Diferencia entre revisiones de «Las fuerzas vivas»

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Ayuda a los conservadores el cura del pueblo [[Victor Junco]] que no puede ocultar su odio por los liberales, y quien es seguido por los prohombres del pueblo, como: El Juez [[Carlos López Moctezuma]], el boticario, etc., todos seguidores de Don Porfirio, todos al pendiente de lo que sucede en las cortes y casas reales europeas.
 
La película aborda la problemática de la Revolución Mexicana desde diversos ángulos, el drama de la clase media atrapada entre la clase más humilde, carente de ideales y únicamente utilizada por la clase media como fuerza de choque; el profundo desprecio que sienten los conservadores hacia los liberales y que a su vez es bien correspondida por éstos hacia aquellos; el drama de los intelectuales, de los maestros, personificados en la inmejorable actuación del actor [[Héctor Ortega]], siempre hambreados, siempre mal pagados, como por ejemplo, cuando le dice a [[Enrique Lucero]] yo tengo hambre, hambre, y cuando este último le replica que él tiene sabiduría, el maestro le responde: "...pues hazte un taco de sabiduría a ver si puedes..."; o bien cuando estaban en la cárcel, una señora [[Amparo ArozamentaArozamena]] le dice a un soldado: "...cállese porque le doy con la olla del mole..." y el maestro pregunta: "...Trae mole, de pavoguajolotito..." y al final cuando todos están peleando, el maestro comiendo, como símbolo de lo mal pagado que están en [[México]] los mentores. Retrata también al ejército, personificado por [[Chucho Salinas]], el Coronel, que en varias escenas se autocondecora, poniéndose a sí mismo preseas y medallas. O a través de [[José Chávez Trowe]], el sargento, quien al tratar el tema de para quien iban a trabajar y su correspondiente salario, después de oir el nebuloso ofrecimiento que al respecto hace [[Héctor Ortega]], le responde:"...maestro póngamelo en pesos y centavos...", es decir, un ejército comprometido con quien mejor les pague y que a lo largo de la cinta y alternadamente, irán sirviendo con igual eficacia tanto a liberales, como a conservadores.
 
Refleja también en los conservadores, el oficio de poder, de mando, de prontos a traicionar y traicionarse inclusive a si mismos, arreglándose tanto conservadores, como liberales, llegando a acuerdos, haciéndose recíprocas promesas que en la vida real, pronto serían rotas y dejándose tanto en la cinta, como en la realidad, fuera del templete donde están reunidos, al final, tanto conservadores como liberales.