Diferencia entre revisiones de «Reforma o ruptura»

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== Liquidación institucional del franquismo ==
El nombramiento del relativamente desconocido [[Adolfo Suárez]] (3 de julio de [[1976]]) para la presidencia del gobierno se planteó como un juego táctico en el que el rey y [[Torcuato Fernández Miranda]] (presidente de las [[Cortes Franquistas|Cortes]] y del [[Consejo del Reino]]) aislaron a los elementos más involucionistas, pero también a los aperturistas más conspicuos y rechazados por éstos (como [[Manuel Fraga]] o [[José María de Areilza]]). A partir de ese momento se fue avanzando en el proceso de reforma impulsado desde el gobierno, en diálogo discreto con la oposición y con un permanente ''[[ruido de sables]]'' proveniente del sector involucionista, alentado por terrorismos de muy distinto signo como fueron el de [[ETA]], el [[GRAPO]], y el [[terrorismo tardofranquista|de extrema derecha]]. Este último en algunos casos fue organizado y utilizado desde los [[servicio de inteligencia|servicios de inteligencia]] con el conocimiento gubernamental, mientras que en los primeros se intentaba realizar infiltraciones para desmontarlos.<ref>Según [[José Antonio Sáenz de Santamaría]] (en declaraciones efectuadas por este alto mando militar poco antes de su muerte), entre otras acciones organizadas por el SECED ([[Servicio Central de Documentación]]), con conocimiento gubernamental, estuvo la [[Operación Reconquista]] que llevó a los [[sucesos de Montejurra]]. Diego Carcedo, ''Sáenz de Santa María. El general que cambió de bando'', ISBN 84-8460-309-1. La infiltración policial en los GRAPO ha sido señalada como una constante en la historia de esa organización. [http://www.elpais.com/articulo/espana/GRAPO/GRAPO/tuvieron/infiltraciones/ultimos/anos/elpepiesp/19800910elpepinac_19/Tes/ ''Los GRAPO tuvieron dos infiltraciones en los últimos años. Informe de "Gaceta Ilustrada"''], El País, 10/09/1980. No obstante, son rechazadas por otros: [[Pío Moa]][http://www.elpais.com/articulo/opinion/EL_PAiS/GRAPO/EL_PAiS_/_REFERENCIAS_/_CRiTICAS_/_ALUSIONES/clandestinidad/Pio/Moa/elpepiopi/19801228elpepiopi_9/Tes/ ''La clandestinidad de Pío Moa''], El País 28/12/1980 </ref> Uno de los periodos álgidos de violencia durante la transición fue en el mes de enero de [[1977]], que entre otros acontecimientos, se produjo la [[Matanza de Atocha de 1977|matanza de abogados laboralistas]]. Sin embargo en este periodo los altercados en las calles fue habitual, con víctimas mortales que se sumaban a las que se producían en controles policiales colocados en las carreteras,<ref>[http://web.archive.org/20091026223247/www.geocities.com/atrefu/Atrefu_caidos_transicion.doc Lista de caídos durante la Transición]</ref> con una mayor intensidad en el [[País Vasco]] y [[Navarra]] (que en entonces se debatían en una posible unión política) donde se produjeron diversos episodios de especial virulencia como fueron los [[sucesos de Vitoria (1976)|sucesos de Vitoria]], los [[sucesos de Montejurra]], la [[Semana pro-amnistía de mayo de 1977]] o los [[Sanfermines de 1978]], entre otros sucesos.
 
Previamente, la votación de la [[Ley para la Reforma Política]] por las Cortes franquistas (18 de noviembre de 1976, que se denominó ''[[harakiri]]'' o suicidio político) y el [[Referéndum sobre la Ley para la Reforma Política|referéndum consiguiente]] (15 de diciembre de 1976) no contaron con el apoyo de la oposición, que seguía propugnando la ruptura y pidió la [[abstención activa]]. La legalización del [[Partido Comunista de España]] (9 de abril de 1977, Sábado Santo) puede considerarse un punto de inflexión en la obtención de esa confianza. Las elecciones, que según la letra de la Ley podrían entenderse como una simple renovación del antiguo sistema de nombramiento de procuradores, se convirtieron por la fuerza de los hechos en un cambio más profundo: aunque fue el centro (la [[Unión de Centro Democrático (España)|UCD]]), y no la izquierda quien las ganó, en la [[mesa de edad]] del Congreso estaban [[Dolores Ibárruri]] (''La Pasionaria'', que ya había sido diputada comunista en 1936) y [[Rafael Alberti]]. En los escaños se sentaban muchos que habían sufrido la [[represión política en España|represión política y social del franquismo]], [[presos políticos]] y [[exilio republicano|exiliados]]; entre ellos [[Santiago Carrillo]], cuya entrada clandestina a España meses antes había generado una gran tensión. Las primeras decisiones que fueron tomando dejaron clara la profundidad de los cambios que se iban a tomar, entre ellos que no se iban a respetar los ''[[Ley de Principios del Movimiento Nacional|principios inmutables del Movimiento Nacional]]'' y la voluntad de redactar una Constitución de nuevo cuño que preveía el artículo 3 de la [[ley para la reforma política]]. Este artículo encomendaba la iniciativa constitucional al gobierno o al congreso, y la obligatoriedad de que la carta magna para ser aprobada debía ser votada positivamente por la mayoría absolutada de las Cortes y refrendada por el pueblo español en referéndum.<ref>[http://books.google.es/books?id=vu-ZRfnZwUkC&pg=PA139&lpg=PA139&dq=el+art%C3%ADculo+3+de+la+ley+para+la+reforma+politica&source=bl&ots=bF8TKXhZGZ&sig=IgEIc_hocwEAPzm9cVocgfMmJ0o&hl=es&sa=X&ei=AsAyU-ruHqGG0AWP04HIAg&ved=0CG0Q6AEwCTgK#v=onepage&q=el%20art%C3%ADculo%203%20de%20la%20ley%20para%20la%20reforma%20politica&f=false La reforma constitucional en España]</ref><ref>
{{cita|Las elecciones del mes de junio de 1977 supusieron, en la práctica, la apertura de un proceso constituyente. La paradoja fue que las Cortes Constituyentes se encontraban con que no existía texto legal vigente que determinara la responsabilidad del Gobierno ante el Parlamento. Sólo en el mes de noviembre de 1977 se aprobó una disposición en este sentido que venía a servir, de hecho, como avance de la futura Constitución. De todos modos, las relacione entre Gobierno y Parlamento fueron en ocasiones muy complicadas... la transición se realizaba manteniendo un Estado cuyos fundamentos eran radicalmente antitéticos con ella... El Gobierno tendió a actuar al margen del Parlamento y lo hubiera hecho más si hubiera dispuesto de una mayoría confortable.|[[Javier Tusell]] (1997) ''La transición española. La recuperación de las libertades'', Madrid: Temas de Hoy ISBN 84-7679-327-8 pg. 54.}}</ref>