Diferencia entre revisiones de «Cuádruple Alianza (1834)»

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Se distinguen dos etapas en la existencia práctica de la Cuádruple Alianza. La primera sería la puesta en práctica inmediata de los compromisos asumidos y la segunda haría referencia al "espíritu de la Cuádruple", una vez concluidos los motivos que justificaban el tratado.
=== Guerras civiles portuguesa y española ===
[[File:IV.2 Un Canje.jpg|right|thumb|Canje de prisioneros por el tratado de Lecera durante la guerra carlista. Para la firma de ese tratado jugó un papel clave la diplomacia inglesabritánica que buscaba reducir la crueldad de la guerra.<ref name=cordoncincuentayuno/>]]La inmediata puesta en práctica de los compromisos asumidos supuso la solución al problema portugués. Más complicada sería la cuestión española y la puesta en práctica de los artículos adicionales. En general el ''"apoyo [[Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda|británico]] fue más efectivo"'',<ref>Menchén, 1989, p. 42</ref> aunque más en lo diplomático, que en lo económico o en lo militar. En esta última cuestión hay algunas divergencias en la historiografía. Para Vilar el apoyo militar fue mínimo y basado en ''"tropas de deshecho"''.<ref name=vilarseis/> Por el contrario, Rodríguez Alonso cree que la cuestión debe investigarse más y que no se puede minimizar ni hablar de tropas de deshecho, resumiendo la ayuda en ''"el envío de una Legión Auxiliar, con la venta de armas y pertrechos para la guerra y con el envío de barcos para obstaculizar el aprovisionamiento por mar de las tropas carlistas"''.<ref>Rodríguez, 1991, p. 242 y véase la nota 5 en la página 250</ref> Menchén sí que afirma que la ''"colaboración británica resultó muy valiosa en algunos momentos pese a las contrapartidas económicas''",<ref name=menchencuarentaytres>Menchén, 1989, p. 43</ref> poniendo el ejemplo de su importancia para resolver el bloqueo de [[Bilbao]]. Las contrapartidas económicas se referían a la inclusión de [[España]] en el sistema comercial británico, algo que no llegó a concretarse pese a que en 1835 se firmó, pero no se ratificó, un tratado comercial.<ref>Rodríguez, 1991, pp. 207-223</ref>
 
Sí hay acuerdo entre los historiadores para considerar como poco útil o incluso negativa la ayuda de [[Monarquía de Julio|Francia]] en la cuestión española, especialmente por su escaso control de las fronteras. Francia parecía, en ocasiones, una aliada del carlismo en vez del gobierno isabelino.<ref name=menchencuarentaytres/> López-Cordón llega a decir que constituye "''indirectamente'' [la ayuda francesa] ''casi la más eficaz ayuda del bando legitimista''", añadiendo que la supuesta ayuda fue el envío de voluntarios de poca importancia por su bajo número y porque en la mayoría de los casos se pasaron al bando [[carlismo|carlista]].<ref name=cordoncincuentaydos>López-Cordón, 1981, p. 852</ref>
 
La historiografía francesa explica la ambigüedad de la ayuda por el contexto europeo: [[Luis Felipe de Orleans]] nunca perdió el diálogo con [[Imperio Austriaco|Austria]] que le pediría "frenar" aal Reino InglaterraUnido. En función de estos intereses pensó en la necesidad de mantener una actitud de moderación para evitar una generalización del conflicto.<ref name=menchencuarentaytres/> Durante todo el desarrollo de la guerra se buscó la intervención francesa en cumplimiento de lo pactado e incluso se llegó a hacer un cambio de gobierno, pasando al moderado [[Narciso Heredia y Begines de los Ríos|Ofalia]], para que hubiera mayor sintonía ideológica. Sin embargo, la intervención no se produjo y esto llevó a una mayor dependencia e influencia inglesa para España.<ref>Rodríguez, 1991, pp. 91-94</ref> En cuanto a la cooperación portuguesa en la guerra carlista, tardó en llevarse a la práctica y tuvo escasa importancia. Se hizo efectiva sólo en [[1836]] y al año siguiente las tropas tuvieron que regresar por las sublevaciones internas en Portugal.<ref name=cordoncincuentayuno>López-Cordón, 1981: p. 851</ref>
 
Además de la ayuda militar, InglaterraReino Unido jugó un papel importante en el aspecto diplomático, sobre todo en dos cuestiones. En primer lugar en el intento de reducir los excesos de ambos bandos en la guerra firmándose para ello dos convenios, el de [[Convenio Lord Eliot|Eliot]] y el Segura Lécera, de "''una efectividad muy relativa''".<ref name=cordoncincuentayuno/> Mayor importancia tiene la segunda cuestión: la intervención en los acuerdos de paz que se concretaron en el [[Convenio de Vergara]], que en su redacción final recogía, en lo esencial, los términos de la propuesta británica pese a hacerse sin mediación extranjera.<ref name=cordoncincuentaydos/> Comparte esta visión Rodríguez Alonso añadiendo que los diplomáticos británicos "''habían jugado un papel fundamental en las negociaciones previas, pero cuidaron de que su trabajo no apareciera en primer lugar''".<ref>Rodríguez, 1991, p. 106</ref>
 
=== El "espíritu" de la Cuádruple ===
[[Archivo:Antoine d'Orleans, Duc de Montpensier, 1844.jpg|right|thumb|El Duque de Montpensier fue uno de los candidatos que se barajaron para casarse con Isabel II. Aunque fue vetado por Inglaterrael Reino Unido si pudo casarse con la infanta Luisa Fernanda, rompiendo el equilibro entre franceses e ingleses y acabando con la Entente entre ambos países y, por extensión, con la Cuádruple.<ref name=cincuentaycinco/>]]
Con el fin de la guerra el tratado dejó formalmente de tener efecto, pero ninguna de las partes buscó su cancelación.<ref name=cordoncincuentaydos/> Esto se denominó el "espíritu" de la Cuádruple y se concretó en primer lugar en la creciente influencia franco-británica en España. De hecho, se dio una pugna entre ambos países, lo que a largo plazo llevaría al fin de la ''Entente'', al entendimiento entre Francia ey InglaterraReino Unido. La pugna por una mayor influencia en España se debía, fundamentalmente, a dos cuestiones. Por un lado pretensiones económicas, pero sobre todo porque el control estratégico de la península aseguraba dos rutas fundamentales: la del [[Atlántico]] al [[Mediterráneo]] controlada por InglaterraReino Unido desde [[Gibraltar]] y la ruta marítima francesa de [[Marsella]]-[[Argel]]. A partir de [[1830]] esta segunda ruta sería vital para los franceses por sus conquistas en [[Argelia]], lo que convirtió a España "''en una pieza clave de la política mediterránea''".<ref>Menchén, 1989, p. 44</ref> Por estas razones, cualquier apoyo en la península fue desde el principio la imagen de una rivalidad, "''cualquier abandono por parte de un estado, era aprovechado inmediatamente por otro para obtener ventajas''".<ref>López-Cordón, 1981, p. 853</ref>
 
El fin de la ''Entente'' entre franceses ey inglesesbritánicos, y con ella del "espíritu" de la Cuádruple, se debía también a la debilidad que tenía desde su formación por la contraposición de intereses económicos que hacían imposible la unión política.<ref>Menchén, 1989, p. 48</ref><ref>Rodríguez, 1991, p. 11</ref> En el plano internacional las primeras divergencias, sin causar graves problemas en todo caso, se dieron en [[Reino de Egipto|Egipto]], en [[1840]], cuando Francia apoyó a [[Mehmet Alí]] en su intento de independencia del [[imperio otomano]], teniendo finalmente que ceder y abandonar a Alí.
 
En el plano español las divergencias se notaban por ejemplo en la influencia de cada Estado en el gobierno. Así en el momento de la caída de [[Espartero]] se entendió que se abría un periodo de influencia francesa.<ref>López-Cordón, 1981, p. 854</ref> En Portugal las pugnas entre franceses e ingleses siempre tuvieron menor importancia, pues se siguió manteniendo sin más la tradicional influencia británica. El punto de inflexión de la ''Entente'' y del "espíritu" de la Cuádruple también se dio en España, con el asunto de los matrimonios reales que supone el definitivo "''distanciamiento franco-británico, hasta el punto de que fácticamente dejó de existir la Cuádruple Alianza''".<ref name=vilarsiete>Vilar, 2003, p. 407</ref> Se trató de los matrimonios de la reina [[Isabel II de España|Isabel II]] y la [[infanta]] [[Luisa Fernanda de Borbón|Luisa Fernanda]]. Ambos países intentaban evitar que el príncipe que se casara con Isabel perjudicara a sus intereses. Aunque finalmente la Reina tuvo que conformarse con un príncipe español para evitar suspicacias, Francia logró que la infanta se casara con uno francés, el [[Antonio de Orleans|duque de Montpensier]], algo que [[Narváez]] permitió "''sobre todo para impedir que una eventual ventaja británica fuera aprovechada por los progresistas''".<ref name=cincuentaycinco>López-Cordón, 1981, p. 855</ref> Se rompía así el equilibrio por una cuestión de partido, el [[Partido Moderado|moderado]], no de Estado.