal de NabonidoNabónido hacia el dios Sin, es imposible, asimismo, decirse que haya desvalorizado o negado otros cultos a tal extremo. Se señala también que no existen indicios de desórdenes internos que pudieran ser indicativos de lo contrario. De hecho, incluso durante su estadía en Taima, no tenemos noticia de intentos de derrocar a NabonidoNabónido, el que, por lo demás, pudo regresar a Babilonia sin problemas.

Las fuentes nos informan que NabonidoNabónido hizo transportar a Babilonia las más importantes estatuas de culto de la baja [[Mesopotamia]] en el momento en el que la ciudad era amenazada por el ejército persa. Esto no sería un signo de blasfemia, sino parte integral de la defensa de Babilonia: al reunir en ella a las estatuas divinas (lo que implica un esfuerzo administrativo importante), NabonidoNabónido trataba de asegurarse en apoyo de los dioses en el inminente conflicto armado contra los persas.<ref>Beaulieu 1992</ref> La [[Crónicas Mesopotámicas|Crónica de NabonidoNabónido]] informa que:

{{cita|Una de las más poderosas ilustraciones de la fuerza de la adoración de imágenes en la antigua Mesopotamia es probablemente el tratamiento de las estatuas de culto en tiempos de guerra. Fuentes asirias y babilónicas del [[I milenio a. C.|primer milenio]] aluden frecuentemente al retiro de estatuas divinas de los templos como resultado de la conquista de una ciudad. Las estatuas capturadas eran usualmente transportadas a la tierra de la fuerza victoriosa (Asiria en la mayoría de los casos), donde permanecían. Lejos de promover la captura de sus dioses y todo lo que ello implicaba (es decir, que los dioses estaban abandonando la ciudad y llamando a su destrucción), las ciudades solían tratar de prevenir el traslado de las estatuas a territorio enemigo, puesto que la posesión continuada de ellas en un momento de adversidad demostraba que los dioses todavía protegían y apoyaban a su gente y a su tierra. (...) [D]urante los meses que pecedieron a la invasión y conquista de Babilonia por los persas en el 539&nbsp;a.&nbsp;C., el rey NabonidoNabónido ordenó el traslado masivo de los dioses de [[Sumer]] y Akkad a la capital. Por el contrario de lo que sucede en casos anteriores, el traslado ordenado por NabonidoNabónido está documentado por un número de fuentes históricas y archivísticas.<ref>Beaulieu 1992, pp. 241-241.</ref>}}

No es sorprendente que los enemigos de NabonidoNabónido (especialmente Ciro, quien trataba de mostrar porqué él era mejor de lo que había sido NabonidoNabónido), hayan posteriormente interpretado esto como un signo negativo.<ref>Véase Beaulieu 1992 y Kuhrt 1983</ref> En las palabras, otra vez, de Beaulieu:

{{cita|El regreso de las estatuas a sus santuarios proveyó a Ciro de uno de sus amplios temas propagandísticos contra NabonidoNabónido. No contento con restablecer los dioses en sus residencias, acusó al rey depuesto de haberlos llevado a la capital contra su voluntad.<ref>Beaulieu (1992)</ref>}}

Todos estos serían motivos para situar al reinado de NabonidoNabónido en la línea de sus predecesores mesopotámicos, al menos desde el punto de vista religioso.

=== NabonidoNabónido en Taima ===

NabonidoNabónido permaneció en el oasis árabe de [[Taima (oasis)|Taima]] desde el 549&nbsp;a.&nbsp;C. hasta por lo menos el 545&nbsp;a.&nbsp;C., según nos informa la [[Crónicas Mesopotámicas|Crónica de NabonidoNabónido]]. Se ha argumentado que una de sus posibles motivaciones habrían sido sus rencillas con el clero de Marduk, aunque esto sería difícil teniendo en cuenta las anteriores consideraciones sobre su [[Nabonido#Reinado#Política reliciora|política religiosa]]. Es posible así mismo que NabonidoNabónido estuviera buscando una capital alejada del peligro que representaban los persas en el [[Irán]]. Sin embargo, [[Babilonia (ciudad)|Babilonia]] poseía un elevado [[estatus]] económico, simbólico e ideológico, y difícilmente un rey pudiera dejarla a merced del invasor. Otra posible explicación señala que, al instalarse en Taima, NabonidoNabónido podía dominar algunas rutas de comercio de la [[Península Arábiga]] -las que por primera vez pasaban a ser controladas por una potencia mesopotámica.<ref>Sobre la importancia de Taima en para el comercio, véase Edens & Bawden 1989, pp. 48-103.</ref> Durante su estadía, NabonidoNabónido edificó en Taima un complejo palaciego, la mayor parte del cual ha sido explorado por excaavaciones recientes.<ref>Para una exposición general de la historia de Taima y la exploración arqueológica, así como referencias bibliográficas, véase {{Cita web

|}}. Para la precencia de NabonidoNabónido en Taima, véase además Hayajneh 2001, pp. 81-95.</ref>