Diferencia entre revisiones de «Caída de Robespierre»

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Louvet, Payan, Lerebous, Legrand, Ro}}
Robespierre quedó muy malherido ya que la bala le había destrozado la mandíbula, los dientes y la mejilla izquierda. Sólo fue atendido dos horas y media después por dos oficiales sanitarios, quienes lo encontraron «cubierto de sangre» tendido en una mesa de la sala de espera del Comité de Salvación Pública. Se limitaron a ponerle un vendaje que absorbiera la sangre de la boca.{{Harvnp|McPhee|2013|p=335}} Durante ese tiempo fue objeto de vejaciones por parte de sus guardianes. Uno de ellos se mofó de su agonía y le dijo: «Sire, vuestra Majestad sufre».{{Harvnp|Brunel|1989|p=118}} Cuando otro le ofreció un pañuelo con el que enjugarse la sangre, Robespierre se lo agradeció con un ''Merci, monsieur'', las últimas palabras de las que se tiene constancia que pronunció antes de ser guillotinado.{{Harvnp|Andress|2011|p=554|ps="Una fórmula [''Merci, monsieur'', 'Gracias, señor'] con la que regresaban los modos de la edad pasada, a despecho de todos sus empeños en propiciar la regeneración"}}
[[Archivo:AduC 130Antoine Fouquier-Tinville (A.Q., 1757-1795).JPGjpeg|thumb|150px|[[Fouquier-Tinville]], fiscal del [[Tribunal Revolucionario]].]]
Como todos los detenidos habían sido declarados ''hors la loi'' no se celebró ningún juicio contra ellos, ni siquiera siguiendo la fórmula sumarísima establecida en la Ley del 22 de pradial. El Tribunal Revolucionario, que fue convocado de forma excepcional pues el 10 de termidor era un ''[[decadi]]'' —el día festivo en el [[calendario republicano]] en el que las semanas eran de diez días—, se limitó a identificar a los acusados, aunque el fiscal [[Fouquier-Tinville]] acudió a la Convención, que había abierto la sesión del 10 de termidor a las nueve de la mañana, para comunicar que no encontraba dos oficiales municipales que asistieran al control de identidad, tal como establecía la ley. Thuriot exclamó: «Es necesario que la cabeza de este infame Robespierre… caiga hoy, con las de sus cómplices. Es necesario que el sol de la República sea purgado de ese monstruo que estaba en condiciones de hacerse proclamar rey». Así que la Convención resolvió dispensar de ese trámite al Tribunal Revolucionario. Entonces a propuesta de [[Elie Lacoste]] se decidió que el patíbulo se alzara en la [[plaza de la Revolución]], donde había sido ejecutado [[Luis XVI]] —desde el 24 de pradial las ejecuciones se realizaban en otro lugar—.{{Harvnp|Brunel|1989|p=106-108}}