Diferencia entre revisiones de «Tres Comunes de Cataluña»
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==La Conferencia de los Tres Comunes==
El [[Sitio de Barcelona (1697)|Sitio de Barcelona de 1697]] supuso el fin de la [[Guerra de los Nueve Años]] (1688-1697); circunscrito dicho conflicto en las intrigas sucesorias ante la predecible muerte de [[Carlos II de España]] y los tratados de reparto de la monarquía española entre Francia e Inglaterra, la pasiva actitud de las tropas españolas frente a las tropas francesas generó un gran rencor hacia la corte de Madrid.<ref>Martí Fraga (2008: 82-86)</ref> A partir de [[1698]] el Brazo militar de Cataluña instó al Consejo de Ciento de Barcelona a reunirse en conferencia, una coaligación a la que se uniría mas tarde el otro común, la Diputación del General. Tras la muerte de Carlos II en noviembre de 1700 y la entronización de un Borbón francés al frente de la monarquía española el Brazo militar catalán convocó nuevamente a los otros dos comunes a conferenciar. La negativa de Felipe V a convocar la vice-regia, la destitución del virrey de Cataluña [[Jorge de Darmstadt]], así como el nombramiento de nuevo virrey sin consentimiento de las Cortes catalanes, tal y como era de precepto según las [[Constituciones de Cataluña]], iniciaron un período de conflictividad institucional contra el nuevo monarca Borbón.<ref>Martí Fraga (2008: 86-93)</ref> El clima de tensión se suavizó tras la Cortes de Cataluña de 1701-1702, pero en 1703 la «Conferencia de los Tres Comunes» volvió a coaligarse para detener la vulneración de las constituciones catalanas por parte del virrey, concluyendo en la representación enviada ante Felipe V que «''en Cataluña no hay cosa mas establecida y fixa que sus constituciones se deben entender a la letra''», y denunciando que «''se experimenta una total inobservancia de las leyes que vuestra magestad y los Braços [sic] en estas últimas Cortes establecieron''».<ref>Martí Fraga (2008: 103)</ref>
Ante las amenazas crecientes, el virrey de Cataluña intentó calmar a los Tres Comunes prometiendo la recta observación de las leyes de Cataluña en tal manera que «''cesarían de una vez las disputas y ser restablecería la buena armonía entre los ministros regios y los comunes''». Pero la realidad fue bien distinta y el nombramiento de un virrey, Francisco de Velasco, solo agravó aún mas la situación hasta llegar a lo insostenible; en enero el Brazo militar de Cataluña envió un último aviso a Felipe V adviertiéndole del «''poco agrado, aceptación y agasajo con que el lugarteniente de vuestra magestad trata al Braço quedando toda la nobleza catalana mortificada''». El [[Desembarco de Barcelona|intento de desembarco aliado en Barcelona]] en [[1704]] alarmó sobremanera a la corte de Felipe V, a lo que siguió una política de detenciones indiscriminada lanzada por el virrey Velasco que conculcaba gravemente las Constituciones de Cataluña; así mismo el virrey, a la par que urgía a Madrid para que le enviaran refuerzos militares para contener la situación en Barcelona, prohibió que se celebrara cualquier conferencia mas entre los Tres Comunes de Cataluña. En [[febrero]] de [[1705]] Felipe V decretó que «''en vista de los absurdos que han resuelto y resultan de dichas conferencias contra mi real servicio, y quietud pública de esse [sic] Principado, he tenido por bien de resolver y mandar que no se tengan ni permitan''»; tant solo tres meses mas tarde, en [[mayo]] de [[1705]], estalló la rebelión de Cataluña que arrastró a toda España a la guerra civil durante la [[Guerra de Sucesión Española]].
{{cita| «Ahora oíd, see hace saber a todos generalmente, de parte de los Tres Excelentísimos Comunes, tomado el parecer de los Señores de la Junta de Gobierno, personas asociadas, nobles, ciudadanos y oficiales de guerra, que separadamente están impidiendo que los enemigos se internen en la ciudad; atendiendo que la deplorable infelicidad de esta ciudad, en la que hoy reside la libertad de todo el Principado y de toda España, está expuesta al último extremo, de someterse a una entera esclavitud.<br /><br /> Notifican, amonestan y exhortan, representando a Padres de la Patria que se afligen de la desgracia irreparable que amenaza el favor e injusto encono de las armas franco-españolas, hecha seria reflexión del estado en que los enemigos del Rey N.S., de nuestra libertad y Patria, están apostados ocupando todas las brechas, cortaduras, baluartes del Portal Nou, Sta. Clara, Llevant y Sta. Eulalia. Se hace saber, que si luego, inmediatamente de oído el presente pregón, todos los naturales, habitantes y demás gentes hábiles para las armas no se presentan en las plazas de Junqueras, Born y Plaza de Palacio, a fin de que unidamente con todos los Señores que representan los Comunes, se puedan rechazar los enemigos, haciendo el último esfuerzo, esperando que Dios misericordioso, mejorará la suerte. Se hace también saber, que siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus cargos, explican, declaran y protestan a los presentes, y dan testimonio a los venideros, de que han ejecutado las últimas exhortaciones y esfuerzos, protestando de todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida Patria, y exterminio todos los honores y privilegios, quedando esclavos con los demás españoles engañados y todos en esclavitud del dominio francés; pero se confía, que todos como verdaderos hijos de la Patria, amantes de la Libertad, acudirán a los lugares señalados a fin de derramar gloriosamente su sangre y vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España, y finalmente dicen y hacen saber, que si después de una hora de publicado el pregón, no comparece gente suficiente para ejecutar la ideada empresa, es forzoso, preciso y necesario hacer llamada y pedir capitulación a los enemigos, antes de llegar la noche, para no exponer a la más lamentable ruina de la Ciudad, para no exponerla a un saqueo general, profanación de los Santos Templos, y sacrificio de niños, mujeres y personas religiosas. <br />Y para que a todos sea generalmente notorio, que con voz alta, clara e inteligible sea publicado por todas las calles de la presente ciudad. <br /><br />Dado en la casa de la Excelentísima Ciudad, residiendo en el Portal de S. Antonio, presentes los mencionados Excelentísimos Señores y personas asociadas, a 11 de Septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714».|<ref>Ibidem.</ref>}}
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