Diferencia entre revisiones de «Manuel de Ferrer y Sitges»

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==Biografía==
Hijo de José de Ferrer y de Vinyals, un [[jurista]] y oidor de la Real Audiencia de Cataluña que había sido nombrado noble en [[1672]], y nieto de José Ferrer, también [[jurista]] y oidor de cuentas de la [[Generalidad de Cataluña]], casó con Josepa Ferrer y Ferrer, siendo padres de María Anna, de Emmanuela, y de José Ferrer y Ferrer. Miembro activo de las [[conferencias de los Tres Comunes de Cataluña]] durante toda la [[Guerra de Sucesión Española]], en [[1712]] formó comisión en una de ellas junto con [[Rafael Casanova]] y [[Pablo Ignacio Dalmases]] representando al [[Consejo de Ciento de Barcelona]]. Tras la Paz de Utrecht se desató una batalla política entre los partidarios de continuar la guerra y los partidarios de la sumisión incondicional a Felipe V. Convocada la Junta General de los Brazos de Cataluña el [[30 de junio]] de [[1713]] para dirimir la cuestión, los diputados de la Generalidad del trienio 1710-1713, favorables a la sumisión, presentaron ante los delegados una «Proposición» en la que se exponían las misivas enviadas por el propio reirey y emperador [[Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico|Carlos de Austria]], la emperatriz, y el mariscal [[Guido Starhemberg]], instando a las catalanes a la sumisión debido a la imposibilidad de socorrerles ante el abandono de los ingleses.<ref>Albareda (1996:16)</ref> En el parlamento del [[Brazo militar (cortes)]] los partidarios de la continuación de la guerra se dividieron en dos facciones: por un lado la facción mas radical, favorable a la continuación de la guerra y rechazando de plano negociar con los [[borbónicos]] o buscar cualquier tipos de salida negociada al conflicto; y por otro lado los moderados, favorables también a la continuación de la guerra, pero aceptando la posibilidad de negociar si la oportunidad se presentaba. Ferrer se alzó como portavoz de la facción radical, exponiendo sus argumentos en un largo discurso. Pero a pesar de su elocuente verborrea la división existente entre las dos facciones partidarias de la guerra no se enmendó. Llegado el momento de la votación, y a resultas de la división entre las dos facciones, acabó teniendo mayoría de votos la opción minoritaria, la de los partidarios de la sumisión incondicional a [[Felipe V]]; estos ya estaban negociando secretamente con [[butifleros]] catalanes exilados en Madrid y habían organizado varias intrigas para evitar la convocatoria de los Brazos Generales. Ante el adverso resultado de la votación Manuel de Ferrer presentó una ''Protesta'':
 
{{cita|Con el presente acto —quiero tenga fuerza de solemne Protestación, con todas las cláusulas de derecho necesarias—, doy de nulidad y protesto de la susodicha deliberación por oponerse al honor, leyes, y privilegios de toda la Nación Catalana, por ser ignominiosa tan servil sujeción al nombre de toda la Nación.}}