Diferencia entre revisiones de «Graciliano Ramos»

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Apenas una años después de Caetes, en 1934, aparece S. Bernardo. El nuevo libro parece pertenecer a un autor diferente; tal es la diferencia entre uno y el otro en cuanto a su valor literario y su significado humano. A no ser que el primero hubiese sido escrito muchos años antes de su publicación, la honda evolución que observamos en el segundo resulta inexplicable en tan insignificante espacio de tiempo.
El ambiente de Caetés es una pequeña ciudad del interior; el de S. Bernardo es aún más pequeño: una hacienda, no es en el ambiente donde se amplia y engrandece el plano de concepción y de construcción del novelista. Sus personajes no son más numerosos, ni más significativos socialmente. Por el contrario: el mundo novelesco es más reducido y concentrado en su segundo libro, lo que confiere un marcado y seguro carácter de novela bien estructurada. La hacienda se s. Bernardo se transforma en un microcosmos. Sus personajes presentan humanidad, pasiones, dramas, miserias, ansias de felicidad y caídas en la irremediable desgracia. Graciliano Ramos, al crear y mover personales como Paulo Honório y Madalena, parece haber encontrado definitivamente su plano de autor de ficción: el de la novela psicológica. En este sentido, el mundo de sus obras es pobre, limitado, deficiente. Lo que transmite vitalidad y belleza artística a sus novelas no es el movimiento exterior, sino la existencia interior de sus personajes. Los acontecimientos solo tienen significado por sus reflejo en las almas, en los caracteres, en los pensamientos. Y esta es precisamente la forma superior de ficción, mas misteriosa en Brasil, son de nuestro temperamento se muestra poco propicio a lo que aquella exige de concentración espiritual, densidad psicológica y complejidad literaria. Con S. Bernardo, Garciliano Ramos presento su primera obra de análisis psicológico, de iluminación interior de personajes, en línea con su proceso que daría todos sus frutos en Angústia. Preparando los temas para ese campo subjetivo, el estilo del novelista adquiere la propiedad, elegancia y el vigor que hacen de él uno de los escritores que mejor manejan actualmente el idioma portugués. El principal defecto de S. Bernardo sería el de la inverosimilitud del protagonista, Paulo Honório como narrador, el contraste entre el libro y su imaginario escritor, algo que ya se nota en Caetés. La inverosimilitud que presenta en S. Bernardo es excesivo e inaceptable. La densidad psicológica de la novela, elaborada con tanto esmero literario, no soporta el artificio de estar escrita por un personaje tan primario, rustico, basto y ordinario como Paulo Honório.
==Angústia ==
 
En 1936, dos años después de S. Bernardo, aparece Angústias. Por entonces Garciliano Ramos se encuentra en prisión (se vio preso y violentado como objeto de especia persecusión por el general Newton Cavalcanti) en aquella época no era un hombre de partido, sino0 tan solo – como lo es hoy en sus libros de ficción- un escritor independiente, consciente de su arte como expresión de realidades humanas, honradamente observadas y superiormente reveladas.
Angustia, cosa curiosa, es la menos “social” de sus novelas, la más introspectiva, la más impregnada de subjetivismo, la más volcada hacia la vida interior de sus personajes, a despecho de algunos aspectos referentes a la organización de la sociedad. El ambiente la capital de estado de Alagoas y, en parte, de Rio de Janeiro, a través de los recuerdos de Luis da Silva. En S. Bernardo y Vidas secas, la sustancia y la forma se encuentran en una dirección única, orientada a la revelación de un solo drama, episodio. Angustia por el contrario, se encuentra desdoblada en varios episodios, que rodean el drama principal o se cruzan en múltiples direcciones, de forma que la acción se verifica en varios planos, dándole la extensión y la amplitud de una novela. Angustia como Caetés y S. Bernanrdo está escrita en primera persona, siendo su personaje principal el narrador. A diferencia de los prestamistas de sus novelas anteriores, Luís da silva no desdice las reglas del juego literario en esa debatida y compleja cuestión de protagonista narrador. Es cierto que se define desde las primeras páginas como un pobre diablo, pero toda la acción de la novela demuestra que existe una adecuación entre él y la historia que nos ofrece como protagonista. En angustia se aprecia un particular desorden narrativo, en zigzag, lo que le atribuye un carácter propio a la novela. El aparente desorden en consecuencia lógica y perfecta del espíritu del personaje-narrador, así caracterizado por el mismo autor.
 
== Referencias ==