Diferencia entre revisiones de «Jesús de Nazaret»

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Si bien los hallazgos de la arqueología no pueden ser aducidos como prueba de la existencia de Jesús de Nazaret, sí confirman la historicidad de gran número de personajes, lugares y acontecimientos descritos en las fuentes.<ref>Véase [http://www.mtio.com/articles/aissar29.htm «History, archaeology and Jesus. Hard evidence from the ancient world dramatically supports the New Testament record on Jesus»], artículo en inglés de Paul L. Maier.</ref>
 
Por otro lado, Jesús, como muchos destacados dirigentes religiosos y filósofos de la Antigüedad, no escribió nada, o, al menos, no hay constancia alguna de que así haya sido. Todas las fuentes para la investigación histórica de Jesús de Nazaret son, por lo tanto, textos escritos por otros autores. [[Archivo:P52 recto.jpg|thumb|Papiro Rylands 457, P52]]El más antiguo documento inequívocamente concerniente a Jesús de Nazaret<ref name ="7q5"> En 1972 el jesuita español José O'Callaghan afirmó que EL [[7Q5]], uno de los papiros hallados en Qumrán, junto al Mar Muerto, era un fragmento del Evangelio según Sande Marcos (concretamente Mc 6, 52-53). Su hipótesis fue apoyada por algunos biblistas, entre ellos C.P. Thiede, pero fue en general rechazada por los estudiosos. Véanse Piñero, Antonio: ''Guía...'', pp. 66-67; y Meier, John P.: ''Un judío marginal...'', p.124.</ref> es el llamado papiro [[Papiro P52|P52]], que contiene un fragmento del [[Evangelio según San Juan]] y que data, según los cálculos más extendidos, de hacia 125, es decir, aproximadamente un siglo después de la fecha probable de la muerte de Jesús (hacia el año 30).
 
Si bien los testimonios materiales referentes a la vida de Jesús son muy tardíos, la investigación filológica ha logrado reconstruir la historia de estos textos con un alto grado de probabilidad, lo que arroja como conclusión que los primeros textos sobre Jesús (algunas cartas de Pablo) son posteriores en unos veinte años a la fecha probable de su muerte, y que las principales fuentes de información acerca de su vida (los evangelios canónicos) se redactaron en la segunda mitad del siglo&nbsp;I. Existe un amplio consenso acerca de esta cronología de las fuentes, al igual que es posible datar algunos (muy escasos) testimonios acerca de Jesús en fuentes no cristianas entre la última década del siglo&nbsp;I y el primer cuarto del siglo&nbsp;II.