Diferencia entre revisiones de «Proyección (psicología)»

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{{otros usos|este=del término psicológico desarrollado principalmente en el [[psicoanálisis]]|Proyección (desambiguación)}}
 
La '''proyección''' es un [[mecanismo de defensa]] por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias ([[Faltafalta (psicoanálisis)|falta]]). En el caso de la proyección negativa, esta opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. Se «proyectan» los sentimientos, pensamientos o deseos que no terminan de aceptarse como propios porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a este objeto externo. Por esta vía, la defensa psíquica logra poner estos contenidos amenazantes afuera. La proyección positiva se da cuando el sujeto atribuye a otra persona cualidades dignas de ser admiradas, envidiadas, amadas, etc. es un componente habitual, incluso necesario en el proceso del enamoramiento. El tipo de proyección que el sujeto realice dependerá de su estructura psíquica y de la [[introyección]] que haga de si mismo y su autopercepción.
 
Aunque el término fue utilizado por [[Sigmund Freud]] a partir de 1895 para referirse específicamente a un mecanismo que observaba en las [[Trastorno paranoide de la personalidad|personalidades paranoides]] o en sujetos directamente [[Trastorno delirante|paranoicos]], las diversas escuelas psicoanalíticas han generalizado más tarde el concepto para designar una defensa primaria.<ref>{{cita libro|apellidos= Roudinesco|apellidos2= Plon|nombre= Elisabeth|nombre2= Michel|enlaceautor=Elisabeth Roudinesco|título=Diccionario de Psicoanálisis|otros= Traducción: Jorge Piatigorsky y Gabriela Villalba|año=2008|año-original= Primera publicación (''Dictionnaire de la Psychanalyse''), 1997
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== Fundamentación gnoseológica ==
Desde el punto de vista [[gnoseología|gnoseológico]], en el acto de conocer se da una relación entre un sujeto y un objeto. El sujeto es el polo o extremo cognoscente y el objeto es lo contrapuesto, el objeto conocido. Si en una determinada concepción gnoseológica entendemos que lo que predomina es el objeto sobre el sujeto, estamos dentro de una posición filosófica [[Materialismo|materialista]]. Y a la inversa, si en una gnoseología decimosse dice que lo que gravita es el sujeto, o lo «puesto» por el sujeto, en el conocer, nos definimos por una posición [[idealismo|idealista]].
 
Desde el punto de vista [[gnoseología|gnoseológico]], en el acto de conocer se da una relación entre un sujeto y un objeto. El sujeto es el polo o extremo cognoscente y el objeto es lo contrapuesto, el objeto conocido. Si en una determinada concepción gnoseológica entendemos que lo que predomina es el objeto sobre el sujeto, estamos dentro de una posición filosófica [[Materialismo|materialista]]. Y a la inversa, si en una gnoseología decimos que lo que gravita es el sujeto, o lo «puesto» por el sujeto, en el conocer, nos definimos por una posición [[idealismo|idealista]].
 
El materialismo e idealismo filosóficos no son materia de este artículo. La digresión se hace porque es necesario para explicar cómo funciona este mecanismo de defensa.
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Los límites entre el sujeto y el objeto, no están marcados con claridad ni taxativamente. Con frecuencia, en la vida cotidiana, o en la artística, fragmentos enteros de la vida subjetiva, son puestos afuera, lo que constitutiría una forma de proyección. En este sentido es que hablaba el ginebrino [[Henri-Frédéric Amiel]] de que el paisaje es «un estado del alma» (''Diario íntimo'').
 
El recurso retórico poético de la «[[personificación]]» constituye también un verdadero proceso proyectivo que se ejecuta fuera de la [[psicopatología]]. El poeta no dice «yo estoy triste», sino «ese árbol llora la / tristeza de mis amores perdidos». Lo propio, es puesto afuera. No es el propio miedo el que asusta, sino «la oscuridad de la noche peligrosa que / acecha desde la calle». No es el oleaje del mar el que produce estruendo, sino, en una personificación, es «quien brama como yo por el abandono a que ella me sometió». El verbo es una adjudicación de la personalización proyectiva, y el adverbio «como» introduce un mecanismo retórico que se denomina «[[Símil|comparación]]».
 
Lo anterior ejemplifica que la dicotomía sujeto-objeto no delimita las cosas de modo claro. Lo externo y lo interno se entremezclan de modo inextricable, con independencia de la voluntad.
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== Enfoque psicológico ==
 
Para el sujeto, los pensamientos, deseos, hábitos, actitudes, sentimientos duraderos o momentáneos, ideales o esperanzas, así como las aptitudes configuran un mundo que le es propio. De este modo, el «[[mundo]]» podría ser una configuración que proyectamos continuamente. Desde la vertiente filosófica, este tipo de situaciones ha sido analizado por el enfoque existencial, de modo especial por [[Martin Heidegger]], quien otorga a este proceso «proyectivo» y conformador de mundo un matiz [[ontología|ontológico]].
 
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== El caso Schreber ==
 
Los estudios freudianos sobre «[[Daniel Paul Schreber|el caso Schreber]]» fueron el sustento del análisis de los mecanismos proyectivos. No solamente para la [[Trastorno delirante|paranoia]], sino para toda la sintomatología pertinente en general.
 
En este caso, cuya autobiografía publicada (''Memorias de un enfermo de nervios'')<ref>{{cita libro| autor = Schreber, Daniel Paul| título = Memorias de un enfermo de nervios| año = 2008| editorial = Roberto Calasso: ''Nota sobre los lectores de Schreber''. Sigmund Freud: ''Observaciones psicoanalíticas de un caso de paranoia''. Elias Canetti: ''El caso Schreber''. Colección: Noesis. Categoría: Ensayo. México/Madrid: [[Sexto Piso]] Editorial| id = ISBN 978-84-96867-16-1}}</ref>) fue analizada por Freud, se describe a un sujeto masculino que ama a otro sujeto masculino. Esto le pone en contacto con pulsiones [[libido|libidinosas]] que, aceptadas, lo someterían al castigo social de su entorno, por una parte, y al castigador «internalizado» en el [[Ello, Yo y Superyó|superyó]], por otra. Apelando a otro mecanismo de defensa, el de inversión, la persona intenta ocultar ese amor tras la emoción contraria, el odio. Pero, debido a que lo que se instala es una emoción también inaceptable o injustificada, se la localiza (proyecta) afuera. Y entonces llega a la conclusión de que el que realmente, aunque de modo ilusorio lo odia, es el otro. En tanto ejecutante de todo este proceso [[inconsciente]], el [[yo]] se ha de sentir perseguido por el personaje primitivamente amado con pulsiones «peligrosas» de origen [[Homosexualidad|homosexual]].
 
Este caso posibilitó que Freud desarrollara un esquema de comprensión de la psicodinámica de la paranoia o de los estados paranoides, e intentara validarla luego para todos los vínculos interpersonales en las psicosis, fueran homosexuales o [[heterosexualidad|heterosexuales]].
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== Véase también ==
 
* [[Mecanismo de defensa]]
* [[Psicoanálisis]]