Diferencia entre revisiones de «Erico XIV de Suecia»

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La nobleza vio con malos ojos el encarcelamiento de Juan. Erico, instigado por su consejero [[Jöran Persson]], creía que entre la nobleza se incubaba una rebelión en su contra, y decidió crear una Suprema Corte de Justicia, llamada el Comité del Rey (''Konungens mängd'') en el año [[1561]]. Esta Corte tenía como objetivo inicial velar por el cumplimiento de las leyes, pero poco después degeneró en un medio persecutorio contra los posibles enemigos del rey. En su desconfianza, Erico mandó arrestar a Nils Sture, a quien consideraba como un noble peligroso. La Corte encontró a Sture culpable de alta traición y ordenó su ejecución, pero fue perdonado y únicamente fue sometido a una humillación pública en las calles de [[Estocolmo]]. Dos días después, el rey se reconcilió con Sture e incluso le encomendó una embajada a [[Ducado de Lorena|Lorena]], que tenía como propósito el pedimento de mano de la princesa Renata de Lorena. Renata era nieta del rey [[Christian II de Dinamarca|Cristián II]] de Dinamarca, y con el matrimonio, Erico pretendía tener derechos a ocupar el trono de ese país.
 
Preocupado el rey por el trato que había dado a Nils Sture, su desconfianza se convirtió en paranoia. Creía que la familia de Sture y la nobleza en su conjunto en venganza se levantarían contra su gobierno. Se encargó de reunir pruebas de una conspiración en su contra. Una vez que detectó a los posibles sospechosos, los mandó arrestar y encarcelarlos en [[UppsalaUpsala]]. Entre los detenidos se encontraba el padre de Nils, el conde Svante Sture, un noble que siempre se había mantenido fiel a la familia Vasa, y el hijo de éste, Erico Sture. El [[21 de mayo]] de [[1567]] regresó Nils Sture, procedente de Lorena, y también fue encarcelado. Al día siguiente, el rey envió una carta de reconciliación a Svante Sture donde pedía perdón, pero cambió de opinión y mandó asesinar a los prisioneros. Ante el Consejo, Erico alegó que los prisioneros eran traidores al reino y su muerte era justificada.
 
La demencia se hizo patente en el rey después del asesinato de los Sture. Pidió a los obispos sus oraciones para que no le llegase el castigo divino, y mandó encarcelar a su consejero, Jöran Persson, a quien acusaba de ser el culpable de los asesinatos. Jöran Persson fue condenado a muerte, pero su castigo no se llevó a cabo.