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== Argumento ==
La historia, situada en 1999, es contada en forma de recuerdo: en junio de 1974, un agente de la justicia federal, Benjamín EspositoEspósito (Ricardo Darín), empieza a investigar el crimen de una joven mujer, Lilliana Colotto de Morales, brutalmente violada y asesinada dentro de su casa en un barrio de [[Buenos Aires]]. Su esposo, ahora viudo, Ricardo Morales (Pablo Rago), queda devastado por la noticia; EspositoEspósito le promete encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia. Éste es ayudado por su asistente alcóholico, Pablo Sandoval (Guillermo Francella), y la recién llegada Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil), una joven de clase acomodada que es la nueva jefa del departamento. El rival de EspositoEspósito en el tribunal, Romano, acusa a dos trabajadores inmigrantes para deshacerse del asunto, lo cual enoja a EspositoEspósito tras ver que ambos fueron torturados para que se declararan culpables y se enfrenta a Romano en un ataque de furia.
 
Pronto, EspositoEspósito encuentra una pista al mirar unas viejas fotos de la joven asesinada, que le fueron dadas por Morales: en muchas de las fotos encuentra a un hombre, identificado como Isidoro Gómez, que miraba a la víctima de forma sospechosa. EspositoEspósito investiga a Gómez, y determina que vive y trabaja en Buenos Aires, pero no logra localizarlo.
 
EspositoEspósito y Sandoval entran ilegalmente en la casa de la madre de Gómez en [[Chivilcoy]], ciudad donde no sólo nació él, sino también la difunta esposa de Morales. Durante el allanamiento, encuentran unas cartas que el sospechoso le escribió a su madre. Sandoval las roba, Esposito se entera manejando de regreso. De vuelta a la [[Ciudad de Buenos Aires|Capital Federal]], la "visita" sólo les causa problemas con sus superiores, y no logran conseguir ninguna evidencia en las cartas. Además, Gómez sigue en libertad debido a una descuidada llamada telefónica a su madre por parte de Morales, quien desesperadamente quería encontrar al asesino de su esposa. Tras estos sucesos, la investigación del homicidio de la joven es cerrada.
 
Sin embargo, tiempo después, ya en 1975 EspositoEspósito se encuentra a Morales en una estación de trenes en Belgrano y descubre que por todo un año Morales había estado yendo a distintas estaciones de tren en capital federal para tratar de encontrar a Gómez cuando este vuelve del trabajo. Conmovido por la determinación de Morales y el amor de este por su difunta mujer, EspositoEspósito logra convencer a Irene de que reabra la investigación. Mientras emborrachandoseemborrachándose en un bar, Sandoval hace un descubrimiento: un conocido suyo del bar identifica varios nombres mencionados en las cartas -sin conexión aparente- como jugadores de fútbol pertenecientes a [[Racing Club de Avellaneda]].
 
Después de identificarlo como fanático de Racing, EspositoEspósito y Sandoval van a un partido entre ese equipo y [[Club Atlético Huracán|Huracán]], con la esperanza de encontrar a Gómez. En una escena memorable filmada en el [[Estadio Tomás Adolfo Ducó|estadio de este último equipo]], lo localizan entre la multitud, pero un gol repentino causa el barullo suficiente para que huya. Una persecución comienza en la que Gómez casi escapa, pero es finalmente atrapado gracias a la asistencia de la policía cuando el se mete accidentalmente en la mitad del campo de fútbol. EspositoEspósito e Irene entonces lo someten a una falsa e ilegal interrogación en la oficina en la que Irene logra que Gómez confiese el crimen tras herir su orgullo masculino.
 
Gómez es juzgado y condenado, pero apenas un mes después Romano, el rival de EspositoEspósito, logra que liberen a Gómez y lo contrata como sicario para miembros de la facción de derecha del Partido Peronista para vengarse de EspositoEspósito. EspositoEspósito e Irene tratan de revertir esto pero la intervención de Romano no se los permite y a EspositoEspósito le cae la dura tarea de informar a Morales de que el asesino de su mujer seguirá libre, algo que devasta al hombre.
 
Semanas después, Sandoval se emborracha y se pelea con otro hombre en el bar que frecuenta y EspositoEspósito lo lleva hasta su propio departamento para que se ponga sobrio mientras elél va a buscar a la mujer de su amigo. Cuando EspositoEspósito vuelve con la esposa de Sandoval a su departamento, encuentra la puerta forzada, sus fotos dadas vuelta y a Sandoval tiroteado y muerto en su cuarto. EspositoEspósito después concluye que Romano mandó asesinos a sueldo para tratar de matarlo a elél y cuando encontraron a Sandoval, este dio vuelta las fotos y pretendiopretendió ser EspositoEspósito para salvar a su amigo.
 
Temiendo por su vida, EspositoEspósito es forzado a exiliarse a [[Jujuy]] con los primos de Irene para evitar a los asesinos de Romano. Este se va de la ciudad y se queda en Jujuy por diez años hasta volver a Buenos Aires en 1985 para encontrar Gómez desaparecido, a Romano asesinado durante [[Proceso de Reorganización Nacional|la dictadura de 1976]] y a Irene casada y con dos hijos.
 
Tratando de sacarle sentido al caso, EspositoEspósito va a visitar a Morales, quien se mudó en el '75 a una casa en la mitad de la nada en las afueras de la Provincia de Buenos Aires. Durante la visita, ambos hombres discuten varios de los eventos que ocurrieron durante y después del caso pero Morales se descontrola después de que EspositoEspósito le pregunta cómo hizo para sobrellevar la muerte de su mujer, y más aún la injusticia con la que finalizó su causa. Porque después de enterarse Esposito de que Gómez había terminado como guardaespaldas de [[Isabel Perón]], a este no se lo volvió a ver. Morales le cuenta a EspositoEspósito que él ya se había encargado de secuestrar a Gómez y de tirotearlo en el baúl de su auto. Siendo así, Esposito se retira. Pero tras una profunda reflexión guiada por recuerdos, detiene el auto y se dirige campo adentro, de vuelta hacia la casa de Morales. Llegó a esto tras pensar en lo que Sandoval le había dicho "Nadie puede cambiar de pasión". Espósito comprendía el afán que tenía Morales por que Gómez sufriera una estadía eterna en prisión, y no se salvara instantáneamente con la muerte. Así llegó a la conclusión de que era imposible que el damnificado le "hubiera dado el gusto" a su agresor. Tras esperar hasta el anochecer, encuentra a Morales entrando en un pequeño granero con un plato de pequeños trozos de pan. Esposito avanza y mira por detrás de la puerta: Morales lleva ese plato a una celda de cuya oscuridad sale un "anciano" decrépito, quien resulta ser un añejo y maltrecho Gómez a quien Morales mantuvo preso y bien alimentado por 25 años pero ni una vez le dijo una sola palabra. Gomez dentro de su celda se aproxima a Esposito y le ruega que le pida a Morales que le hable. En ese momento Morales, con seriedad en su rostro le dice a Esposito: "Usted dijo ''perpetua''", en referencia a la promesa de encarcelarlo que le había hecho.
 
De vuelta a Capital Federal, EspositoEspósito visita la tumba de Sandoval, y más tarde visita a Irene, dispuesto a confesarle su amor por ella, cosa que ella siempre ha esperado de él. Sonrientes y expectativos, los dos nuevos amantes entran en la oficina de ella y cierran la puerta para tener privacidad.
 
== Producción ==