Diferencia entre revisiones de «Graciliano Ramos»

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Es en Vidas secas en la que se puede ver una novedad formal de la obra: la narración en tercera persona, moviendo el autor directamente los seres por él creados. Sin embargo, desde el punto de vista técnico, Vidas secas presenta dos defectos de consideración. Uno que, estando la novela construida en cuadros, sus capítulos, así independientes, no se articulan formalmente con suficiente firmeza y seguridad. Cada uno de ellos es una pieza autónoma, con vida propia, portadora, eso sí, de un valor literario tan indiscutible que se podría escoger cualquiera, conforme al gusto personal, para incluirla en una antología. El otro defecto es el exceso de introspección en personajes tan primitivos y rústicos, estando constituida la novela casi en su totalidad por monólogos interiores. La inverosimilitud no proviene en este caso del concepto de la novela, sino de su técnica. De haber existido mayor proporción entre episodios y monólogos, entre la vida exterior y la interior de sus personajes, este problema de ficción se habría resuelto a la perfección. Porque, por lo demás, ningún defecto se podrá encontrar en Vidas secas Todo cuanto el novelista, en sus monólogos interiores, atribuye a Fabiano, a su mujer y a sus hijos, son pensamientos y reflexiones conformes a lo que se les podría haber ocurrido realmente. Ellos piensan, imaginan y sienten lo que serían personalmente capaces de pensar, imaginar y sentir. El novelista cayó en una inverosimilitud en cuanto a la técnica de disposición de los monólogos, pero salva este error en lo que a su contenido se refiere. Por otro lado, la falta de unidad antes indicada no se observa en el tema. En su concepto, la novela representa una perfecta unidad, una completa armonía interior. El drama del primer capítulo se repite en el último; el resto constituye materia de unión entre dos episodios semejantes.
Además de ser el más humano y conmovedor libro de Garciliano ramos, Vidas Secas es el que contiene un sentimiento más fuerte de la tierra nordeste, zona áspera, dura y cruel, pero no por eso menos amada por quienes a ella se encuentran ligados telúricamente. Lo que impulsa a los seres de esta novela, lo que marca sus fisionomías y caracteres es el fenómeno de la sequía. En el primer capítulo, Fabiano y su familia son seres errantes, en busca de un nuevo pedazo de tierra. Se alojan como servidores de una hacienda, y es ahí donde les conoceremos a través de algunos episodios y muchos monólogos, a cada figura de la novela- Fabiano; Vitória, su mujer; el niño mayor y el pequeño- tiene dedicado un capítulo, que viene a ser un retrato de su carácter, en el que el propio personaje se presenta al lector. A la familia también pertenece la perra Baleia, y el capítulo que se le dedica esta revestido de una humanidad tal vez mayor que la que rodea a los seres humanos, siendo esta una de las páginas más famosas de Garciliano Ramos. Sin embargo, en el capítulo de “Fiesta” el poder descriptivo y la capacidad de visualización, la fantasía del autor añade una sutileza de tonos y notas psicológicas realmente admirable; “Invierno”; cuadro de una familia en noche de frío y miseria. Por fin, también alcanza la sequía a la nueva hacienda y Fabiano se decide a partir, en otra etapa de su destino viajero, como judío errante en busca de una tierra de promisión jamás alcanzada. El final del libro es una retirada, como su comienzo fuera una llegada, dentro de la fatalidad que el novelista nos sugiere al comentar que “se alejan rápidos de allí, como si alguien los ahuyentase. Vidas secas es la prueba de la evolución en lo que a estilo y calidad literaria se refiere. En ningún otro de sus libros encontramos tanta armonía en la construcción verbal. Y solamente aquí un autor de espíritu tan poco poético consigue alcanzar en algunos momentos un estado de poesía. Es también donde, por primera vez, se libera por completos de las caídas en el mal gusto o en la vulgaridad de expresión con que tan a menudo sorprende en S. Bernardo e incluso en Angustia. Vidas secas junto a Infància ofrecen toda su medida como escritor.
==''Insônia'' ==
El tomo de cuentos Insòmia, exceptuando dos o tres piezas, representa la parte más floja de la obra de Garciliano Ramos, y si no puede compararse a Caetés es tan solo por las calidades estilísticas. Los cuentos son páginas circunstanciales, escritas para periódicos o revistas, sin mayores preocupaciones. Rigorosamente, ninguno de ellos es un cuento. “Insônia” y “O Relógio do Hospital” son dos monólogos maginificos. Del mismo modo es “Paulo” de inferior calidad. Los tres son además variaciones del mismo tema. “Um Ladrão”, que en un principio provoca un interés apasionante, acaba por desilusionarnos por el convencionalismo de su desenlace. Piezas como “A Prisão de J. Carmo Gomes”, “A testemunha”, “Ciúmes” y “uma Visita”, solo deseariamos no haberlos leído nunca; son literalmente indignas de cualquier escritor y más aún de Garciliano Ramos. Para testimoniar su conformidad con el crítico, Garciliano Ramos envió los libros dedicados que, paso a transcribir como documentos que él mismo deseó que así fuesen hecho públicos.
“Dois Dedos” y “Minsk” contienen el mayor valor literario siendo el segundo la pieza que salvan todo el volumen viviendo por sí misma definitiva. En la serie de capítulos que constituyen pequeñas obras maestras, en el sentido de perfectas y completas, dentro de la obra general de ficción de Garciliano Ramos, la historia de “Minsk” merece ser incluida al lado de “Baleia”.