Diferencia entre revisiones de «Andrés González de Barcia»

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Sus actividades como político no le impidieron publicar durante su juventud gran número de poesías y estrenar comedias bajo distintos pseudónimos (Don Ibón, etc.) y anagramas (como ''García Aznar Velez'') por los últimos años del siglo XVII y primeros del XVIII; entre las segundas, según La Barrera, están ''Los mártires de Ávila o La piedra de Vicente''; ''Mayor afecto hay que celos''; ''El saco de la gran Casa de la Meca''; ''El Apóstol de la Grecia, San Andrés''; ''El gran profeta Eliseo''; ''El sol obediente al hombre''; ''¿Qué es la ciencia de reinar?''; ''También hay piedad con celos'', estas tres últimas publicadas en la ''Parte cuarenta y ocho'' (1704) de comedias.
 
Estas aficiones le hicieron ser asiduo a la [[tertulia]] literaria que se celebraba regularmente en la casa del [[Marqués de Villena]], Juan Manuel Fernández Pacheco, germen de lo que en [[1713]] se fundó con el nombre de [[Real Academia Española]], en la cual el propio González de Barcia fue miembro fundador y en cuyo ''Diccionario de Autoridades'' (1726) probablemente colaboró. Hizo diez ediciones de historiadores de Indias que aprecieron póstumas a partir de 1749 y él mismo publicó ''Ensayo para la historia de la Florida'', con(1723) bajo el pseudónimo de don Gabriel de Cárdenas y Cano. Suya es también una especie de farsa teatral burlesca sobre ''Don Quijote'', con enmiendas de letra del propio autor.
 
Fue un destacado americanista y amigo de [[Gregorio Mayáns y Siscar]], a quien conoció en 1727, aunque sólo fue a partir de 1733, cuando Mayáns se establece en Madrid, cuando empiezan a verse bastante y desde 1739 cuando empiezan a intercambiar mucha correspondencia; fue Barcia quien incitó a Mayáns a escribir contra la ''España primitiva'' de Huerta y Vega, episodio que impulsó el alejamiento de Mayáns de la Corte.